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miércoles, 16 de enero de 2013

Capitalismo y Comunismo

El pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo ha dado vía libre esta mañana a una nueva normativa para, se supone, mejor controlar el impacto de los informes elaborados por las agencias de calificación financieras. Ésas que son especialistas en hundir economías europeas (o de cualquier otro lugar del planeta que no sea Estados Unidos y, sobre todo, el Reino Unido) y ante cuyos erráticos y/o interesados augurios se pliegan los gobiernos de todo el mundo occidental, por alguna extraña razón. En fin, no tan extraña, si hemos de escuchar a Mac Namara, quien en su día las definió como "divisiones blindadas" del "ejército secreto" de "ellos". Las susodichas agencias son Moody's, Standard & Poor's y Fitch que, a partir de ahora y tras el reglamento aprobado por los eurodiputados, tendrán que asumir una serie de reglas del juego con las que se supone que reducirán su poder de manipulación de los mercados.

Entre esas reglas, figura la de anunciar previamente cuándo calificarán cada deuda soberana (en lugar de jugar como hasta ahora al despiste: "que califico, que califico, cuidado que voy y califico...") y hacerlo fuera del horario laboral y no en pleno horario bursátil (lo que nos ha permitido contemplar interesantes efectos de montaña rusa en las Bolsas de los países europeos). También, y esto es absolutamente asombroso, se obligará a las agencias a justificar el porqué de sus notas, tanto al alza como a la baja. Y digo que es asombroso ya que, por increíble que parezca, hasta este momento podían adjudicar la calificación que les diera la gana ¡sin explicar las razones objetivas que lo justificaran! Y a pesar de eso los mercados les daban crédito y numerosos gobiernos y compañías actuaban en función de esa calificación, aun cuando fuera irreal...

 Sin embargo, se puede mentir mucho tiempo a una persona o poco tiempo a muchas personas, mas no mucho tiempo a muchas personas... Al final la arrogancia de las agencias ha pasado factura a su credibilidad. Lo hemos visto muy claro en España en los últimos meses, cuando el Tesoro Público no tenía ningún problema en vender sus bonos recaudando el dinero necesario de los inversores internacionales, mientras las Tres Gracias se empeñaban en reducir constantemente su nota o la de sus gobiernos autonómicos o la de sus bancos para torpedear las finanzas hispanas y tratar de obligar al famoso "rescate financiero"... Si esa nota hubiera sido real, los inversores no habrían comprado como lo hicieron.

Otras normas a las que quedan sujetas en Europa las agencias de calificación a partir de este momento son, como las anteriores, de lo más lógico por lo que resulta de juzgado de guardia que no hubieran sido tomadas antes (lo que demuestra de nuevo el poder oculto que manejan y que sólo ahora, cuando cada vez más gente ha visto y ha destapado sus miserias a través de Internet, obliga a limitar formalmente su poder). Entre ellas, el hecho de que los inversores no pudieran reclamarles daños en caso de pérdidas causadas por infracción grave o negligencia. No, tampoco se podía pedir responsabilidades en este caso...

Se supone que todo esto debería conformar una buena noticia, pero no lo es tanto, según Mac Namara.

- Como bien dices, esto es sólo una limitación formal, una operación de maquillaje para tranquilizar las protestas de la gente por el despótico e interesado criterio empleado por los "blindados" financieros y que hoy es más obvio que nunca -me insistía esta tarde mi gato conspiranoico-. Si los eurodiputados hubieran querido..., corrijo, si hubieran podido hacerles frente de verdad, lo primero que habrían tenido que hacer era crear su propia agencia de calificación como institución europea y romper así el monopolio de S&P y el resto de agencias anglosajonas..., pero no les han dejado, por supuesto. Estoy convencido de que en el Foro de Davos, ése cuyo logo incluye tres seises camuflados como oes y que comienza dentro de pocos días, ciertos personajillos se van a reír mucho al recordar lo sucedido hoy en Estrasburgo: cómo han vuelto a engañar al personal haciéndole creer que, ahora sí, se van a arreglar las cosas cuando lo cierto es que seguirán usando los mismos trucos pero por distintos derroteros.

- No se puede decir que seas muy optimista -me quejé, sabiendo que era inútil.

- Me pagan para ser realista... Recuerda lo que te dije el otro día: el problema es el sistema. Y, si no se sanea éste por completo, da igual las medidas de "corrección" que se tomen.

- Pero, ¿quieres que nos carguemos el Capitalismo? ¿Y con qué nos quedamos? El Comunismo y sus variantes fenecieron hace ya tiempo...

- El Capitalismo y el Comunismo terminan ambos en "ismo"..., porque en el fondo son lo mismo.

