Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes.

miércoles, 25 de abril de 2012

Pirámides en Bosnia

La Historia oficial tiene poco que ver con la real. No hace falta ingresar en la Universidad de Dios para saber eso: basta con poseer memoria y años. Uno va viviendo diversos acontecimientos de mayor o menor impacto histórico y, un día, alguien escribe un libro o rueda una película sobre esos mismos años y te das cuenta de que lo que relata poco o nada tiene que ver con lo que de verdad sucedió. O, al menos, con lo que tú has vivido. Si esto es válido para el día a día cotidiano, imaginemos para los Grandes Hechos. Un ejemplo fácil: durante 40 años la versión oficial presentó a los españoles la Guerra Civil de 1936/1939 como la historia de unos heroicos defensores de la patria de derechas que derrotaron a unos malvados conspiradores de izquierdas. Durante los casi 40 años siguientes se la ha presentado como la de unos heroicos defensores de la patria de izquierdas que fueron derrotados por unos malvados conspiradores de derechas... La inmensa mayoría de la población dio por buena la primera versión de la misma forma que ahora da por buena la segunda porque en el fondo le da igual. La polémica sobre lo que ocurrió realmente dura hasta que se mueren todos los que han participado directamente en los acontecimientos (y sus herederos directos, dispuestos a lo que sea para dejar en alto la memoria paterna). Después, quedamos en manos de los historiadores que, según su tendencia ideológica, priman una u otra explicación. Tiempo después, perdida ya toda referencia emocional, lo sucedido pasa a engrosar la lista de cosas "antiguas" que se guardan en los anaqueles y sirven de referencia para fijar una u otra época histórica sin más.


Así vamos armando una secuencia que pretendemos lógica y coherente en la que desde hace un tiempo prima esa escuela de historiadores según los cuales el homo sapiens se ha limitado a seguir una presunta evolución ascendente, lenta e ininterrumpida, desde un primitivo estado de salvajismo y animalidad hasta su desarrollo científico y tecnológico contemporáneo que se presume nunca antes alcanzado. Cualquier otra interpretación se desprecia y abochorna porque, como he llegado a leer en declaraciones oficiales, "simplemente no pudo ser así según todo lo que sabemos". Y ahí está precisamente la clave: en lo que sabemos o, mejor dicho, en lo que no sabemos..., porque se perdiera o porque alguien nos lo escamoteó en algún momento. Sin embargo, de vez en cuando aparecen lo que el zoólogo norteamericano Ivan T. Sanderson bautizó como Ooparts; es decir, Out of Place Artifacts (Objetos fuera de lugar, literalmente). Cosas que no deberían estar ahí "según todo lo que sabemos" y sin embargo están, contra todo pronóstico y sin que nadie pueda explicar cómo y por qué. Cosas como el mecanismo relojero de Antikitera elaborado en la Antigua Grecia, la moneda del rey Olafo III de Noruega que apareció en una excavación precolombina, el mapa del almirante turco Piri Reis con su extraordinaria proyección espacial o el estegosaurio tallado en un templo camboyano que vemos en la imagen...  Por no citar las tecnologías necesarias para levantar monstruosidades como la pirámide de Keops o las terrazas del templo de Baalbek que absolutamente nadie ha logrado demostrar, por más que se insista en ello en los libros de texto o en las películas de Hollywood, fueran levantadas sólo a pura fuerza de riñones.

