Hace más o menos un año aportamos en esta misma bitácora algún dato interesante sobre la forma en la que los ciudadanos occidentales son manipulados de forma bastante artera con las dramáticas imágenes que algunos gobernantes de África se han acostumbrado a exportar periódicamente para provocar riadas de donaciones de los países "ricos" (los europeos especialmente) con las cuales NO ayudar a su población sometida a todo tipo de desgracias por la pobreza, el hambre y la guerra, sino más bien engordar sus particulares cuentas corrientes y seguir viviendo como auténticos y miserables sultanes a costa de la desgracia de sus connacionales.
Recuerdo por ejemplo ese informe en concreto elaborado por Human Rights Watch acerca del incalificable comportamiento de la mafia encabezada por el "eterno" primer ministro de Etiopía, el dictadorzuelo Meles Zenawi. Un documento al que la mayoría de medios de comunicación (los mismos que se recrean ofreciéndonos esas espantosas imágenes de gente muriéndose literalmente de hambre) le puso sordina cuando no lo ignoró olímpicamente, sin más. Es sarcástico que pocos meses después de la aparición de este informe, el gobierno etíope lanzara, a través de las ONGs multinacionales que por lo general colaboran con él (conscientes o no de lo que pasa de verdad en Etiopía) su enésimo y gimoteante llamamiento a la "solidaridad" y la ayuda "humanitaria". Es, por cierto, muy significativo también que muchas de estas ONGs no acepten, a la hora de donar ayuda, nada más que dinero.
Como los pobres etíopes no tienen petróleo, ni gas, ni una posición estratégica, ni nada en general que interese a los que mandan en el mundo, ninguna de las llamadas democracias occidentales se plantea organizar y apoyar un golpe de Estado con la consiguiente "guerra de liberación contra el tirano" que podría cambiar la situación, de la misma forma que lo han hecho en el dramático caso de Libia, o como se proponen hacer en Siria, donde terminará de estallar en cuanto queden "libres" las tropas europeas para desplazarlas desde el norte de África hasta el este del Mediterráneo. Por cierto, recuerdo que hay tropas españolas en territorio libio... ¡Y hace mucho que no oigo a ningún partido español "de izquierdas" protestar ni montar manifestaciones contra la presencia (recuerdo que presencia indefinida, además) de los militares españoles que están interviniendo en Libia mientras el hipócrita "campeón del pacifismo" que todavía preside el gobierno en Madrid acaba de acordar prácticamente la cesión de una base militar española a la OTAN.
La tomadura de pelo a los ciudadanos occidentales, no sólo desde Etiopía sino desde otros países africanos (o de cualesquiera otras partes del mundo que sufren una situación similar) no es nueva, pues, y por eso no me ha sorprendido demasiado descubrir una interesante entrevista que publicó Der Spiegel, la más prestigiosa revista alemana, nada menos que ¡en abril de 2005! Entrevista que pasó completamente inadvertida en su momento a pesar de las contundentes verdades que se vertían en ella.
El protagonista es el kenyata James Shikwati, aquí a la izquierda, uno de los inteligentes directores, junto con su colega Benjamin Keah y el tanzano Bakari Machumu, del IREN (Inter Region Economic Network o, lo que es lo mismo, la Red Económica Interregional), uno de los principales think tanks independientes (si es que alguno lo es) del continente negro, y cuya intención es impulsar ideas y estrategias para tratar de incrementar la prosperidad de los africanos a través de políticas públicas no corruptas y la libre empresa. Destaco a continuación algunas de las ideas que Shikwati concedió a los periodistas germanos porque no tienen desperdicio.
1º) Las ayudas, tal y como se aplican en la actualidad, no eliminan la pobreza:
"Der Spiegel: Señor Shikwati, los miembros del G8 reunidos en Gleneagles van a tratar cómo mejorar las ayudas para África.
Shikwati: ¡Por el amor de Dios, parad eso ya!
Der Spiegel: ¿Pararlo? Pero las naciones occidentales ricas pretenden eliminar el hambre y la pobreza...
Shikwati: Esas intenciones han perjudicado a nuestro continente durante los últimos cuarenta años. Si las naciones occidentales quieren ayudar de verdad a las africanas, deberían terminar con sus horribles ayudas. Los países que más ayudas han recibido son precisamente los que están en una situación más deficiente. Han arrojado miles de millones sobre África y a pesar de eso nuestro continente sigue instalado en la pobreza."
2º) El principal problema es la corrupción:
"Shikwati: Las desmedidas burocracias africanas se financian gracias al dinero en ayudas para el desarrollo, que sólo sirve para promover la corrupción y la autocomplacencia. A los africanos se les enseña a ser mendigos en lugar de enseñarles a ser independientes. Además, la ayuda de los países desarrollados debilita los mercados locales y destruye el espíritu empresarial que necesitamos desesperadamente. Es tan absurdo como se lo digo: la ayuda al desarrollo es una de las principales razones para explicar los problemas de África. Si los países occidentales cancelaran sus transferencias de dinero, los africanos corrientes ni siquiera se enterarían. Sólo los funcionarios y los burócratas. Por eso son éstos los que defienden la necesidad de las ayudas y defienden que el mundo dejaría de girar si se suspende la ayuda a África."
