Menuda charla que me dio anoche Mac Namara a propósito de la crisis. Después de una jornada intensa y con mucho trabajo, yo llegaba al apartamento frotándome las manos ante el plan que había elaborado durante toda la tarde: asumir por unas pocas horas el papel de un humano corriente y sentarme en camiseta y zapatillas ante la "caja tonta", con una pizza barata en la bandeja, para dejarme hipnotizar por alguna estúpida película de tiros y/o monstruos. Esperaba encontrar en semejante estado de alelamiento inducido un sosiego próximo al Nirvana por cuanto la idea era que mi conciencia desconectara completamente de mi realidad inmediata... Pero hete aquí que nada más llegar me encuentro a mi gato conspiranoico dando vueltas, enfurecido, con ese aire peligroso que a veces se le pone de Tigre-de-Bengala-al-que-un-incauto-explorador-acaba-de-pisar-un-callo.
- ¡Qué pedazo de sinvergüenzas! ¡Por el templo de Bubastis, qué pedazo de sinvergüenzas! -y, en cuanto me vio entrar, antes de que yo dijera nada, añadió:- ¿Has visto lo último del gobierno británico? Me lo acaba de contar mi primo Wilson, Robert Anton, que vive en Cornualles y se enteró por 'The Sunday Telegraph'... Nos metíamos con el brujo de Blair y con su sucesor, el tuerto pirata Marrón, pero es que el Cameron que les ha sustituido pertenece a la misma ralea. Cameron..., Cameroncito de la Isla... ¡Todos los británicos son unos piratas!
- Pero, tranquilízate Mac Namara..., ¿qué ha pasado? -conseguí introducir mi cuña.
- ¡Están vendiendo los bosques! -ante mi gesto de incredulidad e incomprensión, mi gato contó la historia:- Resulta que para reducir el déficit enorme del Reino Unido no se les ha ocurrido otra cosa que vender, literalmente, pedazos del país..., de un país que no les pertenece a ellos, sino a todos los ciudadanos. ¡En teoría! De aquí al 2020 quieren deshacerse de más o menos la mitad de las 748.000 hectáreas de bosques que actualmente controla la Comisión Forestal pública. Y además presentan este plan, los muy jetas, a través de la ministra del Medio Ambiente, Carline Spelman. La presunta ministra, diría yo. ¿Los compradores se encargarán de mantener los bosques, aunque sea como negocio? ¡Qué va! Ya dan por sentado que la mayoría, si no todos, desaparecerán para dejar paso en su lugar a campos de golf, urbanizaciones y parques de ocio y aventuras, aparte de la tala comercial de los árboles. ¿Te das cuenta de lo que significa eso? Las leyes por las que se cuidan y controlan los bosques británicos aparecen ya recogidas en la Carta Magna de 1215. ¡Entonces sí que eran medioambientalistas, y no ahora el Cameroncito de la Isla y su ministra Spelman/excavadorawoman! ¿Qué diría Robin Hood si viera su amado bosque de Sherwood reducido a campo de golf, de nuevo en manos de los herederos del malvado sheriff de Nottingham y el cruel reyezuelo Juan? Y lo peor de esto es que Londres, como siempre, está dando ideas al resto de países europeos para que hagan lo propio. Quieren reducir Europa a un erial salpicado de cemento y alquitrán...
- ¿No crees que estás exagerando un poco? -conseguí intervenir- Es un plan para reducir el déficit. Está por ver cómo se va a desarrollar y con qué garantías. Además, la crisis económica es la crisis económica y hay que encontrar la forma de...
-¡La crisis económica es un cuento! -me cortó- Lo que hay es una crisis financiera..., e inducida, no gratuita. Igual que sucedió en 1929. Tienes productos y bienes de consumo, tienes infraestructura para hacerlos llegar al mercado, tienes público en ese mercado para comprarlos..., ¿qué es lo único que falta y la clave de todo? El dinero. ¿Y quién controla el dinero? ¿Quién lo ha retirado de circulación, hoy igual que a finales del segundo decenio del siglo pasado, con la intención obvia de apoderarse de una mayor parte de todo el circuito? Bueno, de apoderarse de eso y de "purificar" la inmensa cantidad de dinero falso que circula por el mundo...
- Te refieres al dinero virtual -apunté; ya conozco sus argumentos.
- Obviamente: todas esas cantidades de dinero generadas artificialmente por las entidades financieras y que no existen más que como asientos contables aunque los ciudadanos no iniciados crean la ilusión de que son legales... Todas esas cantidades que son las culpables de la codicia y la avaricia con que se han conducido tantos "ilustres" apellidos de la finanza en los últimos años... Antigüamente circulaban 9 unidades monetarias virtuales por cada 1 real en los mercados, al límite del sistema, pero el desmadre de los últimos tiempos había disparado el circulante a 15, 20 ó quién sabe cuántas unidades irreales por cada 1 verdadera. Eso hay que re-ajustarlo para evitar que todo el sistema salte en pedazos. Y para ello hay que reducir el dinero disponible para la gente.
