Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes.

lunes, 31 de enero de 2011

Las revueltas de Egipto y el mundo árabe en general

A Mac Namara se le puede acusar de muchas cosas, pero no de ser un gato indocumentado. Es increíble las cosas que sabe el muchacho, para ser un felino. Esta tarde me hablaba de la crisis del mundo islámico como si la hubiera diseñado él mismo.

- Sólo te voy a dar datos, que es lo único que parece convencerte -me decía-. Cómo se nota que trabajas de periodista en esta reencarnación... Siempre buscando fuentes. Desde mitad de los años ochenta del siglo pasado tanto EE.UU. como la UE han intentado establecer instrumentos clave de penetración económica y política en los países islámicos. En el caso europeo, por ejemplo, con la Asociación Euromediterránea y, en el amerciano, con la Asociación de Libre Comercio con Oriente Medio. Pero en junio de 1997, durante la presidencia de Bill Clinton, un grupo de políticos, intelectuales y mangantes..., digo, magnates norteamericanos se reunieron en uno de estos cónclaves que tanto gustan al otro lado del Atlántico y que alguien bautizó con el alienígena nombre de "Think Tank" o "Tanque Pensante". Tenían en común sus simpatías o directamente su pertenencia al Partido Republicano y, de hecho, entre ellos figuraban nombres que deberían sonarte como Jeb Bush, Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz ... Y hasta Francis Fukuyama, el listillo aquél que decía que la Historia se había terminado con la caída de la URSS. Esta gente redactó entonces una declaración de principios que difundieron con el nombre de Proyecto para el Nuevo Siglo Americano. Y más claros no pudieron ser en su redacción, que incluía objetivos como "concentrar los esfuerzos para el liderazgo global estadounidense" y "delinear un nuevo siglo favorable a los principios e intereses americanos". En realidad, cuando hablan de intereses americanos, o mejor dicho estadounidenses, se refieren a los intereses no del pueblo norteamericano en general, que es tan ingenuo como los del resto del mundo o quizás aún más, sino los de la despiadada y alógena elìte que domina su nación y, a través de ella, buena parte del planeta. Pues bien, ese informe escrito hace ya casi 14 años, advertía que para garantizar el dominio del mundo Estados Unidos tendría que "promover en el exterior la causa de la libertad económica y política" así como "fortalecer nuestros lazos con los aliados democráticos y desafiar a los regímenes hostiles a nuestros intereses y valores". Insisto: tómese lo de "nuestros intereses" no especialmente como referido a los intereses del pueblo americano sino de sus dirigentes.

- No es nada demasiado extraño lo que me cuentas -aduje- Estrategias...

- Déjame que termine. En septiembre de 2000, la misma fuerza ideológica que había impulsado el documento anterior, publicó uno nuevo titulado "Reconstruyendo las defensas de EE.UU.: estrategia, fuerzas y recursos para unn nuevo siglo". El borrador lo escribió el mismo Wolfowitz que poco después entraría en el gobierno de George Bush junior, sucesor de Clinton en la Casa Blanca. Allí se hacía una referencia directa a la primera guerra del Golfo desatada por George Bush senior con las siguientes palabras: "Durante decenios, Estados Unidos ha buscado desempeñar un papel permanente en la seguridad regional del Golfo. El irresuelto conflicto con Iraq proporciona la justificación inmediata, pero la necesidad de una presencia importante de fuerzas estadounidenses en la zona trasciende la cuestión del régimen de Sadam Husein". Vamos, que lo de defender a Kuwait y al mundo libre en general del cabeza de turco o, mejor dicho, del cabeza de iraquí de Sadam era una simple excusa, como por otra parte ya sabíamos.

Me encogí de hombros.

- Seguimos en lo mismo. Ya sabemos que los norteamericanos querían una presencia constante en la zona para el control del petróleo y...

- No sólo del petróleo -cortó mi gato-. En este juego hay algo tan importante o más como eso y es la defensa del Estado de Israel, cuya ascendencia y control sobre los gobernantes norteamericanos es un secreto a voces y ha llevado a EE.UU. a actuar en numerosas ocasiones como una especie de mayordomo al servicio del gobierno israelí y de sus intereses, no de los de los propios estadounidenses. La misma guerra de Iraq no fue tanto para tumbar a Sadam como para satisfacer el deseo de Israel de destruir a un enemigo que estaba haciéndose tan poderoso como para llegar a hacerle sombra como la gran potencia militar regional.

- Es tu opinión...

