Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes.

viernes, 11 de mayo de 2012

Demostración científica

Estamos tan atontados que difícilmente nos llaman ya la atención las noticias que, en otros tiempos, se habrían convertido de inmediato en asunto de animado debate y especulación. Me refiero a las noticias importantes: no si algún futbolista se ha levantado media hora más tarde de lo acostumbrado y ha llegado tarde al entrenamiento o si a alguna famosa le ha salido un inesperado forúnculo en salva sea la parte. Y eso que pistas y "luces rojas" siguen apareciendo todos los días en los medios de comunicación. Una de las más espectaculares se publicó fugazmente a primeros de este mes y nadie ha vuelto a hablar de ello: la muerte o, mejor dicho, el asesinato de Gareth Williams, un espía del poderoso MI 6 británico, cuyo cadáver apareció desnudo y encogido en posición fetal, en estado de descomposición, en el interior de una bolsa de deportes dentro de la bañera en el cuarto de baño de su domicilio londinense: un ático de la zona de Pimlico, por cierto propiedad del servicio secreto para el que trabajaba.

Se supone que este caso es un acertijo interesante porque según la información facilitada oficialmente la bolsa estaba cerrada con candado y las llaves del mismo se encontraban en el interior. No se conoce la causa de la muerte: según la hipótesis preferida pudo morir envenenado o asfixiado, sobre todo si fue él mismo quien se metió dentro de la bolsa (?) en opinión de algunos especialistas del MI 6. La casa también estaba cerrada y sin señales de haber sido forzada... Y aunque su carácter era reservado, era un buen deportista y no bebía ni se le conocían vicios, resulta que encontraron en su casa ropas de mujer por valor de más de 18.000 euros (además, se sabe que había visitado un local habitualmente visitado por drag queens), si bien tanto sus amigos como su familia dudan de que la ropa la adquiriera él para travestirse: primero, porque sabían que no era homosexual y segundo, porque no era de su talla. ¿Quién la dejó en su casa?

- Está bastante claro que fue asesinado, quizá por orden de alguno de sus propios jefes, tras haber descubierto algo interesante y que no esperaba hallar -insiste Mac Namara, que desde que conoció la noticia se apuntó a la teoría de que Williams fue "liquidado" por "curioso" igual que "tantos antes que él"-. Nadie en su sano juicio puede pensar que una casa controlada por el MI 6 no tenga un duplicado de llaves para entrar y salir de ella, igual que existirán duplicados para las llaves del candado de la bolsa. Y en cuanto a la muerte, hay diversas maneras de matar a alguien ocultando además las pruebas para que parezca un asesinato. Sobre todo si se acelera la descomposición del cuerpo puesto que, cuando lo encontraron, la habitación tenía la calefacción puesta, a pesar de que fue hallado en agosto. Y ésa es otra: la noticia la conocimos el primero de mayo, fecha tan característica, pero de este año..., cuando el tipo murió ¡en el verano de 2010! Desde entonces ha pasado tiempo de sobra para ocultar todo lo que hubiera que ocultar.

Y es que Williams estaba considerado como un espía muy bueno en lo suyo: el desciframiento de códigos. De hecho, fue un estudiante modélico gracias a su facilidad para manejar matemáticas y lógica, llegando a graduarse precisamente en la carrera de matemáticas por la Universidad de Bangor a los 17 años de edad. ¿Encontró algo que no debía haber encontrado? ¿Por qué se ha tardado tanto tiempo en informar sobre este suceso? ¿Es creíble que con los inmensos medios a disposición del MI 6 no exista, casi dos años después, una explicación creíble para su trágico destino?

- Hoy las cosas están más enredadas que nunca -apostilla mi gato conspiranoico-. Mira lo que pasó también hace unos días con un presunto atentado con bomba que fue desarticulado por la CIA... Según 'The New York Times', un agente doble recibió en Yemen el encargo para un nuevo atentado suicida con avión en Estados Unidos. La orden la habría cursado Fahd al Quso, uno de los supuestos terroristas de Al Qaeda más buscados pero, en lugar de materializar el ataque, el agente reveló a la Oficina el paradero del explosivo además de otros datos que había recopilado y que permitieron asesinar, o "abatir" como dicen en la CIA, a Al Quso con un avión no tripulado. Que a estas alturas, y con todo lo que se sabe sobre Al Qaeda, sigan "vendiéndola" de esta manera es casi tan increíble como que el común de los mortales vuelva a "comprar" una y otra vez la misma mercancía. Pero ¿para quién trabajaba realmente el agente? ¿Hubo bomba de verdad? ¿Qué se esconde detrás de esta otra noticia, que también se contó deprisa y corriendo sin explicar más?

- La realidad se parece cada vez más a las películas de espías -apunto.

- Es que la realidad es de hecho una película de espías. Cualquiera que tenga dos dedos de frente y conserve un poco de cerebro para pensar por sí mismo puede llegar a ésta y otras interesantes conclusiones con sólo sentarse un rato y empezar a casar las piezas del rompecabezas... Como bien sabes, las cosas no suelen ser lo que parecen, aunque a muchas personas les de miedo descubrirlo y por supuesto asumirlo. ¡Hay a quien incluso le da pereza! Es más sencillo, obviamente, seguir viviendo de acuerdo a los parámetros que "ellos" fijan como reales, aunque no lo sean. O no lo sean completamente. Si te atreves a salirte del esquema...

- ... Automáticamente te colocan el sambenito de "conspiranoico" -completo su frase-.  Sí, lo sé: tengo alguna experiencia respecto a eso.

