Como solía decir Hamlet a su fiel Horacio, hay más cosas en el cielo y en la tierra de lo que la sabiduría común del ser humano puede discernir. Uno de los principales leit-motiv de esta bitácora es el asombro constante ante la confirmación de que pensábamos saberlo todo cuando en realidad nos queda tanto por conocer. Empezado por un servidor, que lleva no sé cuántos años repitiendo segundo de carrera en la Universidad de Dios y a pesar de eso cada vez que llegan los exámenes anuales se presenta confiado en el convencimiento de que no sólo aprobará para tercero sino que además lo hará con matrícula de honor... Y mira luego lo que pasa; que no hay manera de pasar de curso.
El caso es que después de tantas reencarnaciones uno cree saberlo todo y resulta que no, que cada jornada se puede aprender algo nuevo. Como dice Refranero Popular, uno de mis libros de cabecera: "Ningún día te acostarás sin saber una cosa más". Y, si no pongo yo de mi parte para aprender, tampoco he de preocuparme demasiado porque ya está Mac Namara para obligarme a tomar la lección correspondiente. Así sucedía este fin de semana cuando, después de sucesivos días de intensos acontecimientos y varios frentes abiertos a cual más complicado, decidí concederme un descanso tendiéndome en el cómodo sofá de mi apartamento para entregarme a un festín de tiros y puñetazos con una de esas películas ultraviolentas que tanto me relajan (un aprendiz de Dios tiene que saber de todo, no sólo de paz y amor y etcétera).
- ¿Qué haces ahí perdiendo el tiempo? -me espetó a la mismísima cara mi gato conspiranoico después de saltar ágilmente sobre mi pecho y clavar sus felinas pupilas sobre mis adormecidos ojillos- ¡Con la cantidad de cosas que hay por el mundo para investigar!
- Un poco de piedad, amigo mío -le rogué medio en broma-, que también tengo derecho a divertirme con una ración de ruido y furia...
- ¿Ruido? ¿Furia? Tan shakesperiano como autocompasivo... ¡Negación! Si aspiras a convertirte algún día en una divinidad digna de esa consideración, no puedes permitirte un momento de tontería. ¿Ruido? Yo te diré lo que es ruido. Ruido raro. ¿Sabes lo que es el Taos Hum?
No podía creerlo: es que ni siquiera durante el fin de semana podía disfrutar de un ratito para mí, simplemente para no hacer nada más que embrutecerme con la susodicha película... ¿Y qué me decía Mac Namara del Tao Hum? Por supuesto que sé lo que es el Tao, pensé, esa filosofía china impulsada por Lao-Tsé y su escuela... Además, hasta me conozco los dos ideogramas con los que se construye su nombre: shou, que significa cabeza, y chuo, que significa ir. Por eso se traduce como Camino, o Vía, o Método..., aunque secreta y mordazmente yo siempre he pensado que su verdadero significado es: Ir de cabeza. En cuanto a lo del Hum debía haberlo añadido alguno de sus discípulos que interpretara..., no sé, la parte más aburrida del Tao. Resoplando, me incorporé ligeramente sobre el sofá y Mac Namara saltó hacia la mesa sin dejar de mirarme. Entonces comencé a recitar mecánicamente:
- El Tao que puede conocerse no es el Tao... Tao es todo lo que existe y puede existir... La virtud se expresa siguiendo al Tao, que es evasivo e intangible pero expresa toda forma y sustancia... El Tao está en todas las cosas y fluye, creando, destruyendo... Es la sustancia de todas las cosas pero no somete a control a ninguna...
Mac Namara negó con la cabeza, como si fuera un caso perdido.
- ¿Qué prefieres? ¿Que te lo explique con las frasecitas de Lao-Tsé? -le recriminé- Si están más que quemadas... lo de 'El que sabe no habla, el que habla no sabe', 'Un viaje de mil kilómetros comienza con un solo paso'..., o la que está tan de moda en la publicidad de las ONGs: 'Si das pescado a un hombre con hambre le das de comer un día pero si le enseñas a pescar le darás de comer toda su vida'.
- No, no... ¡No! Veo que no te enteras. Siéntate y escucha, pequeño saltamontes. Te hablaré acerca del Taos Hum. Taos. Con 'ese' al final de la palabra.
