Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes.

viernes, 22 de febrero de 2013

Por qué perdimos en Waterloo

- Bueno, señores: esto está ganado... Wellington y Blücher son dos principiantes y su táctica es hasta infantil. Se lo dejo encarrilado. Ahora, si me disculpan, rematen ustedes el trabajo porque me veo obligado a ausentarme rumbo al excusado -dijo Bonaparte con gesto de incomodidad y aferrando el estómago con su mano derecha por debajo de la casaca; entonces todavía no sabíamos que pasaría horas en la letrina, agotado por el despeñe diarreico.

Más tarde, cuando la batalla hubo terminado, pasé un buen rato buscando al cocinero personal del Emperador. El mismo que se había ofrecido a aliviar el estreñimiento que desde hacía dos días padecía nuestro jefe de filas: decía poseer una receta de un guiso bretón infalible para hacer de vientre.

 Mi objetivo era ahorcarle personalmente, pero el maldito cocinero había caído en combate.
 


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