- Más datos. El 6 de noviembre del 2003 el ya presidente George Bush junior dijo en Washington D.C.: "EE.UU. ha adoptado una nueva política, una estrategia avanzada de libertad para Oriente Medio, que requiere la misma persistencia, energía e idealismo que hemos demostrado anteriormente y conducirá a los mismos resultados. Igual que en Europa, sucederá en Asia y en cada región del mundo, ya que el avance de la libertad conduce a la paz". Es decir, tenemos bajo control a los europeos y lo mismo vamos a hacer con el resto del mundo. La paz a la que se refería es muy similar a la famosa Pax Romana, lo que por aquí siempre se ha llamado la Paz de los Cementerios. Ese mismo año de 2003, los responsables de la Liga Árabe, en su mayoría occidentalizados y ya bajo las indicaciones de Washington, reconocía en un documento su determinación de "establecer firmemente las bases para la democracia". Y, ya vamos entrando en materia, en 2005, el Washington Post, el diario más influyente de EE.UU. después del New York Times, se descolgaba con las siguientes palabras: "Incluso Egipto, aliado histórico de Estados Unidos y considerado en años anteriores un ejemplo de organización electoral, libertad de prensa y pluralismo político en el mundo árabe, fue objeto de fuertes presiones por parte de Washington. 
Condoleezza Rice (entonces secretaria de Estado), durante su discurso en la Universidad Americana de El Cairo, expresó que el gobierno de Hosni Mubarak debía apresurar la democratización del sistema político egipcio". En aquella época, ya algunos analistas publicaron que "no es descartable que sectores sociales en algunos países árabes como Egipto, Jordania o Arabia Saudita reclamen mayores reformas y cambios en la manera de gobernar".

- Vaya, vaya... Ahí empiezas a ponerte interesante -reconocí.

- Aaaah, pero un poco antes de la publicación del Washington Post, el 9 de febrero de 2004, Bush junior había presentado un ambicioso Plan para el Gran Oriente Medio destinado, cito textualmente, a "promover un cambio sustancial político, económico, social e ideológico" implantando (aunque no especificaba cómo exactamente) "una serie de reformas" que llevarían implícitas los mantram habituales de "democracia", "derechos humanos", "Estado de Derecho", "sociedad civil", "avance de la mujer", etc. Todo ello, a aplicar en un espacio definido como "islámico" y al cual se asociaba entonces, como se asocia hoy, con "inestabilidad", "terrorismo", "armas de destrucción masiva", "pobreza" y "subdesarrollo". Como quiera que el Plan pareció entonces demasiado agresivo, cuatro meses después, exactamente el 9 de junio de 2004, Bush junior presentó una variante más "light" en la cumbre del G-8 celebrada en Sea Island, en Georgia, EE.UU., y con presencia de representantes oficiales de países árabes como Túnez, Jordania, Yemen y otros. Esta iniciativa adoptó el nombre de Asociación para el Progreso y el Futuro Común con las Naciones Islámicas y la idea era extenderla en una vasta área geográfica definida como Amplio Oriente Medio y Norte de África. Sus objetivos declarados en esta cumbre: "avanzar en libertad, democracia y prosperidad en la región". El G-8 apoyó de manera explícita esta "propuesta de reforma" que debía provocar "transformaciones internas en los ámbitos políticos, económicos, sociales y educativos de los países de la región". No sé si te das cuenta de lo que significa todo esto...

- Creo que voy haciéndome una idea.

- El proyecto del Amplio Oriente Medio y Norte de África abarcaba un espacio geográfico colosal, tratando de unificar escenarios humanos, políticos, económicos, sociales y culturales tan distintos como Marruecos y Afganistán o Libia y Pakistán. Una veintena de países que sólo poseen una cosa en común: su religión mayoritaria hoy en proceso de demonización (cuando el musulmán corriente no es más peligroso ni más terrorista que el católico corriente o el judío corriente). La meta final era la disolución de esa identidad que conocemos hoy como "mundo árabe" aunque incluya a países que siendo islámicos no son árabes como los persas iraníes, por ejemplo. Un ejemplo de la destrucción de las raíces de estos países para su sustitución por las bondades del sistema democrático contemporáneo fue la constitución transitoria diseñada para Iraq en 2004 (y aprobada tan ilegítimamente por surgir durante la ocupación norteamericana de la zona como lo fue la Constitución francesa impulsada por Pepe Botella durante la invasión napoléonica en España previa a "la Pepa" aprobada en las Cortes de Cádiz en 1812) que por vez primera en la historia de las constituciones árabes destruía la definición de Iraq como "país árabe" y "miembro de la Nación Árabe".


- Entonces, según tú, ¿el objetivo final sería "desislamizar" la región?


- Más bien, globalizarla, "occidentalizar" de verdad los países islámicos colocándolos bajo el liderazgo de Israel y al servicio del plan general de uniformización del mundo. Entre las reformas previstas por el Amplio Oriente Medio y Norte de África se incluían como puntos básicos: "modificar los sistemas de gobierno atendiendo al referente dle modelo de la democracia prlamentaria occidental", "modificar las administraciones públicas y las legislaciones de los Estados en materia económica y judicial" y "fortalecer la sociedad civil especialmente a través de las ONGs y con un nuevo sistema educativo que contempla (...) la edición de nuevos libros de texto, la elaboración de nuevos programas educativos y la formación del profesorado conforme a prácticas y métodos proporcionados por los países del G-8". Cuando leí todo esto hace cuatro años, porque todo esto se publicó en la Prensa, pensé que Bush junior y sus asesores tenían tanto tiempo libre ya que se dedicaban a escribir cartas a los Reyes Magos porque me parecía muy irreal todo...