Abrí mucho los ojos ante semejante afirmación, pero antes de que me diera tiempo a pedir explicaciones, Mac Namara argumentó:


- Al final de la Segunda Guerra Mundial, "ellos" pusieron en marcha uno de los mayores experimentos sociales desarrollados en tiempos históricos sobre la ignorante humanidad. En realidad se había puesto en marcha años antes con la Revolución Soviética, pero el ascenso del Nazismo y el conflicto bélico posterior habían interrumpido la investigación... Se trataba de averiguar cuál era la mejor forma de tener sojuzgada a toda una sociedad. Existían dos opiniones mayoritarias en el seno de "ellos", con sendos grupos de trabajo, y se aplicaron sus tesis al mismo tiempo para ver cuál era la mejor. En un lado estaban los partidarios del Comunismo, con el clásico modelo de tiranía declarada: un pequeño grupo de personas controlando a todas las demás a base de mucho terror y bastante propaganda. En el otro lado estaban los que apoyaban el Capitalismo, con un control mucho más sibilino: un pequeño grupo de personas controlando a todas las demás a base de muchísima propaganda. En el segundo caso, la idea básica parte de hacer creer a la sociedad entera que es libre y democrática, y que vive en el mejor mundo de los posibles, en comparación con el resto de sociedades. Después de varios decenios de "guerra fría", simulada para entretener a las masas y desviar su atención de lo que ocurría en realidad (puesto que la colaboración entre el Este y el Oeste existió siempre, más o menos soterrada, como sabe cualquiera que haya estudiado ese período histórico con atención) se vio claramente cuál era el modelo triunfante: el mismo que quieren aplicar ahora a todo el planeta. Por eso, entre otras cosas, fue tan fácil y tan rápido desmantelar los supuestamente sólidos regímenes comunistas europeos.

- Pero no puedes decir que Capitalismo y Comunismo sean idénticos...

- Lo son, de hecho. El Comunismo plantea un sistema materialista que persigue además todo lo que tenga que ver con el espíritu; defiende el igualitarismo social en un mundo utópico donde nadie sea más que nadie y todos cobren del Estado más o menos lo mismo con independencia de su trabajo (aunque luego una pequeña minoría lo controle todo y disfrute de privilegios sin número); exige que todos los medios de producción pertenezcan al Estado y si acaso permite pequeñísimas explotaciones individuales susceptibles de ser intervenidas en cualquier momento. Y prohibe la libertad. El Capitalismo también plantea un sistema materialista, más "amable" si quieres porque usa más propaganda, pero que igualmente de forma indirecta fomenta la destrucción del camino espiritual; de la
misma manera defiende la gran impostura de que "todos somos iguales" y tenemos derechos democráticos y además, esto está sucediendo en los últimos años, tiende a igualar los salarios gracias a los impuestos cada vez mayores que hacen perder poder adquisitivo progresivamente y que fuerzan al ciudadano a trabajar cada vez más tiempo para el Estado (y luego resulta que también es una pequeña minoría la que se perpetúa en el poder con todos sus privilegios: prueba a escalar en un partido político de importancia sin tener "padrinos" del sistema...); económicamente la historia del capitalismo es también la de la concentración progresiva de medios de producción en multinacionales cada vez más grandes que terminará tarde o temprano (en algunos sectores ya es un hecho más o menos encubierto) en un monopolio. Y prohibe la libertad: sólo aquél que no desea ver puede creer que existe libertad real en las democracias occidentales. La única libertad que ofrece es la de escoger entre el ramillete de opciones que están bajo su control directo, pero fuera de ahí el ciudadano no puede escoger otra cosa. No tienes más que recordar las crecientes medidas de censura impuestas en el "mundo libre" en los últimos años.

 - Pero esto no fue siempre así...

- Error. Con el Capitalismo siempre fue así. Lo que ocurre es que lo que había antes en el mundo occidental, lo que se ensayó durante un breve período de tiempo defendido por un grupo de políticos más despiertos, no era Capitalismo sino Liberalismo. En algún momento os dieron el cambiazo, os estafaron y sustituyeron el sistema liberal, basado como su nombre indica en la libertad de comercio, de pensamiento, de transporte..., por el sistema del capital. Os dijeron que era lo mismo. Incluso hoy día numerosos esbirros del sistema se definen como "liberales" cuando no son más que capitalistas encubiertos: el típico juego con el significado de las palabras. Pero el Capitalismo, en el fondo, no es más que un Comunismo "light". Más caro y engorroso de mantener que el Comunismo..., pero más eficiente para desactivar una sociedad. A la larga, provoca los mismos efectos, y garantiza unos grilletes más férreos. 


Todo esto me dijo hace un rato. Y llevo meditando en ello desde entonces.





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