Como Mac Namara es mi animal asignado en la Universidad de Dios y tengo que obedecerle y trabajar conjuntamente por imperativo educativo, le hice caso y acabé sentado de mala gana. Entonces él empezó a explicarme.
- Taos es el nombre de una localidad del estado de Nuevo México en Estados Unidos, junto al Río Bravo. Tiene menos de cinco mil habitantes. El nombre, aunque suene a chino y nunca mejor dicho, deriva del lenguaje de los indios pueblo que fueron los primeros habitantes conocidos de la zona y significa 'el lugar de los sauces rojos'. Cuando llegaron los colonizadores españoles en el siglo XVII sucedió lo que pasa siempre en estos casos: que los recién llegados se liaron a bofetadas con los que ya estaban y pese a la resistencia de los nativos acabaron apoderándose del lugar porque su tecnología era superior. Más tarde, la historia se repitió con la llegada de los norteamericanos, que se hicieron los amos a pesar de la resistencia de los descendientes de los españoles y de los indios originales. Andando el tiempo, el sitio se convertiría en un punto comercial de importancia en el camino de Santa Fe y, desde principios del siglo XX, en un lugar tranquilo, incluso turístico, pero relajado para vivir. De hecho, fue adoptado como residencia preferida por numerosos artistas y gente en general muy popular en Estados Unidos, como la cantante country Lynn Anderson, el explorador Kit Carson, el cineasta Dennis Hooper o los escritores Aldoux Huxley y D.H. Lawrence entre muchos otros.
- Fascinante -ironicé-. Ahora ¿puedo seguir viendo la película?
Mac Namara continuó como si no me hubiera escuchado.
- Sí, Taos parecía un pueblo ideal para descansar lejos del mundanal ruido... Si no fuera porque allí un día empezó a detectarse el ruido más extraño de todos: el Hum o Zumbido o Murmullo -en ese momento, mi gato consiguió captar mi atención-. ¿Qué es el Hum? Pues resulta que nadie lo sabe, aunque varios equipos científicos se desplazaron a la ciudad para intentar explicarlo..., y no lo consiguieron. Empezó a informarse sobre él durante los años noventa del siglo XX, aunque algo parecido se había escuchado ya al menos desde los años setenta en otros lugares del mundo como la localidad también norteamericana de Kokomo en el estado de Indiana, o la británica de Bristol, en Inglaterra, o en distintos puntos de Nueva Zelanda, en Oceanía. Pero el más famoso es el de Taos. Según los que lo han escuchado, se trata de eso: de una especie de zumbido, como el ruido de un motor diesel escuchado detrás de un cristal, que aparece y desaparece sin una frecuencia concreta aunque muchos de los testigos aseguran oírlo casi todas las noches. Para ellos, se trata como mínimo de una molestia y, en ocasiones, de una auténtica tortura que puede hacerse casi insoportable ya que cuando aparece no hay manera de dejar de oírlo hasta que desaparece de manera natural o hasta que uno se marcha de allí.
- Si suena como un motor diesel, será un motor diesel -aventuré.
- Si fuera un motor diesel de verdad, no habría misterio. El caso es que nadie ha sido capaz de determinar qué lo genera ni de dónde viene exactamente. Se han planteado distintas explicaciones pero ninguna ha sido concluyente. Desde ondas electromagnéticas causadas por meteoritos o por la interacción del campo magnético terrestre con el viento solar hasta compresores de aire o torres de refrigeración de gran tamaño..., pero ya te digo que ninguna ha logrado facilitar una explicación racional a lo que ocurre. Una de las hipótesis más aceptada es la que afirma que se debe a sistemas de transmisión de sonido de baja frecuencia como los basados en las ELF (Extremely Low Frecuency o Frecuencias Extremadamente Bajas, como los sistemas de comunicación de los submarinos militares norteamericanos) que son percibidos por cerebros especialmente sensitivos, sin intervención del oído, lo cual explicaría por qué algunos de los testigos no han dejado de oír el Hum por muchos tapones que se pongan en las orejas. Además, éstos también explican que dentro de un mismo terreno existen zonas donde es más fácil escucharlo que en otras. Por ejemplo, uno de los sitios de Taos donde más se escucha es en la zona de Tres Orejas. Y no es broma: el lugar (en la foto de arriba) se llama de esta manera, no se sabe desde cuándo: quizá recibiera su denominación precisamente porque el Taos sea más antiguo de lo que pensemos y los habitantes de aquellas regiones tuvieran ya en otras épocas la oportunidad de escuchar este bizarro zumbido...