- Pues resulta que nos hemos vueltos todos conspiranoicos. Mira lo que te he traído...

Mac Namara se dirige al cajón de arena, lo levanta y extrae cuidadosamente de debajo uno de los últimos números de la revista New Scientist. La publicación contiene, entre otras informaciones, un revelador estudio desarrollado por tres teóricos de Sistemas Complejos del Instituto Federal de Zurich, en Suiza. El documento explora las relaciones entre 43.060 empresas multinacionales y llega a la inevitable conclusión de que son "las instituciones que manejan la mayor parte del poder y de la influencia en todo el mundo". Hemos leído bien, sí: los que controlan el poder de verdad no son los políticos ni los organismos políticos y económicos internacionales, sino la pequeña oligarquía que se encuentra en la cúspide de las multinacionales, entre las cuales según el texto "destacan sobre todo los bancos". Entre las 50 compañías más poderosas del mundo figuran Barclays (en primer lugar), AXA, JP Morgan Chase & Co, Merrill Lynch & Co Inc, Deutsche Bank AG, Credit Suisse Group, Bank of New York Mellon Corp, Goldman Sachs Gorup Inc, Morgan Stanley, Mitsubishi UFJ Financial Group Inc, Société Générale, Bank of America Corporation, Lloyds TSB Group, BNP Paribas...
 
- ¿Te das cuenta? -pregunta Mac Namara- Creo que es la primera vez que se publica un estudio científico contemporáneo reconociendo la existencia de una elìte, en su mayor parte financiera, dispuesta a apoderarse del mundo.

- Ya existían otros análisis bastante serios sobre el asunto...

- Sí, pero trataban sólo un número pequeño de empresas o se centraban en regiones limitadas. Lo novedoso de éste es que incluye a decenas de miles que operan en todo el globo..., y encuentra las relaciones entre ellas.

Los teóricos seleccionaron las multinacionales a partir de Orbis 2007, una colosal base de datos que recoge la información de 37 millones de empresas e inversores distribuidos por todo el planeta. Después comenzaron a relacionarlas entre sí, incluyendo los bienes compartidos y qué empresas controlan a otras a través de diversas redes de accionistas u "hombres de paja". El resultado final: existe un núcleo duro de 1.318 grandes empresas detrás de todo este entremado y cada una de ellas controla o influye directamente a un mínimo de otras dos compañías (aunque la media es de veinte). Aún más allá, encontramos un nivel superior compuesto por "superentidades, esto es, un total de sólo 147 empresas muy estrechamente relacionadas entre sí (...) Ellas solas controlan el 40% de la riqueza total" en el mundo. Y la mayoría de ellas son entidades financieras. En el gráfico adjunto con forma de planeta se representa la conexión de las 1.318 "elegidas": cada punto es una compañía, en rojo las superentidades y en amarillo el resto...


- Y estoy completamente seguro de que si el análisis hubiera ido más allá, esas 147 empresas se hubieran podido reducir a un nivel aún más pequeño. O tal vez habríamos encontrado las relaciones familiares y/o de amistad existentes entre sus dueños, los principales accionistas -completa Mac Namara-. De todas formas, New Scientist se muestra muy prudente en el análisis de los datos, imagino que porque el tema les desborda, y apuntan explicaciones casi "biológicas" como que esto no demuestra tanto una conspiración para dominar el mundo como, agárrate, "un tipo de estructura común a otras organizaciones similares en la Naturaleza"...

- Sin comentarios... Lo que parece demostrar es más bien que un número pequeño de personas, cuyos valores y sentido de la moral serán lógicamente muy diferentes a la de la inmensa mayoría debido a su privilegiada posición de poderío, son las responsables directas de la marcha de la sociedad mundial.

- Eso creo yo. En ese sentido, hay un dato importante que falta en este estudio. No sé si lo han eliminado porque entonces todo el documento hubiera "cantado" demasiado y no habrían podido publicarlo o simplemente es que ni se han tomado la molestia de calibrarlo... Es el siguiente: las multinacionales concentran el poder, de acuerdo, pero ¿cómo se ha producido esa concentración? En realidad son muchas preguntas en una: ¿Cuál ha sido el camino recorrido para que una empresa A fuera devorando poco a poco, o de una vez, a las empresas B, C, D, E, F..., hasta apoderarse de todo el "abecedario"? ¿Quién impulsó a esa empresa A para que actuara de esa manera? ¿Quiénes encabezaban las empresas B, C, D, E, F..., en el momento en el que fueron absorbidas por A? Estoy convencido de que nos llevaríamos muchas sorpresas si un análisis semejante viera la luz.

Llegados a este punto, no tuve más remedio que acordarme de la significativa firma del malhadado Tratado de Versalles: aquél que convirtió el empate técnico en el que había terminado la Primera Guerra Mundial en una derrota exclusiva de las potencias centrales en general y de Alemania en particular. Todavía hoy hay muchas personas que no saben, como en su día me reveló Mac Namara, que entre los firmantes del tratado había dos personas que se conocían muy bien entre sí aunque militaran oficialmente cada una de ellas en un bando distinto. Y es que, entre las firmas de la delegación vencedora, figura la de Paul Walburg, perteneciente a una de las familias financieras directamente al servicio de los Rotschild (esos "clásicos" de la conspiranoia) y casado con Nina Loeb (hija de uno de los directores de otra poderosa firma bancaria: Kuhn, Loeb & Company). Y entre las firmas de la delegación perdedora, figura la de Max. Max Walburg, el hermano de Paul y, como él, banquero poderoso.


 

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