-Sí, ya, lo de "Quiero la Tierra más el 5 %" -cité el famoso texto que explica los secretos del negocio financiero y que se puede encontrar con facilidad en Internet, para mostrarle que estaba interesado y así calmarle.
- Es increíble cómo la gente no se hace la reflexión que conduce a las demás preguntas y a las respuestas consiguientes...
- ¿Cuál?
- Muy sencillo: se supone que un país está endeudado porque hay otro país que es deudor. Unos países deben a otros y en teoría las finanzas mundiales deberían casar como las piezas de un rompecabezas si uniéramos los "debe" de unos con los "haber" de otros... Pero resulta que todos los países del mundo, absolutamente todos, tienen deuda externa, están endeudados y es obvio que no lo están entre sí. Entonces, ¿quiénes son los deudores? ¿En manos de quiénes están todos los gobiernos del mundo, en mayor o menor medida? ¿Y qué poder tiene, realmente, esa gente, que puede obligar a vender literalmente pedazos de un país para afrontar semejantes deudas?
- Bueno -argumenté, intentando pulir su dramatismo-, siempre nos quedará la opción de invertir los ahorrillos en Bolsa, a ver si tenemos suerte, pegamos un "pelotazo" y resolvemos nuestra situación particular.
- ¡Error! Y por partida doble además -bufó Mac Namara-. En primer lugar, esa actitud especulativa de sacarle dinero al dinero, sin obtener ningún bien productivo entre medias, es la que nos ha conducido a la crisis financiera. En segundo lugar, no sé si lo sabes pero la Bolsa está ya, también, en manos de las máquinas...
- No me digas que ya ha empezado la guerra contra los Terminator...
- ¡Ignorante! Lo que no sabes es que la inmensa mayoría de las transacciones financieras ya no pasa por las manos de jóvenes brokers de tirantes, camisas remangadas, tazas de café en una mano y teléfono en la otra para gritar: "Compra, vende". No..., la Bolsa hoy funciona gracias a ordenadores programados y almacenados en edificios ultramodernos como el que está construyendo Atlantic Metro Communications cerca de Wall Street (y que le costará, al cambio, cerca de 80 millones de euros). Esos ordenadores compran y venden con ayuda de complicados algoritmos o métodos de cálculo informático todo tipo de activos financieros en milisegundos. Rastrean todos los mercados a todas horas buscando tendencias en la evolución de los precios de las acciones o anormalidades que supongan oportunidades de negocio. Por ejemplo, pueden detectar que la acción de una empresa cotiza durante unos segundos un par de céntimos más cara en la Bolsa de Nueva York que en la de Madrid y automáticamente compra en Madrid y vende en Nueva York en la mayor cantidad posible. Y muchos céntimos suman muchos dólares... Así, constantemente. Además, como son máquinas, analizan los riesgos fríamente, sin dejarse llevar por el pánico, y siempre suelen ganar. El sistema era desconocido para el público, pese a ser, hoy día, el que mejor funciona en el mercado financiero... Empezó a usarse en 2004 y hoy, según la revista del sector 'Institutional Investor', hasta el 70 por ciento de todas las transacciones en EE.UU. se realizan así. Sin embargo, no lo descubrimos hasta la detención del ciudadano norteamericano de origen ruso Sergei Aleynikov.
- ¿Quién es ese tipo?
- Trabajaba como programador de ordenadores del Banco Goldman Sachs y robó el algoritmo empleado por los ordenadores de esta entidad financiera, una de las más importantes del mundo, para sus inversiones. Con ese método de cálculo, Goldman Sachs gana millones y millones de dólares cada año. Aleynikov no tenía mal sueldo (unos 400.000 dólares anuales) pero recibió en 2009 una oferta de Teza Technologies para irse a trabajar con ellos. Una oferta que no pudo resistir, de un millón cien mil dólares anuales. Así que hizo la maleta y, dentro de ella, metió el algoritmo famoso, que le pedían sus nuevos patronos... Como es obvio, Teza Technologies no sentía especial cariño por Aleynikov, sino por su algoritmo: por eso le pagaban tanto en su oferta. Pero le pillaron, y ahora afronta una posible condena de unos diez años de cárcel.
Me acordé del famoso tema de Pink Floyd, cuando cantaban aquello de "Money, it's a crime/Share it fairly/But don´t take a slice of my pie./Money, so they say/is the root of all evil./Today." ("El dinero es un crimen, comparte bastante/pero no tomes un pedazo de mi pastel./El dinero, según dicen/es la raíz de todos los males./Hoy.")
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