Un dios tiene demasiadas cosas que hacer como para perder el tiempo poniéndose enfermo, y un aprendiz de dios (como un servidor, a pesar de que aún tengo la mayor parte de la carrera por delante) debe tratar de actuar siempre como si ya hubiera finalizado los estudios. Es decir, en este caso no se puede (no me puedo) permitir el lujo de andar con gripes, jaquecas, dolores o debilidades semejantes... Pero, claro, ésa es la teoría. La práctica es que aún no he logrado desarrollarme lo suficiente como para superar las limitaciones corporales y aquí estoy, arrastrando algunos problemillas físicos que no viene al caso enumerar y encima con pocas horas de sueño por la noche...
Cuando le dije a Lee Jun-Fan, mi nuevo profesor de Destrucción del Paradigma a través de la Educación Física, que no me encontraba demasiado bien para asistir a su clase de hoy, me pasó amistosamente el brazo por encima de los hombros y me preguntó:
- ¿Conoces el Óctuple Sendero del Budismo?
- Lo siento, maestro -respondí humildemente-. Lo único óctuple que conozco bien es el pulpo a feira...
Me observó sin inmutarse y a continuación se puso frente a mí y me explicó lo siguiente:
- Los ocho requisitos para eliminar el sufrimiento corrigiendo los valores falsos y dando conocimiento verdadero al significado de la vida fueron resumidos en el Budismo según los siguientes puntos: 1º) El punto de vista correcto o la comprensión: es preciso ver con claridad en qué estamos equivocados para poder afrontar el error y eliminarlo con éxito. 2º) El propósito correcto o la aspiración: debes decidir curarte sin dilación. 3º) El lenguaje correcto: habla como hablarás al estar curado. 4ª) La conducta correcta: tienes que actuar en consecuencia. 5º) La vocación correcta: tu sustento o medio de vida nunca debe entrar en conflicto con tu terapia de curación. 6º) Esfuerzo correcto: la terapia debe seguir adelante a velocidad "de crucero", es decir, la velocidad máxima que puedes mantener. 7º) La conciencia correcta o el control mental: debes sentir y pensar sobre esto que te interesa constantemente. Y 8º) La concentración correcta o meditación: debes aprender a contemplar profundamente con tu mente este objeto de tu interés.
Asentí como si me hubiera enterado de algo.
- ¿Estás seguro de haber comprendido todo?
- Hombre, tengo que meditarlo un poco -reconocí- pero creo que las líneas generales las he entendido.
- Yo te ayudaré -asintió...
Y empezó a propinarme una serie de puñetazos y patadas marciales ante las que apenas pude cubrirme con una guardia de urgencia. Aguanté lo que pude, sin atreverme a contragolpear y limitándome a defenderme, pero en menos de medio minuto estaba en el suelo, atontado y magullado por los golpes.
- Óctuple Sendero: te golpearé marcialmente como si no tuvieras problemas físicos y estuvieras curado y ello te obligará a reaccionar como si de verdad así fuera... Levanta. Acabamos de empezar la clase... -y sonrió, me parece que con un cierto punto de sadismo.
No sé por qué pero en ese momento me acordé de las ordalías medievales para las mujeres acusadas de brujas, a las que arrojaban atadas de pies y manos al río: si flotaban, eran brujas, así que las sacaban del agua y las quemaban y, si no flotaban, es que no eran brujas, así que se ahogaban (aunque iban al reino de los cielos, benditas ellas)...
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