Mac Namara se calló y, saltando al suelo, se dispuso a abandonar la habitación.
- Espera un momento -le dije-. ¿Cómo termina la historia?
- ¿Qué historia? -preguntó con aire inocente.
- A ver, listillo. Ahora que me has despertado la curiosidad, no me puedes dejar así. ¿Qué crees que es el Taos Hum? ¿Cuál es tu explicación? ¿Qué lo produce a tu juicio? ¿Tiene esto algo que ver con tus conspiranoias habituales o es un fenómeno natural aún no explicado?
- Ah, no tengo ni idea... Te dije que te hablaría del Taos Hum, no que te explicaría de qué se trata. Ahora ya conoces una cosa nueva, otro misterio del mundo en apariencia aburrido a tu alrededor. Yo sólo planteo pistas, ideas, conceptos... Te corresponde a ti investigar y descubrir. No olvides informarme de lo que encuentres.
Y se largó de la habitación, tan campante, dejándome presa de la curiosidad. Me levanté para ir al salón a consultar mi nutrida biblioteca, por ver si hallaba algo acerca del Taos Hum cuando de repente lo escuché: muy bajito, un sonido sordo, casi un murmullo...
- ¡El Taos Hum! -dije en voz alta, con cierto tono de agobio- ¡Se manifiesta aquí también!
- Es la peli de ultraviolencia, que la tienes con el volumen bajito: apaga la tele de una vez... -escuché a Mac Namara en el pasillo.
- Taos es el nombre de una localidad del estado de Nuevo México en Estados Unidos, junto al Río Bravo. Tiene menos de cinco mil habitantes. El nombre, aunque suene a chino y nunca mejor dicho, deriva del lenguaje de los indios pueblo que fueron los primeros habitantes conocidos de la zona y significa 'el lugar de los sauces rojos'. Cuando llegaron los colonizadores españoles en el siglo XVII sucedió lo que pasa siempre en estos casos: que los recién llegados se liaron a bofetadas con los que ya estaban y pese a la resistencia de los nativos acabaron apoderándose del lugar porque su tecnología era superior. Más tarde, la historia se repitió con la llegada de los norteamericanos, que se hicieron los amos a pesar de la resistencia de los descendientes de los españoles y de los indios originales. Andando el tiempo, el sitio se convertiría en un punto comercial de importancia en el camino de Santa Fe y, desde principios del siglo XX, en un lugar tranquilo, incluso turístico, pero relajado para vivir. De hecho, fue adoptado como residencia preferida por numerosos artistas y gente en general muy popular en Estados Unidos, como la cantante country Lynn Anderson, el explorador Kit Carson, el cineasta Dennis Hooper o los escritores Aldoux Huxley y D.H. Lawrence entre muchos otros.
- Fascinante -ironicé-. Ahora ¿puedo seguir viendo la película?
Mac Namara continuó como si no me hubiera escuchado.
- Sí, Taos parecía un pueblo ideal para descansar lejos del mundanal ruido... Si no fuera porque allí un día empezó a detectarse el ruido más extraño de todos: el Hum o Zumbido o Murmullo -en ese momento, mi gato consiguió captar mi atención-. ¿Qué es el Hum? Pues resulta que nadie lo sabe, aunque varios equipos científicos se desplazaron a la ciudad para intentar explicarlo..., y no lo consiguieron. Empezó a informarse sobre él durante los años noventa del siglo XX, aunque algo parecido se había escuchado ya al menos desde los años setenta en otros lugares del mundo como la localidad también norteamericana de Kokomo en el estado de Indiana, o la británica de Bristol, en Inglaterra, o en distintos puntos de Nueva Zelanda, en Oceanía. Pero el más famoso es el de Taos. Según los que lo han escuchado, se trata de eso: de una especie de zumbido, como el ruido de un motor diesel escuchado detrás de un cristal, que aparece y desaparece sin una frecuencia concreta aunque muchos de los testigos aseguran oírlo casi todas las noches. Para ellos, se trata como mínimo de una molestia y, en ocasiones, de una auténtica tortura que puede hacerse casi insoportable ya que cuando aparece no hay manera de dejar de oírlo hasta que desaparece de manera natural o hasta que uno se marcha de allí.
