Con su arrogante y característica mirada y con la facilidad que le da la experiencia para meter miedo al personal, la ex secretaria de Estado norteamericana y una de las mujeres más poderosas en la sombra en el establishment de EE.UU., Madeleine Albright ha presentado este lunes el informe de la comisión que preside sobre las presuntas amenazas a las que se enfrentará la OTAN durante los próximos diez años y cómo resolverlas. Según este documento, que aspira a servir como base para elaborar el nuevo concepto estratégico de la organización, la Alianza Atlántica (que, según Mac Namara, quizás en el pasado fuera algo distinto pero hoy no es más que "el brazo más armado de la tiranía globalizadora": así lo define él...) debe dotarse de un buen sistema de defensa antimisiles y potenciar la relación con Rusia como primeras medidas. Luego, ha de definir con claridad las condiciones para desarrollar sus misiones militares en el exterior (se entiende por exterior el ámbito fuera de las fronteras de los países miembros), mantener la disuasión nuclear y reformar su organización interna para mejorar la gestión ante una previsible escasez de recursos.
Según el documento (en cuya redacción por cierto participó un español: el embajador Fernando Perpiñá), una agresión militar clásica contra la OTAN o cualquiera de sus países miembros es "improbable" (no "imposible"), por lo que los principales ataques que puede sufrir en el decenio que viene serán "más probablemente" de "naturaleza no convencional" como los misiles balísticos, el terrorismo internacional o el ciberterrorismo. Otros "peligros potenciales" son las "amenazas a la seguridad energética" y "al tráfico marítimo", así como las "consecuencias del cambio climático" y "de la crisis financiera" (me imagino una adaptación del Braindead de Peter Jackson con financieros zombies siendo reprimidos por las tropas de la Alianza Atlántica...). Aprovechando la presentación de este informe, pudimos escuchar una simpático frase del actual secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen (en la foto de al lado) en plan El club de la comedia que seguro arrancó carcajadas amargas en más de una cancillería. Dijo, todo serio: "Nuestra organización no tiene la intención de convertirse en el gendarme mundial". Seguro que no, Andy, seguro que no... Sobre todo cuando el mismo texto insiste en la necesidad de "explicar mejor" tanto a las poblaciones de los países miembros como a las del resto del mundo la importancia de la OTAN como "factor positivo de la seguridad internacional".
- Misiles, bombas nucleares, bla, bla, bla... Como es lógico -interviene Mac Namara, que estaba deseando tomar la palabra desde que le comenté que hoy escribiría sobre este asunto- la bruja de Albright tampoco habrá hablado de las armas reales que se están utilizando hoy día en todo el mundo, de acuerdo con el documento filtrado por error en 1986. Me refiero al informe titulado Armas Silenciosas para una Guerra Discreta...
- ¿Eso qué es? -le pregunto, porque no había oído hablar de ello.
- Nadie sabe exactamente la fecha original del primer borrador. Parece que la Inteligencia Naval norteamericana ya lo manejaba por lo menos desde 1969, aunque según algunas fuentes se remonta al menos a los años cincuenta. Se trata de un texto bastante amplio y detallado que te pondrá los pelos de punta porque describe bastante bien el mundo del futuro. De su futuro en aquella época, que es hoy nuestro presente.
Por supuesto, mi gato conspiranoico me tenía preparada una copia del informe para que le echara una ojeada y (él nunca suele equivocarse en este sentido) la verdad es que a medida que leía párrafo tras párrafo tenía que darle la razón. Transcribo algunos interesantes:
"La experiencia ha demostrado que el método más sencillo para asegurarse un arma silenciosa con la que lograr el control del público es, por una parte, mantenerlo indisciplinado e ignorante de cómo funciona el sistema y, por otra parte, mantenerle en estado de confusión y desorganización distrayéndole con asuntos sin importancia."
"(...) sabotear sus actividades mentales proporcionando un programa de baja calidad en la educación pública, sobre todo en matemáticas (...) y desalentando la creatividad."
"(...) comprometer sus emociones elevando su nivel de autocompasión y de autoindulgencia en todo tipo de actividades físicas y emocionales (...) endurecerle frente a las ofensas emocionales mediante un constante bombardeo de imágenes e informaciones sobre sexo, violencia y guerras, sobre todo en la TV y también los periódicos (...) dándoles lo que desean, 'comida basura para el pensamiento', privándoles de lo que realmente necesitan (...) es preciso rescribir la Historia y también la ley, sometiéndoles para cambiar su pensamiento desde las necesidades personales reales hacia prioridades impuestas desde el exterior."
