Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Alimento de los dioses

Desde la primera vez que la escuché, siempre me intrigó sobremanera esa interpretación vulgar que suele hacerse de la cadena alimenticia según la cual los vegetales se alimentan de la tierra, los animales se alimentan de los vegetales y los hombres se alimentan de los animales, que para eso se encuentran en lo alto de la cadena evolutiva. Yo pensaba: ¿y quién se alimentará de los hombres?  Cuando conocí a Mac Namara, mi gato conspiranoico, y le planteé la cuestión estuvo riéndose de mí un rato largo  (bueno, lo que yo interpreté como risa, porque los bufidos de los gatos también son muy especiales..., igual lo que hacía en realidad era despotricar contra mí por la ignorancia que le demostraba, todo es posible) antes de contestarme. Después de desahogarse, me miró fijamente con sus profundas y misteriosas pupilas azules y dijo:

- La secuencia correcta y completa es la siguiente: la Tierra se alimenta de la luz del Sol (porque la Tierra también es un ser vivo, ¿no lo sabías?), los vegetales se alimentan de la tierra y de la luz del Sol, los animales se alimentan de los vegetales, de la tierra y de la luz del Sol, los hombres se alimentan de los animales, de los vegetales, de la tierra y de la luz del Sol, y los dioses se alimentan de los hombres, de los animales, de los vegetales, de la tierra y de la luz del Sol... Y antes de que me preguntes, te diré que no te voy a contestar de quién se alimenta el Sol o quién se alimenta de los dioses, entre otras cosas porque eso te queda demasiado grande y no necesitas saberlo de momento. 

Semejante contestación me inquietó de todas formas, porque al estar cursando la carrera de Dios pensé que tendría que acabar alimentándome de los hombres y, la verdad, aquello me sonaba a canibalismo descarado.

- Estás demasiado verde para enteder eso -contestó Mac Namara con su displicencia habitual- pero para que vayas dándole un poco al cacumen piensa en toda la energía que gasta a diario el ser humano común y corriente.

- ¿Te refieres al gas o la luz, a los recursos naturales? -le pregunté, despistado.

- Y luego te quejas de que los exámenes de la carrera son difíciles... ¡Pero si es que no sé cómo os preparan para entrar en la Universidad de Dios...! -suspiró (o bufó o se rió o..., ya sabemos cómo son los gatos y etc.) antes de añadir en un tono de suficiencia:- Me refiero a la energía que irradia el ser humano. A su energía personal, vital. A ésa que debería ser para él y acaba siendo..., alimento para los dioses.

- Ah -contesté, como si le hubiera comprendido, y no insistí más por temor a quedar todavía peor de lo que ya estaba quedando.

Con el tiempo, y dándole vueltas a este asunto, he llegado a comprender algo de lo que Mac Namara me quiso decir, aunque es demasiado complicado explicar esto aquí y ahora (me encanta decir esa frase: hace que uno parezca saber más de lo que realmente conoce, jeje). Lo cierto es que me acordé de la anécdota leyendo cierta entrevista publicada por esa sección del diario La Vanguardia llamada La Contra de la que hablamos recientemente en esta bitácora y que sigue sorprendiéndome por la cantidad de gentes que pasan por ahí diciendo cosas interesantes sin que nadie les haga caso. En esta ocasión se trataba de una entrevista a Raymond Novaco, un catedrático de Psicología y Conducta Social de la Universidad de California especializado en el estudio de la ira y el enfado. Me llamó la atención la siguiente idea, que de inmediato relacioné con la conversación con mi gato paranoico: "La ira da energía al organismo, es una de sus funciones (...) da fuerza, poder pero (...) la ira consume tus recursos".


Más ideas interesantes de la entrevista de Novaco:

* "La ira es una emoción humana corriente, muy importante para vivir, aunque a menudo se confunde con la agresión, que es un comportamiento (...) la ira es un problema cuando es demasiado frecuente, intensa, rápida, duradera y se expresa violentamente. Es una emoción normal pero necesita regularse". Es muy interesante este carácter de normalidad: ya está bien de culpabilizar al personal por sufrir ataques de ira que, tal y como explica Novaco, los tenemos todos (excepto el autocastrado emocional) porque están en nuestro código emocional genético. Lo que hay que hacer no es ocultarlos o negarlos, sino aprender a controlarlos y reconducirlos en nuestro beneficio. Sublimarlos. Novaco sugiere el control a través de la reflexión.