Por su carácter peligrosísimo (ya que su sola presencia sirve para demoler las creencias y los puestos de trabajo en los que descansan tantos que se dicen catedráticos e investigadores, por más que se comporten como rutinarios loros de repetición), los Ooparts son objetos malditos acerca de los que no se suele hablar si no es para desacreditarlos, a menudo sin pruebas más sólidas que la opinión del erudito de turno. No digamos ya si en lugar de hablar de un pequeño objeto nos encontramos de pronto con algo colosal que no encaja en la idea preconcebida que teníamos de algo y que por su tamaño es imposible de esconder. Es el caso, ya que citábamos antes la misteriosa y mistérica construcción de Gizah, de las pirámides de Bosnia descubiertas hace pocos años. ¿Pirámides en los Balcanes? ¿Qué locura es ésa? Estas preguntas son la lógica reacción cuando uno tiene noticia de su existencia. O cuando ve una fotografía aérea como ésta, en la que se señalan las descubiertas hasta el momento. Sin embargo, si se piensa bien, no es tan difícil 
de aceptar como hipótesis. La pirámide es una construcción que existe en distintos puntos del planeta y en civilizaciones muy diferentes. Hasta en China se han descubierto varias en los últimos años. De hecho, se conoce su existencia en la zona de Xi'an (la misma región donde fueron enterrados los enigmáticos guerreros de terracota) y han sido fotografiadas en numerosas ocasiones, pero el totalitario régimen chino impide que los equipos internacionales las investiguen con libertad. ¡No vaya a ser que descubran algo que no queremos que descubran, como las escondidas momias de hombres blancos y pelirrojos en Xinjiang, que han planteado muchas preguntas acerca del verdadero origen de la civilización china!

 Mac Namara estuvo en Barcelona estos días atrás y me habló entusiasmado de este colosal conjunto de Ooparts que sacó a la luz Semir Osmanagic en 2005  junto a la ciudad de Visoko, pocos kilómetros al norte de Sarajevo en el que bautizó como "Valle de las pirámides" y que un congreso científico internacional certificó como hallazgo arqueológico "verídico" en agosto de 2008, además de pedir nuevas investigaciones en la zona para clarificar lo encontrado. Mi gato conspiranoico se fue a la ciudad condal para escuchar una conferencia de Osmanagic, empeñado en una cruzada internacional para validar su descubrimiento a pesar de los problemas que plantea, que no son pocos. Según le contó a Mac Namara, lo más importante fue la constatación de que dos colinas de forma simétrica y aspecto piramidal consideradas montañas normales por la población local por estar cubiertas de tierra y vegetación en realidad no eran tales, ya que debajo de ellas se esconden (igual que ha sucedido con diversas construcciones similares en Guatemala, por ejemplo) construcciones artificiales de piedra de estructura triangular de ángulos pefectos con orientación hacia los cuatro puntos cardinales. En un ejercicio poco imaginativo pero probablemente bastante adecuado
dadas las circunstancias, Osmanagic las bautizó como la pirámide del Sol y la de la Luna. La sombra de la primera, curiosamente, cubre a la segunda durante los meses de verano justo antes de la puesta de sol, lo que parece demostrar una relación entre ambas... Miembro de la Academia Rusa de Ciencias Naturales y profesor de antropología en la Universidad Americana de Bosnia-Herzegovina, nuestro hombre logró financiación para comenzar excavaciones en la zona en el mismo año de 2005. Los resultados positivos de sus primeras investigaciones le permitieron crear el bautizado como Parque Arqueológico de la Pirámide del Sol tras movilizar diversos recursos para este proyecto.

Según me cuenta Mac Namara que le ha contado Osmanagic, hasta el momento han sido descubiertas cinco pirámides repartidas por el valle, todas ellas disimuladas como aparentes colinas naturales. Además de las dos susodichas, descubrió otras tres que, alegremente, bautizó como la del Dragón, la de la Madre Tierra y la del Amor. Y un detalle especialmente interesante: las cinco están unidas por una red de laberintos subterráneos de más de 16 kilómetros (los trabajos arqueológicos realizados hasta ahora han logrado limpiar y reforzar 150 metros de túneles de 3 metros de altura y 2,5 de ancho) en cuyo interior se han encontrado fragmentos de esferas de piedra y esculturas de cerámica, algunas de las cuales pesan hasta 10.000 kilos, además de diversas cámaras e incluso un pequeño lago artificial. Los trabajos en los túneles tuvieron que interrumpirse de todas formas cuando éstos se vieron inundados por el agua, ya que uno de ellos pasa por debajo del río Fojnica.