3º) Los africanos deben ayudarse a sí mismos en lugar de depender, mal, de la ONU:
"Shikwati: Tienen que ser los propios kenyatas quienes ayuden a la gente que pasa hambre en su país. Cuando hay una sequía en alguna región aquí, nuestros corruptos políticos gritan más alto por más ayuda. La petición llega al Programa de Alimentos de la ONU (...) y poco después miles de toneladas de cereales son remitidas a África (...) y van a parar al puerto de Mombasa. Una porción de esos cereales va directamente a las manos de políticos sin escrúpulos que luego lo entregan a sus clientes políticos para impulsar sus maniobras electorales. Otra parte va a parar al mercado negro donde se vende a precios extremadamente bajos y los granjeros locales no pueden competir con ellos por lo que tienen que dejar sus azadas. Los granjeros se hunden y precisamente por eso Kenya se quedará sin reservas para la posible nueva hambruna del año próximo. Un ciclo simple, pero mortal.
Der Spiegel: Pero si el Programa de Alimentos de la ONU no enviara esos alimentos, la gente moriría de hambre...
Shikwati: No, no lo haría. Sin esas ayudas, los kenyatas se verían forzados a iniciar relaciones comerciales con Uganda o Tanzania y a comprar allí la comida que se necesitara. Este tipo de comercio es vital para nosotros. Nos obligaría a mejorar nuestras infraestructuras y haríamos nuestras fronteras, impuestas por los países europeos, más permeables. Así podríamos impulsar también leyes que fomentaran el libre mercado."
4º) Por cierto, África no es precisamente un continente pobre:
"Shikwati: El hambre no debería ser un problema para la inmensa mayoría de países subsaharianos. Es más, contamos con gran cantidad de recursos naturales: petróleo, oro, diamantes. Siempre se representa África como el continente del sufrimiento, pero la mayoría de las cifras exageran la realidad. En las naciones ricas la idea imperante es que África s ehundiría sin la ayuda al desarrollo pero, créame, África ya existía antes de que los europeos la descubrieran y no vivíamos tan mal (...) Debemos dejar de vernos a nosostros mismos como pedigüeños, como víctimas. Nadie puede imaginarse a un africano como empresario. Para cambiar esta situación, sería muy útil que las ONGs se marcharan.
Der Spiegel: Si lo hicieran, se perderían muchos trabajos inmediatamente.
Shikwati: Muchos trabajos que fueron creados artificialmente y distorsionan la realidad. Los trabajos que dan las ONGs son bastante populares, claro, y pueden llegar a ser muy selectivos a la hora de escoger a la mejor gente (...) Así, tienes a un bioquímico africano haciendo de chófer para un miembro de uan ONG, encargado de distribuir comida que obligará a los granjeros locales a abandonar sus trabajos con sus cosechas. Es simplemente demencial."
5º) Y, por supuesto, como en el resto del planeta, el gran negocio del SIDA:
"Shikwati: Si uno se creyera todos los informes catastrofistas, todos los kenyatas deberían haber muerto a estas alturas. Con las últimas pruebas que se están llevando a cabo en todo el país se demuestra que las cifras estaban muy infladas (...) La malaria es un problema tan importante o más que el SIDA, pero la gente pocas veces habla sobre ella (...) El SIDA es un gran negocio, quizás uno d elos mayores de África. Nada genera tantas ayudas al desarrollo como unas impactantes cifras de seropositivos. Aquí el SIDA es una enfermedad política (...) millones de dólares destinados a la lucha contra la enfermedad aún están guardados en los depósitos bancarios de Kenya sin ahber sido empleados pues nuestros políticos se sintieron 'abrumados' con tanto dinero y decidieron desviar todo lo que pudieron. Recuerde al último tirano de la República Centroafricana, Jean Bedel Bokassa, que cínicamente lo resumió diciendo: 'El gobierno francés lo pagó todo en nuestro país. Pedimos dinero a los franceses, lo obtuvimos..., y luego lo gastamos."
Y esa conclusión demoledora, en la que coincidimos Shikwati y yo, aunque personalmente no le había leído hasta ahora y dudo mucho de que él me haya leído a mí alguna vez, lo que viene a demostrar que cuando se analiza algo fríamente se llega a la misma conclusión:
"Me temo, sin embargo, que el dinero seguirá siendo transferido. Al fin y al cabo, tiene que destinarse a algún lado. Por desgracia, la devastadora necesidad de los europeos por 'hacer el bien' no puede ser rebatida racionalmente (...) Pero si realmente quieren combatir la pobreza, deberían paralizar por completo la ayuda al Tercer Mundo en África y darle una oportunidad para que consiga su propia supervivencia (...) África debería sustentarse sobre sus propios pies..."
Por cierto, el malo "de moda" últimamente, el exlíder libio Muamar El Gadaffi, fue en los últimos años uno de los principales impulsores de esa independencia política, económica y comercial africana, a través por ejemplo de la Organización de Estados Africanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario