Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes.

jueves, 24 de febrero de 2011

La mujer de otra dimensión, 3ª parte

Iba a escribir hoy sobre otro asunto pero la actualidad manda y la actualidad se relaciona con una entrevista que me ha enviado por correo electrónico una colega de la Universidad de Dios y que está probablemente relacionada (ya he dado la pista en el título del comentario, así que no es ninguna sorpresa) con el caso de Luz, la mujer que se pasea entre dimensiones como quien cambia de departamento en unos grandes almacenes. Creo que es la primera vez en el blog que el mismo asunto ocupa tres artículos casi consecutivos pero me dejo llevar por las circunstancias porque hay varios lectores que han quedado intrigados con esta historia y quieren saber más y más (pero mucho mááás...).

Lo que sigue podría ser una explicación a la experiencia de esta mujer, al tiempo que una excursión a las siempre escurridizas y alucinantes fronteras del espacio-tiempo en el mundo cuántico: ese territorio inexplorado en el que que sólo se internan los exploradores de la ciencia de vanguardia (al igual que en tiempos pretéritos lo hicieran los de la ciencia arcana). El texto que me remitía mi colega se publicaba en la sección de La Contra del diario La Vanguardia de la que ya hemos hablado en alguna ocasión por la proliferación de personajes heterodoxos y difíciles de encontrar en otros medios de comunicación que aparecen publicados en ella. Las preguntas, en esta ocasión, son para el francés Jean Pierre Garnier Malet, que es calificado como "padre de la teoría del desdoblamiento del tiempo" (reconocido como tal tras la publicación de sus trabajos en la prestigiosa revista científica neoyorquina American Institute of Physics, en 2006) y, no, no estamos ante un científico loco escapado de un relato de Lovecraft sino ante un señor de 70 años con una trayectoria contrastada a sus espaldas que incluye un doctorado en Física y una especialización en mecánica de fluidos. Pero dejemos que sea él mismo quien hable...

* "Mi teoría explica que (...) tenemos dos tiempos diferentes al mismo tiempo: un segundo en un tiempo consciente y miles de millones de segundos en otro tiempo imperceptible en el que podemos hacer cosas cuya experiencia pasamos luego al tiempo consciente. Esto sucede sin enterarnos: adquirimos una síntesis instantánea de un análisis que he realizado en otro tiempo aunque no tenga la memoria de ello (...) en cada instante presente poseo un tiempo imperceptible en el cual fabrico un futuro potencial, lo memorizo y en mi tiempo real lo realizo."

* "Tenemos la sensación de percibir un tiempo continuo. Sin embargo, tal y como demuestran los diagnósticos por imágenes, en nuestro cerebro se imprimen solamente imágenes intermitentes. Entre dos instantes perceptibles siempre hay un instante imperceptible. Como en el cine, que vemos 24 imágenes por segundo y la 25 no la vemos, es subliminal. En publicidad se ha empleado ese tipo de imágenes para influir con éxito en nuestro comportamiento, lo que demuestra que lo subliminal es accesible a nuestra memoria. El desdoblamiento del tiempo ha sido probado científicamente y la teoría ha dado justificaciones a escala de partículas y a escala de sistema solar (...) El fenómeno del desdoblamiento del tiempo nos da como resultado el hombre que vive en el tiempo real y en el cuántico, un tiempo imperceptible con varios estados potenciales: memoriza el mejor y se lo transmite al que vive en el tiempo real."

Garnier reunió sus experiencias en el libro Cambia tu futuro por las aperturas temporales. Aunque los párrafos anteriores puedan sonar un tanto extraños e incluso incomprensibles para los neófitos, hay que precisar que gracias a su teoría del desdoblamiento temporal los científicos han logrado explicarse situaciones muy concretas. Por ejemplo, la llegada al cinturón de Kuiper de una serie de planetoides que se relacionan con las explosiones solares de envergadura. Pero lo que más nos interesa en este momento radica en el siguiente párrafo, el que más luz arroja sobre el caso de Luz (valga la redundancia):

* "Podríamos decir que entre el yo consciente y el yo cuántico se da un intercambio de información que nos permite anticipar el presente a través de la memoria del futuro. En Física esto se llama hiperincursión y está perfectamente demostrado. (...) En los años 20, Paul Langevin demostró que si un gemelo viajaba a la velocidad de la luz, envejecía menos que el que se quedaba quieto. A Langevin no le creyeron. Hubo que esperar cincuenta años: en 1970, gracias a los relojes atómicos, se comprobó esa ley (...) Si puedo viajar a velocidades prodigiosas, un microsegundo se convierte en un día entero. Cuando regreso, no sé si me he ido, puesto que he estado ausente un microsegundo (...) Otra propiedad conocida en Física es la dualidad de la materia: es decir, una partícula es a la vez corpuscular, un cuerpo, y ondulatoria, una energía. Somos a la vez cuerpo y energía, capaces de ir a buscar informaciones a velocidades ondulatorias (...) cuando estamos más profundamente dormidos y tenemos nuestra máxima actividad cerebral, se da el intercambio entre el cuerpo energético y el corpuscular. Y es ese intercambio el que permite arreglar el futuro que ha creado durante el día, lo que hace que al día siguiente su memoria esté transformada (...) ese intercambio de información permanente es el que crea el instinto de supervivencia y la intuición." 


¿No contaba Luz que todo empezó al levantarse un día de la cama y de pronto las cosas habían cambiado respecto a la noche anterior? Y, recordemos, un microsegundo convertido en un día entero... ¿significa que unas horas de sueño no equivaldrían, en ese estado alternativo, a los meses perdidos por nuestra desorientada viajera espaciotemporal? 

No acaba ahí la cosa. Jean Pierre Garner Malet aún añade algunos detalles interesantes sobre sus investigaciones, aunque en otro ámbito diferente (si bien muy importante para los seres humanos en general):


* "Si por ejemplo pienso en una catástrofe, ese potencial hecho ya se ha inscrito en el futuro y puede sufrirla usted u otro. De manera que la conclusión es: 'No pienses en hacer a los demás lo que no quisieras que los demás pensaran en hacerte a ti'. No es una ley moral ni filosófica, es una ley física."


Es decir, no es que tengamos que ser "buenos" para evitar las llamas del Infierno y poder reunirnos con el dios barbudo y vestido con túnica blanca que se supone vive en las nubes, sino porque simple y llanamente nos interesa ser buenos para que las cosas nos vayan bien en la vida...  Y aún queda otro consejo muy llamativo, que explica el porqué de que alguien se inventara oraciones para antes de dormir del estilo de la de "Cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos que me la guardan..."


* "Controlar el pensamiento es muy difícil de día, pero justo antes de quedarnos dormidos tenemos un minuto y basta con que controlemos durante ese minuto: ésa es la manera de conectar con esa parte energética, llamémosla el doble, para pedirle que solucione los problemas. No es una oración, sino una relación, y hay que dejar totalmente las riendas al otro: las noches están para eso. La noche no sólo permite borrar potenciales no deseados sino que también nos guía los pensamientos del día siguiente."


Ni el pulgar oponible, ni la inteligencia, ni la cultura, ni ninguna otra tontería similar. Es la conciencia..., la conciencia es la clave de todo: es lo que realmente nos hace humanos, en el sentido superior de la palabra.



En el álbum Come un cammello en una grondaia (Como un camello en un canalón), Franco Battiato cantaba, en 1991, una canción titulada L'ombra della luce (La sombra de la Luz):

Defiéndeme
de las fuerzas contrarias
en el sueño nocturno
cuando no soy consciente.
Cuando mi sendero se hace incierto.
Y no me dejes nunca más,
no me dejes nunca más.

Devuélveme
a las zonas más altas,
a uno de tus reinos de calma.
Es tiempo de escapar de este ciclo de vida.
Y no me dejes nunca más,
no me dejes nunca más... 

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