Los atentados de Bruselas de esta semana se han unido a una larga serie de ataques contra Occidente que están cumpliendo a la perfección con la misión que tenían encomendada sus autores por parte de los malnacidos adoradores de un conocido Demonio que los diseñaron y que ordenaron llevarlos a cabo. Recordemos que esa misión es precisamente la que da nombre al terrorismo: esto es, extender el terror por los países europeos. El objetivo tras ello es aprovechar los decenios de debilidad y blandura artificial inoculados en sus antaño orgullosos habitantes (que hubieran reaccionado ante esta amenaza de forma muy diferente hace menos de un siglo) para impulsar la aprobación de una serie de leyes y normas que nadie en su sano juicio hubiera aceptado en circunstancias normales y que están encaminadas a esclavizar definitivamente sus carcomidas almas. En España, no había más que ver la airada reacción de tantos jóvenes (ésos que la propaganda oficial nos presentaba hasta hace poco como los supuestamente "mejor preparados" de la historia, por el simple hecho de que saben leer o están escolarizados -otra cosa es que entiendan lo que leen y lo que estudian-) que se veían privados de sus programas de telebasura favoritos, sustituidos por el pavoroso espectáculo de sangre y destrucción, vomitado "en riguroso directo" por las cadenas de televisión desde la capital de las instituciones europeas. Textos de Twitter verdaderamente deleznables, del estilo de "¿Y a mí qué me importa lo que pasa en Bruselas? Está muy lejos".
Anoche estuve hasta las tantas hablando con Mac Namara sobre este asunto y llegamos a conclusiones parecidas a las de los atentados parisinos, que resumí en un artículo que publiqué en esta misma bitácora hace casi un año. Mi gato conspiranoico llevaba un tiempo "desaparecido en acción" pero él es así y me da igual preguntarle, cuando vuelve, a dónde ha ido o con quién ha estado o qué ha hecho porque nunca me lo va a decir. Sólo me cuenta lo que quiere. Y lo que me cuenta siempre es inquietante. En este caso, tuvo un detalle conmigo al revelarme que había viajado a Inglaterra para hablar personalmente con un investigador británico llamado Christopher Everard sobre algunos datos asombrosos pero verídicos relacionados con lo de Bruselas.
- No es el único al que he visto, pero sí el único al que puedo citar -me aclaraba Mac Namara- porque todo lo que está detrás de esta supuesta guerra del Islam contra Occidente es mucho más espantoso de lo que la gente corriente cree. Hay un elevado porcentaje de magia negra operando aquí.
- ¿Magia negra? ¿Hemos vuelto a la Edad Media? -pregunté con sorpresa.
- A veces creo que nunca la habéis abandonado... Pero sí, hay mucho de magia negra. Hay números que se repiten, por ejemplo, y no por casualidad, como el 11, el número del castigo según las teorías numerológicas cabalísticas. Las barbaridades terroristas se cometen siempre en fechas o en horas específicas en donde aparecen siempre estos números. Si te tomas la molestia de recopilar todas las informaciones que se han publicado estos años respecto a los más graves atentados por todo el mundo, descubrirás esas "coincidencias", de tal manera que no resultaría complicado predecir futuras próximas fechas para más graves atentados de este tipo.
Lo del 11 es particularmente llamativo y se hizo muy evidente incluso para los escépticos en septiembre de 2001 porque, entre otras cosas, los atentados del 11S se produjeron 11 años después de que Bush senior declarara la primera guerra a Iraq el 11S de 1990. Además, Nueva York es el estado número 11 de los Estados Unidos y el número de emergencias norteamericano es el 911, como la fecha de los ataques, pues en inglés se coloca primero el mes (septiembre=9) y luego el día. A partir del 11 de septiembre quedan 111 días para terminar el año. Las Torres Gemelas, que desde lejos parecían un 11 en medio del skyline neoyorquino, poseían cada una de ellas 110 pisos... Incluso el número ganador de la lotería en el primer aniversario del atentado fue el 911.
- Supongo que habrás leído el artículo de Barrett -deja caer mi gato conspiranoico.