"La regla general es: hay ganancia en la confusión y a más confusión, más ganancia. Se trata de crear problemas y a continuación ofrecer soluciones."
"Un arma discreta dispara situaciones en lugar de balas, propulsadas por procesamiento de datos en lugar de pólvora y desde un ordenador en lugar de un arma de fuego. La maneja un programador de ordenador (entre paréntesis, ¡qué interesante que el encargado de manipular y dirigir un ordenador sea un programador: la misma palabra, ¿el mismo oficio?, que el encargado de manipular y dirigir una parrilla de televisión que nos ofrece tantos programas!) en lugar de un tirador y bajo las órdenes de un magnate de la finanza en lugar de un general del ejército. A primera vista no hace ningún ruido, ni causa tampoco ningún daño físico y no interfiere en la vida social de nadie... Aún así, por supuesto que hace un ruido característico, causa un daño físico y también mental característico y naturalmente que interfiere en la vida social diaria como puede combrobar un observador entrenado y que sabe lo que buscar. El público en general sin embargo no entenderá el arma y por tanto no podrá creer que está siendo atacado y sometido por ella."
Y a continuación, un párrafo especialmente escalofriante:
"Cuando un arma silenciosa se aplica gradualmente, el público se adapta a su presencia y aprende a tolerar su invasión en su propia vida hasta que la presión se hace demasiado grande y colapsa mentalmente. Por tanto podemos calificar el arma silenciosa como un tipo de guerra biológica ya que ataca la vitalidad, las opciones y la movilidad de los individuos de una sociedad entendiendo, manipulando y atacando sus fuentes de energía natural y social. Y también sus fuerzas y sus debilidades tanto físicas como mentales y emocionales."
- ¿Crees realmente que hay suficientes psicópatas en los gobiernos del mundo para poner en marcha armas de este tipo? -pregunté, con la voz un tanto temblorosa a mi gato conspiranoico...
- Pero, bueno, ¿tú has nacido ayer o qué? Mira a tu entorno y contéstate tu sólo a esa pregunta. Jamás en la Historia ha habido tantos medios y tantas facilidades para la comunicación entre las personas y jamás ha habido tantos casos de egoísmo, incomprensión y angustia, a menudo derivada en suicidios o en homicidios múltiples, precisamente por la incomunicación entre ellas. Nunca han tenido los occidentales una vida más cómoda y, en teoría, plena desde el punto de vista material y al mismo tiempo nunca han estado más insatisfechos, vacíos, deprimidos y decepcionados, faltos de un sentido para su existencia. Internet es un auténtico paraíso para el buscador del conocimiento y la información de todo tipo: histórico, político, religioso, social, económico, militar, etc., y ¿cuál es el tipo de información más buscada en la red según las encuestas? ¡La pornografía, en casi la mitad de las búsquedas! Y así, todo...
En ese punto, empecé a pensar que un arma silenciosa estaba haciendo mella en mí porque me sentía bastante deprimido y con un bajón importante. Pero entonces Mac Namara usó sus garras delanteras para agarrarme de las solapas y zarandearme:
- A ver, ¿no eras tú el que quería enterarse de todo? No te me vengas abajo ahora. El conocimiento tiene un precio... Aunque también existe una manera de defenderse de las armas silenciosas.
- Y, ¿cuál es?
- ¡La risa, naturalmente! Tú deberías saberlo, que para eso estás haciendo la carrera de Dios... Las armas silenciosas, como el resto de armas de todo tipo, desde la lanza hasta la ametralladora pasando por el sarcasmo, están orientadas hacia un fin principal: meter miedo, más que matar, al adversario. Porque si le matas, no te sirve de nada; pero si le metes el miedo suficiente puedes convertirle en tu esclavo y hacer que se deslome trabajando para ti per secula seculorum. Sin embargo, si no muestras miedo, si desprecias la amenaza y la ofensa, si no crees sus mensajes contradictorios e inductores de la confusión, la ansiedad y la depresión, te haces inmune a las armas. Seguirás así tu propio camino, sin desviarte como ellos desean para colocarte en una situación de dominación. En última instancia, podrán matarte, sí, pero ¿y qué? Somos inmortales. Sólo pueden deshacerse de tu cuerpo...
Dicho lo cual, le di la razón, alegré la cara y tras apagar el deprimente telediario de todas las noches nos pusimos a ver un DVD de los Hermanos Marx (y a reírnos).
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