* "En circunstancias difíciles puede ayudarnos a persistir, a no rendirnos. Y también tiene una función comunicativa (...) a veces las personas no se comunican hasta que aparece la ira por lo que el enfado es el vehículo para comunicar emociones negativas." Es bien triste que sólo podamos comunicarnos en estas circunstancias, pero así sucede en realidad. Tan "adelantados" y "desarrollados" que decimos estar en nuestra sociedad y resulta que jamás ha habido tanta gente sola y deprimida en el mundo... Y que "tras la ira hay alguien cuya perspectiva de vida es demasiado estrecha y que exagera la importancia de los acontecimientos".


* "No nos enfadamos sólo por lo que pasa, sino por el significado que le damos; y eso tiene que ver con el sistema cognitivo. En nuestra vida desarrollamos normas sobre cómo la gente debería comportarse y actuar. Y si te las saltas, hay quien se enfada (...) También influye el sistema conductual: según como actuemos, así pensaremos". Esto es en verdad muy importante, pues resulta fácil de comprobar: mucha gente se enfada horrorosamente ante el mismo suceso que a otras personas les deja indiferentes o que a unas terceras les encanta. Lo cual demuestra que el secreto para ser felices en la vida pasa entre otras cosas por no interpretar subjetivamente lo que sucede. Se entiende fácilmente con un partido de fútbol: supongamos que en el próximo partido entre Real Madrid y Barcelona ganan los blancos 2-0 a los azulgranas. El hecho es que los merengues han ganado un partido, y punto. Sin embargo, la interpretación de ese hecho (con la consiguiente inyección de alegría y satisfacción o ira y rabia o de simple indiferencia) depende mucho de que la persona que lo analice sea hincha de un equipo o del otro o de ninguno de ellos. Personalmente, conocí a un tipo, acérrimo fan del Barça, que enfermaba literalmente cada vez que su equipo perdía un partido importante (o que él consideraba importante) y al día siguiente no podía venir a trabajar porque de verdad no se encontraba en condiciones. ¿No es tremendo? Y hablamos sólo de fútbol: pensemos en los efectos de la política, la religión o la economía...

* Y una recomendación muy a tener en cuenta: "La vida es corta, si te pasas el día enfadándote pierdes muchas situaciones de disfrute. El enfado hay que guardarlo para cosas importantes (...) en una pelea a vida o muerte, además, es una desventaja (...) es importante creer en cosas más grandes que uno mismo, pues hay más alegría en dar que en recibir y la apreciación de la amistad y del amor te sostiene en la vida. Amor, gentileza y humor son unos buenos antídotos contra la ira".

Si todo esto lo sabemos, en el fondo, ¿por qué seguimos cayendo en la ira? De hecho, ¿por qué no hemos sido capaces de extirparla de nuestra sociedad? ¿A alguien le interesa que vivamos presos de ella? ¿Por qué?  

"Consume tus recursos", se repetía la frase en mi cerebro una y otra vez.

- Alimento de los dioses -ronroneó Mac Namara camino de la cocina.

2 comentarios:

  1. CUAN TA VER DAD ESTA EN TU DICHO !q!!

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  2. Muy interesante tu artículo, pero quiero incluir mis creencias, sobre la cadena alimenticia, haber si de esta manera le ganas una a tu querido Mac Namara: La Tierra se alimenta de la luz del Sol, los vegetales se alimentan de la tierra y de la luz del Sol, los animales se alimentan de los vegetales, de la tierra y de la luz del Sol, los hombres y los animales se alimentan de los vegetales, de la tierra y de la luz del Sol, y los dioses no requieren alimentarse, todos los demás son ellos mismos, a menos que eso te suene a alimentarse. Y te explico, por qué los hombres no se "deben" alimentar de los animales, porque ellos son un experimento fallido de lo que nosotros somos, es decir ensayo y error, finalmente nacimos nosotros, y lastimosamente en un momento muy oscuro decidimos alimentarnos de ellos y ser como ellos, y aun no nos hemos quitado esa idea...algunos más que otros (ojo: no te puedes comer a Mac Namara).
    Por otro lado la Ira si es un alimento, pero no de los dioses, para explicar esto debemos partir que el universo es muy ordenado y está dividido en 9 zonas, y de la misma manera nuestros pensamientos están ordenados de esa manera, y los mismos pululan en nuestra atmósfera buscando de quienes alimentarse, esta división tiene que ver con la frecuencia, vibración, sonido y más de cada una de ellas, y las más bajas pertenecen como bien sabemos a las más oscuras, entre ellas la ira, y esto si le va gustar a Mac Namara, desde tiempos atrás las fuerzas oscuras están tratando que estas prevalezcan en nuestro planeta, y han ideado miles de formas, las que más resultados les han dado son la acumulación de multitudes, en estadios, circos, guerras, protestas, etc. donde los pensamientos más perversos alimentan a los pensamientos más oscuros...EL SER UNO.

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