Asiento. Este arabista norteamericano, Kevin Barrett, ha publicado esta semana un artículo en el que recuerda que los atentados de Bruselas se produjeron el martes 22 de marzo. En inglés, el 322, número que figura en el emblema de una de las principales (entre las conocidas) hermandades secretas norteamericanas: Skull and Bones, a la que pertenecen un elevado número de altos cargos políticos y/o de los servicios secretos estadounidenses, incluyendo a Bush senior, Bush junior y el actual secretario de Estado John Kerry, hoy de visita en Bélgica para conseguir la participación oficial del gobierno de Bruselas en la guerra de Siria. El mismo día 22 de marzo, recuerda Barrett,
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culminaban los tres días de la fiesta pagana de Pelusia que se organizaba en el imperio romano en honor a... Isis. La misma diosa egipcia cuyo nombre y recuerdo es así una vez más humillantemente profanado por los creadores de eso que ahora conocemos como Daesh. Y el artículo de Barrett incluye una imagen brutal, vinculando el atentado de la parisina sala Bataclan con el del aeropuerto de Bruselas. Podemos verla aquí al lado y resulta perturbadora: el logo de Zaventem es muy parecido al rastro de sangre de los asesinados en esta sala de conciertos. ¿Quién se tomó la molestia de arrastrar los cadáveres para formar este extraño dibujo?
- ¿De qué has hablado con Everard? ¿De magia negra?
- De muchas cosas. A medida que van pasando los días, y gracias a Internet principalmente, van apareciendo informaciones que los grandes medios de comunicación cuentan luego a medias o reinterpretadas y "explicadas lógicamente"... O, simplemente, no cuentan. Por ejemplo, se repite la pauta de que los terroristas eran criminales fichados por la Policía, lo cual es absurdo porque tenían muchas más posibilidades de haber sido detenidos previamente, riesgo que se podría haber evitado fácilmente utilizando desde el principio a asesinos "nuevos" y desconocidos por los agentes de la ley. También la pauta de los hermanos y la del material tontamente dejado atrás en lugar de a buen recaudo y a disposición para los siguientes "mártires": desde rastros de explosivos hasta banderas de Daesh. ¡Y hasta notas de suicidio, un auténtico sinsentido propio de un mal guión de serie
televisiva! Y respecto a los atentados propiamente dichos, también hay algunos aspectos sin explicar. Por ejemplo, si las bombas iban en las maletas de los supuestos suicidas, ¿cómo es posible que en las imágenes de los atentados se vean los cristales rotos en la parte superior de la fachada acristalada, pero no en la inferior? ¿O cómo es que seguían funcionando los paneles luminosos? ¿Acaso, como sugiere Everard, las bombas reales estaban en otra parte, por ejemplo en los conductos de aireación?
- A mí me llamó especialmente la atención las declaraciones del presidente turco... -apunto, en referencia a la llamativa revelación de Recep Tayyip Erdogan de que su país detuvo a uno de los autores de los ataques de Bruselas en junio de 2005 y fue deportado a Bélgica, cuyas autoridades lo dejaron libre y según parece sin vigilancia alguna-
- Sí, es revelador, pero nadie ha hecho hincapié en ello, ni en algo mucho más interesante: el 18 de marzo, apenas 4 días antes de los atentados en Bruselas, Erdogan dio un discurso en el 101 aniversario de la Batalla de Gallipoli, en el que dijo textualmente que "no hay ninguna razón por la que la bomba que explotó en Ankara no pueda explotar en Bruselas..., o en cualquier otra ciudad europea". Increíble ¿no? Sobre todo cuando hace meses que fueron denunciados sus vínculos personales con el negocio del petróleo que los líderes del Daesh exportan a Europa a través de Turquía...
- Esto cada vez huele peor.
- Pues aún vas a oler más. Everard me dijo de qué iba a tratarse durante la reunión en el parlamento europeo. En el orden del día figuraba nada menos que un debate sobre la situación en Palestina, con presencia del ministro de AA.EE. palestino Riad Al-Malki. Se estudiaría la reconciliación entre diferentes facciones palestinas, la situación económico y humanitaria en los, cito textualmente, "territorios palestinos ocupados" posibilidad de reimpulsar el llamado proceso de paz y, aún más importante, la intención de algunos gobiernos europeos de reconocer oficialmente de una vez a Palestina como Estado... Por supuesto, los debates se suspendieron.
