No seré yo quien llore la despedida del 2010: un año que trajo más problemas, puñaladas por la espalda y líos variados que sus predecesores y al que en consecuencia sólo puedo agradecerle una cosa: haberme hecho aún más fuerte (rememorando una vez más al genial Friedrich, el Gran Fritz), aunque sea a la fuerza. Durante los últimos meses, la Sombra de Mordor ha crecido sin pudor alguno y su Ojo llega hasta donde nunca antes había llegado, según me ha confirmado Mac Namara en los últimos días.
- Y lo que es peor, no parece que exista un gran contingente capaz de frenarla, un Último Batallón en condiciones, pues no hay rastro del paradero del Anillo Único y los Hombres Libres han reducido su número a la mínima expresión, aunque aún resisten, ahora y siempre, al invasor -añade mi gato conspiranoico.
En este remate de diciembre, en un ambiente frío y desagradable (y no me refiero especialmente a la meteorología) en el que los Misterios Sagrados son más preciosos que nunca y el Fuego Eterno brilla trémulo alimentado por un escaso puñado de valientes, es habitual encontrar semblantes serios y concentrados frente a las hogueras. Miran el siniestro volcán a lo lejos, recortándose contra el cielo enrojecido, y meditan sobre los inciertos tiempos por venir revolviéndose inquietos bajo sus capotes. Saben que deberán enfrentarse con pruebas terribles, aunque a cambio ello les conferirá una oportunidad única para, si actúan correctamente, convertirse en héroes (cómo les envidiarían entonces los dioses, algunos de los cuales estarían incluso dispuestos a renunciar a su inmortalidad a cambio de ese fugaz momento de gloria).
Según Mac Namara, los aliados de la Sombra son cada vez más poderosos, por dos motivos:
- En primer lugar, por su propia fortaleza, incubada en mentes torturadas por la envidia, el rencor, la ambición, el egoísmo, el exceso y la podredumbre espiritual. En segundo lugar, y esto es lo más importante porque es lo que les confiere mayor fuerza, amparados por el 'laissez faire, laissez passer' del hombre/hormiga, con gusto autosometido, como en otros tiempos..., como siempre, a los espejitos de cuentas y a las promesas de felicidad eterna a cambio de unos pocos euros.
- El hombre-hormiga podría despertar de su letargo y tomar sus armas -intervine, buscando algo de esperanza- y así constituir por sí mismo una barrera infranqueable para la Sombra, ¿no?
- No, es inútil -Mac Namara negó rotundamente con su cabecita canela y chocolate-. Hace tiempo que arrojó sus mejores armas a cualquier hediondo pantano abrazando la falsa "bandera de la paz" material y desde entonces se evade de responsabilidades con la insensatez propia del loco peligroso que vive en su mundo y cree que éste es el único que existe. No presta atención a los buitres que ya sobrevuelan su cabeza ni a las hienas que sonríen, al otro lado de su cómodo sofá. Por eso recibirá su premio y será aniquilado "en paz". Estoy pensando de hecho en cambiarle el nombre y llamarle mejor el hombre/avestruz, aunque esa posición me parece tan indecorosa...
- ¿Y si le mandáramos algún mensaje que sirviera para que abriera los ojos? -sugerí.
- ¡Pero si le están mandando uno tras otro, y no hace ni caso! -protestó él- Incluso desde el interior del mismo corrupto Reino de la Falsedad y las Apariencias.
Mac Namara citó entonces como ejemplo a Joseph Eugene Stiglitz, el economista y profesor judeoamericano que, entre otras labores, trabajó como presidente del Consejo de Asesores Económicos en la administración del presidente de EE.UU. Bill Clinton y luego como economista jefe y vicepresidente primero del Banco Mundial. Entre sus numerosas distinciones destaca el premio Nobel de Economía de 2001 que, sospecho, el comité que se lo concedió (es el único de los premios Nobel que no corre a cuenta de la Fundación del mismo nombre, sino que pagan los propios bancos) se arrepintió poco después de haberlo hecho. Y es que Stiglitz les "salió rana", al ponerse a criticar sin descanso y con poderosas razones (que parten de su propio conocimiento de los lugares que pisa) a la globalización, a los "fundamentalistas del libre mercado" y a instituciones tan serias como el Fondo Monetario Internacional y el propio Banco Mundial en el que él trabajó.
Ya en su día le habíamos leído alguna que otra joyita en sus libros o en las entrevistas que ha concedido en los últimos años, como estas palabras asombrosas, viniendo de quien vienen:
"Las teorías que desarrollamos explican por qué los mercados libres, sin control, a menudo no sólo son incapaces de alcanzar justicia social sino que ni siquiera producen resultados eficaces para la sociedad. Existen ciertos intereses que han impedido que todavía nadie haya planteado un desafío intelectual para refutar esa idea de 'la mano invisible' inventada por Adam Smith. 'La mano invisible' (que se supone regula los mercados) no guía ni a los individuos ni a las empresas hacia la eficiencia económica: cada cual busca su propio interés".