- Si suena como un motor diesel, será un motor diesel -aventuré.
- Si fuera un motor diesel de verdad, no habría misterio. El caso es que nadie ha sido capaz de determinar qué lo genera ni de dónde viene exactamente. Se han planteado distintas explicaciones pero ninguna ha sido concluyente. Desde ondas electromagnéticas causadas por meteoritos o por la interacción del campo magnético terrestre con el viento solar hasta compresores de aire o torres de refrigeración de gran tamaño..., pero ya te digo que ninguna ha logrado facilitar una explicación racional a lo que ocurre. Una de las hipótesis más aceptada es la que afirma que se debe a sistemas de transmisión de sonido de baja frecuencia como los basados en las ELF (Extremely Low Frecuency o Frecuencias Extremadamente Bajas, como los sistemas de comunicación de los submarinos militares norteamericanos) que son percibidos por cerebros especialmente sensitivos, sin intervención del oído, lo cual explicaría por qué algunos de los testigos no han dejado de oír el Hum por muchos tapones que se pongan en las orejas. Además, éstos también explican que dentro de un mismo terreno existen zonas donde es más fácil escucharlo que en otras. Por ejemplo, uno de los sitios de Taos donde más se escucha es en la zona de Tres Orejas. Y no es broma: el lugar (en la foto de arriba) se llama de esta manera, no se sabe desde cuándo: quizá recibiera su denominación precisamente porque el Taos sea más antiguo de lo que pensemos y los habitantes de aquellas regiones tuvieran ya en otras épocas la oportunidad de escuchar este bizarro zumbido...
Mac Namara se calló y, saltando al suelo, se dispuso a abandonar la habitación.
- Espera un momento -le dije-. ¿Cómo termina la historia?
- ¿Qué historia? -preguntó con aire inocente.
- A ver, listillo. Ahora que me has despertado la curiosidad, no me puedes dejar así. ¿Qué crees que es el Taos Hum? ¿Cuál es tu explicación? ¿Qué lo produce a tu juicio? ¿Tiene esto algo que ver con tus conspiranoias habituales o es un fenómeno natural aún no explicado?
- Ah, no tengo ni idea... Te dije que te hablaría del Taos Hum, no que te explicaría de qué se trata. Ahora ya conoces una cosa nueva, otro misterio del mundo en apariencia aburrido a tu alrededor. Yo sólo planteo pistas, ideas, conceptos... Te corresponde a ti investigar y descubrir. No olvides informarme de lo que encuentres.
Y se largó de la habitación, tan campante, dejándome presa de la curiosidad. Me levanté para ir al salón a consultar mi nutrida biblioteca, por ver si hallaba algo acerca del Taos Hum cuando de repente lo escuché: muy bajito, un sonido sordo, casi un murmullo...
- ¡El Taos Hum! -dije en voz alta, con cierto tono de agobio- ¡Se manifiesta aquí también!
- Es la peli de ultraviolencia, que la tienes con el volumen bajito: apaga la tele de una vez... -escuché a Mac Namara en el pasillo.
AMIGO MIO EXISTEN TANTAS COSAS QUE LA GRAN MAYORÍA NO SABE Y NO SABRÁ NUNCA,LA MAYORÍA DE ELLAS A NUESTRO LADO ,LA HUMANIDAD NO ESTA PREPARADA ,SUS FALSAS ESTRUCTURAS,SUS PREJUICIOS Y EL CORTO TIEMPO DEL QUE DISPONEN LES IMPIDE VER.
ResponderEliminarNos dejas en las mismas, aun que parece que no hay información al respecto, me atrevo a sugerir que pueden provenir de los experimentos con HAARP (High Frequency Advanced Auroral Research Project), casualmente este proyecto empezó a funcionar en 1993...
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