- Y de repente empiezan las revueltas en el Norte de África... Las masas se levantan...

- Las masas nunca se levantan sino que son levantadas. La gente que sale a la calle a vociferar, protestar y, si es posible, saquear, nunca lo hace "motu proprio" sino manipulada y/o empujada. Lo que llamamos "revolución" no es más que la palabra que simplifica este concepto: "masas arrojadas como armas contra el gobierno vigente gracias a la manipulación de pequeños grupos opositores". Todos esos manifestantes produjeron, eso sí, un acelerado Efecto Dominó. Y con detalles curiosos si te pones a analizarlos. En Túnez, por ejemplo, todo el mundo sabía acerca de la corrupción de la esposa de Ben Alí y sobre los defectos del régimen. Sin embargo, nadie había levantado un solo dedo para protestar en tantos años... De pronto, de un día para otro se montan unas manifestaciones multitudinarias y en muy poco tiempo Ben Alí y su mujer huyen. ¿Cómo perdieron con tanta rapidez el apoyo que les había permitido dirigir el país sin problemas tantos años? Otra pregunta que se me ocurre: ¿por qué se producen los levantamientos en Túnez y en Egipto mientras que en Libia, que está en medio, no se oye el vuelo de una mosca? Y se me ocurren muchas más.

- Tu conclusión es...

- Blanca y en botella. Estamos ante la aplicación práctica del plan Amplio Oriente Medio y Norte de África.


- ¿Y no te resulta extraño -argumenté- que los propios EE.UU. hagan tambalear a su principal aliado en la zona, Egipto? ¿Qué pasa con los terroristas islámicos fanáticos?

- A ver cuándo te enteras de que no es una cuestión de EE.UU. sino de los que gobiernan EE.UU. y aprovechan esta circunstancia para promover el dominio mundial. Se trata de eliminar a los corruptos dictadorzuelos nacionales..., para sustituirlos por corruptos demócratas globalizadores. Y de esta manera poner bajo su control a una enorme porción de la Humanidad que en este momento no lo está. Los islamistas radicales son un ingrediente más en todo este mejunje para meter miedo e impulsar la aplicación del plan de la manera correcta...


- Mmmh, no sé... A pesar de tantos datos, tengo dudas sobre tus sospechas.


 - Pues estáte atento a las noticias de los próximos días, majete -concluyó.

5 comentarios:

  1. Un consejero del gobierno indio en una entrevista que publica hoy "El País" parece darte la razón:
    http://www.elpais.com/articulo/internacional/revuelta/calle/extendera/Pakistan/elpepiint/20110202elpepiint_11/Tes

    ResponderEliminar
  2. has dado en el clavo de lleno

    ResponderEliminar
  3. El caso de Túnez, muy bien explicado, en http://www.kaosenlared.net/noticia/151846/dictadura-no-fue-tunez-acaba-llegar

    ResponderEliminar
  4. Estados Unidos está dispuesto a prestar "todo tipo de ayuda" reconocen aquí:

    http://www.elpais.com/articulo/internacional/EE/UU/ofrece/todo/tipo/ayuda/rebeldes/libios/elpepuint/20110228elpepiint_4/Tes

    ResponderEliminar
  5. Lo único que no logro explicarme, aun cuando todo lo que se expone aquí sea tan clamorosamente obvio, es por qué querrían los USA, o las grandes potencias en general, "occidentalizar" a todo el resto del mundo.

    Es de sobra sabido que si todos los países que existen (o aún una pequeña proporción de ellos) adoptaran el "modo occidental de vida" (es decir, una cultura basada en el consumismo masivo y en el dinero como valor supremo), el planeta Tierra no duraría ni una semana. Si ya hoy se ve a China como una "gran amenaza", por su creciente consumo de petróleo (a expensas del que USA y el resto de países también necesitan para sí), ¿qué sentido tendría multiplicar el número de países basados en el "crecimiento económico ilimitado", y por tanto en la deglución sin control de recursos naturales?

    Tal vez no se trate de una uniformización del mundo, sino una vuelta de tuerca a lo mismo de siempre: el sometimiento (a ser posible dócil, y si no a cualquier precio) de unos sobre otros. Claro que no cuentan con ese "pequeño factor de imprevisión" que ni siquiera ellos pueden controlar, y que yace oculto dentro de cada uno de nosotros. Y somos... millones.

    Saludos.

    ResponderEliminar