Mi gato me mostró unas declaraciones publicadas a finales del pasado mes de noviembre por Stiglitz en el Yahoo's Daily Finance:
- Y dime por favor si has visto esto repetido en algún medio de comunicación masivo o volvemos a encontrarnos ante el curioso caso de la información-interesante-que-se-escamotea-al-ciudadano-no-preocupado-especialmente-por-el-asunto... -añadió.
No voy a reproducir todo el texto porque es largo pero destacaré varias de las afirmaciones de este hombre que, recuerdo, es uno de los economistas más prestigiosos del mundo:
* "Se supone que el sistema jurídico codifica nuestras leyes y nuestras creencias como sociedad, lo que tenemos que hacer para que ésta funcione. Si se perciben posibles corrupciones, la confianza en todo el sistema empieza a erosionarse... Y ése es justo el problema que tenemos ahora."
* "¿Por qué se permiten los malos préstamos (de riesgo) en el sector del automóvil (a las multinacionales) y no en el mercado hipotecario? ¿Hay alguna razón de principio. Todos sabemos que no, no las hay, lo que hay son razones de dinero: las contribuciones (de esas multinacionales) a las campañas electorales, los lobbies, las 'puertas giratorias' entre la política y los negocios..., todo eso."
* "... En los 80, cuando se produjo la crisis de las cajas de crédito y ahorro, como ahora, les multamos. ¿Y qué gran lección hemos sacado de esto? Pórtate mal y el gobierno te quitará... un 5 ó un 10 por ciento de los beneficios que obtuviste de mala manera. Estarás muy tranquilo en tu casita, con varios cientos de millones de dólares de los que podrás disfrutar tras pagar unas multas que parecen muy grandes pero que en realidad son pequeñitas en comparación con el dinero que te embolsaste."
*"El sistema está configurado de tal modo que, aunque te pillen, el castigo seguirá siendo un parte ínfima en comparación con la bolsa que te llevarás a casa. La multa se intepreta aquí como una simple cifra más de los costes del negocio (...) Por ello creo que lo que deberíamos hacer sería meter en la cárcel a un buen número de estos tipos (banqueros, brokers, responsables de multinacionales, etc.). Lo creo sinceramente. No se trata sólo de delitos de guante blanco o de pequeños incidentes. Hay víctimas y son reales. Hubo víctimas en todo el planeta. Eso es lo que sucede."
* "A veces esta gente tiene incentivos para portarse mal, porque pueden ganar más dinero si estafan o se meten en actividades fraudulentas. Pero si queremos que el sistema económico funcione, deberíamos asegurarnos de que lo que ganan cuando defraudan lo pierdan, todo, por el sistema de castigos y multas (...) hay que recordar que el sistema financiero llevó realmente al desplome de la economía global. Y si incluyes los daños colaterales, todos, hablamos ya realmente de billones de dólares (...) aparte del daño en la confianza en nuestro sistema jurídico, el imperio de la ley y el Estado de Derecho, en nuestro sistema de Justicia (...) algunos son detenidos por un delito menor de droga y dan con sus huesos en la cárcel mucho tiempo, pero cuando se trata de un delito de los llamados de guante blanco, casi ninguno de los tipos que los ejecutan acaba entre rejas."
* "Los bancos pretenden que creamos que no hicieron malos préstamos, se niegan a aceptar la realidad. Pero en un hecho que alteraron los criterios contables (...) de modo que toda su estrategia ha consistido en esconder las pérdidas, seguir enredando y conseguir que el gobierno mantenga los tipos de interés realmente bajos."
Palabras muy esclarecedoras, aunque Mac Namara tenía una sorpresa final. Me pasó otro texto extraído de su libro Freefall (Caída libre) en la que Stiglitz se refería al caso español. Sólo resumiré esto:
* "España podría afrontar una crisis como la que afectó a Argentina en 2001 por su incapacidad para crear empleo y reducir con eficacia su déficit público (...) Por eso este país es presa fácil para los especuladores de mercado (...) Las respuetas ingenuas como recortar el gasto y subir los impuestos sólo empeorarán las cosas, como ha quedado dramáticamente de manifiesto con la respuesta reciente del mercado al recorte español (...) La raíz del problema en países como España o Grecia es el euro, que tiene un cambio fijo, y estos países no pueden usar su divisa como elemento de reajuste de sus economías (...) En realidad, el euro ha sido un experimento interesante, pero como el casi olvidado Sistema Monetario Europeo que lo precedió y que se derrumbó cuando los especuladores (como el "filántropo" George Soros) atacaron la libra esterlina en 1992, carece del apoyo institucional necesario para funcionar."
Menos mal, pensé, que en España tenemos una idea bastante más optimista de la Economía: esa asignatura que se aprende "en dos tardes".
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