- Recuerda -me dice Mac Namara en este punto- que Heródoto hablaba en sus textos del lago subterráneo, aún no encontrado oficialmente, que existía, al menos en su época, bajo la pirámide de Keops. Lago probablemente conectado con el Nilo...

El equipo dirigido por Osmaganic ha constatado que la bautizada como pirámide del Sol, la pieza más interesante de la región, posee 220 metros de altura y es por tanto superior a la de Keops, de 147. Al retirar la vegetación y la tierra se han descubierto los bloques rectangulares de hormigón con la que está levantada, de gran dureza y calidad según instituciones científicas bosnias, italianas y francesas. Lo cierto es que para validar su descubrimiento ha echado mano de mediciones y toma de datos por parte del mayor número posible de organizaciones científicas europeas. Así, el Instituto de Geodesia de Bosnia ha certificado que la construcción posee una asombrosa orientación hacia el norte con un error de 0 grados, 0 minutos y 12 segundos. La pirámide del Sol, junto con la de la Luna y la del Dragón dibujan un triángulo equilátero de 2.170 metros de distancia entre sus cimas y todas ellas están orientadas hacia el norte. Además, según dataciones de radiocarbono y otros análisis llevados a cabo por el Instituto de Física de Silesia y el Instituto de Tecnología de Gliwice en Polonia, los bloques de ésta y del resto de las pirámides están cubiertos por tierra y vegetación desde hace ... ¡más de 10.000 años! 

- Supongo que te das cuenta de lo que eso significa -apunta mi gato conspiranoico- y por qué este descubrimiento está tan mal visto por muchos de los arqueólogos e investigadores más oficialistas, hasta el punto de que se están boicoteando muchas informaciones sobre ello en los grandes medios de comunicación. A Osmanagic ya le han acusado de dañar este sitio arqueológico y de inventarse una teoría "sin pies ni cabeza" para adecuar los descubrimientos reales a sus "fantasías" sobre culturas míticas como la Atlántida o Lemuria. La verdad es que no ayuda mucho su actitud a la hora de mezclar sin ton ni son las pruebas arqueológicas con las teorías sobre bioenergética o hipótesis más radicales. Y el hecho de que todo el conjunto se esté empleando para potenciar el turismo en la zona se emplea también como un dato sospechoso...

- En todo caso, a los mantenedores del 'stablishment' no les conviene que aparezca prueba alguna de la existencia de una civilización lo suficientemente potente como para levantar algo así en Europa hace tanto tiempo -asiento-. Iría en contra de todo el dogma oficial. A la vez, si se confirmara esa fecha para su construcción, ello podría explicar el "camuflaje" natural que presentan todavía hoy las construcciones y el porqué no han aparecido rastros de esa cultura...

- O culturas. Según Osmaganic hubo al menos dos, implicadas en todo esto. La primera habría construido las pirámides y el laberíntico complejo subterráneo hace unos 12.000 años y la segunda habría taponado los túneles y las cámaras y probablemente destruido la zona en la medida de lo posible hace 5.000. ¿Quiénes fueron unos y otros y por qué actuaron así? Misterio...

Además de las pirámides, los equipos de arqueólogos en su mayoría voluntarios que trabajan en la zona han descubierto también, a unos 5 kilómetros de distancia, lo que parece ser un gran túmulo, el de Vratnica: otra colina en apariencia natural en forma de cono, construida mediante la combinación de capas de bloques megalíticos de más de 10 toneladas, arcilla y cemento. Un equipo de físicos de Croacia detectó allí mismo en 2010 un fenómeno electromagnético que produce un rayo de luz de 28 kHz en la cumbre del túmulo. Un fenómeno similar se ha descubierto también en la cima de la pirámide del Sol...

- El próximo verano me voy a organizar una escapadita a Bosnia aprovechando las vacaciones -ronronea Mac Namara.
 











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