- ¿Qué me dices? -respondo con la boca abierta, antes de abalanzarme a Internet y conseguir la siguiente captura de imagen reproducida a continuación que recoge claramente la agenda truncada del día en la que por cierto también aparece el Gran Muftí de Egipto Shawki Ibrahim Abdel-Karim Allam,
invitado a participar también para hablar sobre la situación en la región...
- De todas las fechas posibles -plantea Mac Namara- ¿por qué iban a atacar Bruselas unos musulmanes radicales convencidos precisamente el mismo día en el que comparecen dos de los principales contrincantes políticos de los intereses de Israel para recabar la ayuda de la UE en el interminable conflicto de Oriente Medio? Esto me recuerda que los asesinatos de la revista 'Charlie Hebdo' que casi te pillan en París el año pasado se produjeron apenas dos meses después de que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu advirtiera a Francia de que era muy mala idea reconocer a Palestina, como había planeado hacer el gobierno francés. Y, por cierto, todo esto me hace preguntarme cómo es posible que yihadistas convencidos tengan capacidad para operar a miles de kilómetros de sus bases, en pleno corazón de la superblindada Europa, mientras que nunca han intentado nada contra su en principio peor y más próximo enemigo, que es el propio Estado de Israel.
- Es evidente que faltan piezas del rompecabezas.
Sí, faltan piezas y las que hay sobre la mesa puede que ni siquiera pertenezcan al mismo rompecabezas. Mi gato conspiranoico me explica otro punto oscuro sobre el que tuvo oportunidad de disertar con Everard: cuando los terroristas del Daesh se ufanan por la autoría de un atentado, ¿cómo sabemos que es del Daesh? ¿Quién es el portavoz de esos terroristas? Y si existe ese portavoz en un país occidental, ¿cómo es que no ha sido detenido?
- La única fuente oficial de estos terroristas es su propia agencia de noticias, Amaq, que publica en árabe. Pero... Me explica el investigador inglés que el 90 % de sus informaciones son divulgadas en Occidente básicamente por dos personas. Una de ellas se llama Rita Katz, que lleva una web ubicada en Washington y que publica artículos en distintos medios sobre esta crisis y que se supone posee fuentes directas con la susodicha agencia a través de la aplicación telefónica Telegram. La otra persona se llama Ian... Ian Katz, que trabajaba en The Guardian y ahora lo hace en la BBC. Si ellos publican tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido, sus respectivas áreas de influencia, que un atentado lo ha hecho el Daesh, todos los grandes medios de comunicación dicen que lo ha hecho el Daesh. Y detrás dicen lo mismo los medios franceses, alemanes, españoles, italianos, etc.
Mi gato y yo hablamos sobre esto y otras cosas durante horas. Luego me quedé solo, reflexionando una vez más sobre lo fácil que resulta manipular las emociones de las masas a través de los medios de comunicación. Muchas de las técnicas de manipulación y ocultación, además de algunos datos supuestamente considerados como históricos por el común de los mortales cuando son más falsos que un billete de cuatro euros, las aprendí trabajando con cierto erudito alemán, a quien conocí estrechamente y con el que sigo manteniendo el contacto aunque de manera esporádica, que hoy pasa sus días alejado del mundo en una institución retirada junto a los Alpes.
En cierta ocasión, hablando acerca del tema de las abducciones extraterrestres, me apuntó la siguiente explicación: "el uso de la hipnosis regresiva y otras instrucciones similares para 'recordar' memorias 'enterradas' en los pliegues del cerebro puede ser útil pero la mayoría de los investigadores no las emplean correctamente porque se ciñen a la primera capa de ocultación". Cuando le pregunté qué era eso a lo que llamaba capas de ocultación, me explicó que es posible sobreescribir la memoria consciente para "recordar" algo que nunca sucedió (de hecho, es algo que está demostrado incluso con experimentación científica reciente), pero la mayoría de especialistas no suele ir más allá de esa primera capa, cuando puede haber varias más por debajo y sólo la más profunda es la real. Cuántas se pueden acumular una sobre otra, es difícil decirlo pues "depende del estado mental del sujeto y de la importancia de lo que se quiera grabar sobre su cerebro 'original' por así decir." La cosa se complica todavía más cuando sabemos que el pasado puede ser alterado "en pedazos": es decir, conservando algunos datos reales y alterando otros, aunque el recuerdo de la persona mantenga la continuidad como si todos fueran parte de la misma secuencia original.
En el caso de las abducciones, "imagínate que practicamos la hipnosis regresiva con el clásico sujeto que dice haber visto una luz enorme en el cielo mientras conducía por una carretera solitaria y lo siguiente que le viene a la mente es que está seis o siete horas después en otro sitio muy diferente de la carretera y además es incapaz de recordar lo que ocurrió en ese intervalo. Es más, a veces cuanto más lo intenta, mayor es el dolor de cabeza. Bien, la hipnosis dice que la luz era un ovni que de alguna forma lo atrapó y en el cual viajaban unos extraterrestres cabezones que se llevaron al sujeto al interior para practicar con él extraños experimentos y luego borraron su recuerdo... ¡Impresionante historia! Tanto el hipnotizador como el sujeto la dan por buena y se convierte en una prueba irrefutable de lo ocurrido". Sin embargo, las capas de ocultación explicarían lo sucedido de otra forma, según me explicaba este erudito pues, si fuera posible (según él, lo es, aunque no sé cómo) hipnotizar al ya hipnotizado sujeto, es decir llevarle un nivel más "abajo" de su propia mente, descubriríamos que la historia de los extraterrestres podría ser una tapadera perfecta para otro tipo de operación. Por ejemplo, cierto gobierno de cierto país podría estar desarrollando cierto programa de experimentación mental con sus propios ciudadanos, utilizándolos como cobayas humanas. Y, para que éstos no lo descubrieran, les harían creer en una historia fantástica ("los humanos son muy aficionados a creer en historias fantásticas y, cuanto más fantásticas, mejor" me insistía el erudito alemán una y otra vez) sobre manipulaciones alienígenas.
Resumiendo: este gobierno ensaya manipulaciones mentales sobre un sujeto. Luego "hipnotiza" al sujeto para que borre de su recuerdo que ha sido capturado y sometido a experimentación por otros sujetos como él y en lugar de ello piense que han sido extraterrestres (la "luz en el cielo" que se le apareció pudo ser la de un potente foco instalado en un helicóptero, no la emitida por un ovni, sin ir más lejos). Después "rehipnotiza" al mismo sujeto para que "olvide" su traumático encuentro con los "alienígenas". De esta manera, si alguna vez la primera capa (la del olvido) se resquebraja o es perforada por un hipnotizador, los "recuerdos" que aparecerán en el sujeto serán falsos y fantásticos pero capaces de explicar lo sucedido. Y no seguirá indagando debajo de esta segunda capa (la de la abducción) para averiguar lo que de verdad sucedió (que fue atrapado por investigadores terrestres de un programa secreto). Todo ello, suponiendo que la mente del sujeto se encuentre en buenas condiciones, pues este tipo de fracturas de la memoria puede terminar enloqueciéndole.
Toda esta digresión tiene bastante que ver, aunque no lo parezca, con lo de Bruselas. Los últimos atentados en la capital belga son continuación de una larga estrategia en la que muchas de las cosas que creemos aparentemente claras no lo son en realidad. Aquí tenemos otra enorme manipulación: capas debajo de capas. Máscaras y decorados para confundir, para marear y desorientar... Algunos detalles son tan extravagantes, tan sarcásticos, como la aventura de ese misionero mormón norteamericano de 19 años que estuvo presente en Boston durante el atentado de la maratón, en París durante los atentados de 2015 y, ahora, en Bruselas, donde resultó herido en el aeropuerto. Un misionero cuyo nombre es... Mason. Mason Wells.
En el salón suena una canción de Franco Battiato, de su disco Il vuoto (El vacío). Canta aquello de ti voglio recordar che/niente è como sembra/niente è come appare/perché/niente è real...
O, lo que es lo mismo:
Quiero recordarte que/nada es como se presenta/nada es como se aparece (ante nosotros)/porque/nada es real...
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