Nada más poderoso que el dinero en un mundo tan materialista como éste. El dinero abre todas las puertas, empezando por las de la insensatez. Ya lo decían los chicos de Pink Floyd: "Money, it's a crime/Share it fairly but don' take/a slice of my pie./Money, so they say/is the root of all evil today (El dinero es un crimen/repártelo equitativamente pero no toques/ni un pedacito de mi tarta./El dinero, eso dicen/es la raíz de todos los males hoy día)". El dinero, sin duda, es la razón de que la temible multinacional Monsanto haya conseguido el permiso para empezar a plantar al menos hasta febrero de 2012 una serie de transgénicos de maíz en Daimiel, Ciudad Real, con el objeto anunciado de "ensayar la mejora de los tipos de maíz para tolerar mejor el herbicida glifosato a la vez que se incrementa la resistencia a las plagas de orugas". El susodicho permiso lo ha dado alguien de la Dirección General de Evaluación Ambiental en España y otro alguien de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria que, o no tienen ni idea del peligro que suponen los productos transgénicos o lo tienen pero según Mac Namara les gusta mucho el sonido del clingcling de las moneditas en su bolsillo.
En teoría, el experimento de Monsanto se realiza "con fines distintos a su comercialización" y con todo tipo de prevenciones para no contaminar el campo de forma que empiece a brotar maíz transgénico indiscriminadamente. O sea que se supone que los productos que allí se cultiven no llegarán al mercado alimenticio y que las precauciones adoptadas son suficientes (cultivos separados 200 metros de otros campos de maíz cercanos, una barrera de al menos cuatro líneas de maíz convencional alrededor del ensayo para prevenir la hibridación, prohibición de cultivar en la parcela escogida para el ensayo durante el año siguiente a la ejecución del mismo, etc.) para evitar que este monstruo de Frankenstein alimentario se descontrole...
Como diría Schreck: "Ahora voy yo, y me lo creo".
No es éste el lugar para reseñar la amplia y peligrosa trayectoria de esta multinacional de la alimentación que tantísima desconfianza despierta entre los que saben algo sobre el sector primario en general y el cultivo de la tierra en particular (una actividad que es constante e irresponsablemente denostada y despreciada por nuestros ciegos y turbios gobiernos, cuando lo que deberían hacer si estuvieran de verdad integrados por personas honradas y con un mínimo de conciencia sería megaprotegerla y archisubvencionarla, ya que para vivir tenemos que comer y la comida no aparece por generación espontánea en los supermercados como parece creer tanto siervo de Wall Street y del iPhone). Quien quiera enterarse de lo que es Monsanto y deducir lo que pretenden hacer (lo que están haciendo, poco a poco, en el mundo entero) tiene mucha información en Internet: por ejemplo, la relativa a esas "maravillosas" semillas que venden y que garantizan más y mejores cosechas..., con el ligero detalle de que los productos que se obtienen, alterados genéticamente, nacen sin nuevas semillas en su interior por lo que el productor se ve obligado a comprar permanentemente a la multinacional si quiere volver a plantar... Sin embargo, insisto en este asunto por las últimas informaciones que me ha facilitado Mac Namara y que amplían el asunto del origen de la E.Coli que causó la mal llamada "crisis de los pepinos" que comentamos recientemente.
- Los datos y reflexiones me los adelantaban estos días varios colegas míos norteamericanos -especifica Mac Namara- empezando por el gato de Mike Adams, que ha comparado el pánico creado por la aparición de la famosa gripe A lanzada desde México para todo el planeta con el de la E.Coli asesina presuntamente aparecida en el sur de España, aunque luego se demostró que nació en Alemania.
- Bueno, que nació..., o que empezó a difundirse desde allí -preciso.
- Bien, muchacho, bien -aprueba mi gato conspiranoico con la cabeza-, vas aprendiendo... Ahora fíjate: la E.Coli está en todos los vegetales, con lo que la expansión sin control de una variante como la de este caso, que no se puede frenar, podría llegar a amenazar la vida de todos y cada uno de los habitantes del planeta. Si repites este mensaje suficientes veces, el miedo atenazará al personal, que empezará a pedir a gritos que se controlen todas las siembras con destino directo al consumidor y que se apliquen las modificaciones necesarias (si son transgénicas, pues que lo sean) a las semillas para evitar el riesgo. Desaparecerá así la producción independiente y natural de alimentos para pasar ésta a ser controlada exclusivamente por las grandes multinacionales de la industria que nos darán de comer..., lo que quieran darnos de comer.
- Y como de costumbre dejaremos las decisiones en manos de una presuntamente benévola organización mundial...
- Exacto, un paso más hacia la tiranía global, y esta vez bajo la tristona dirección de la FAO: esa organización que no ha dado una a derechas prácticamente desde su fundación y que ha fracasado un año tras otro en su misión oficial de reducir el número de hambrientos en el mundo. Por cierto, uno de los tipos más decepcionantes de los gobiernos españoles de los últimos años es justo uno de los candidatos favoritos a hacerse con la dirección de la FAO ahora que están renovando el puesto: Miguel Ángel Moratinos. Si lo piensas bien, le vendría como anillo al dedo, conociendo las, por así decir, "capacidades" del sujeto...
- Pero no pueden imponer sus códigos y reglas así porque sí -protesto débilmente.
- ¡Ya lo están haciendo! Y desde 1963, cuando la FAO y la OMS crearon al alimón la llamada Comisión del Codex Alimentario, destinado a regular, desarrollar y armonizar los reglamentos mundiales relativos a la alimentación de los países de la ONU. Como de costumbre, hay mucha palabrería detrás: "protección de la salud de los consumidores, prácticas de comercio claras, coordinación de las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales"... Bla, bla, bla. El objetivo real es otro, por supuesto. Y los propios fundadores del Codex se vanaglorian de que, ahora mismo, "se ha convertido en un punto de referencia mundial para consumidores, productores y elaboradores de alimentos, organismos nacionales de control y comercio alimentario internacional (...) su influencia se extiende a todos los continentes y (...) brinda a todos los países una oportunidad única de unirse a la comunidad internacional para armonizar las normas alimentarias y participar en su aplicación a escala mundial."
- Entonces...
- Entonces resulta que los países que hasta ahora se han defendido como yo panza arriba..., digo..., como gato panza arriba frente a la irrupción de transgénicos (entre ellos los europeos, y España de manera significativa, por eso se ha castigado a los productores españoles difundiendo la especie de que la bacteria malévola surgió aquí) quedarán inermes si se produce una crisis alimentaria mundial del calibre suficiente para justificar la aplicación prácticamente manu militari de las normas del Codex Alimentario que se precisen para garantizar quién toma el control de la producción y distribución de alimentos. Y esa crisis la puede producir esa variante de la E.Coli que, ¡oh, vamos, no me digas que te sorprende esto! ha sido creada mediante bioingeniería en laboratorio...
- ¡Se confirma!
- Te explico. La variante asesina de la E.Coli forma parte del grupo de baterias 0104, que en condiciones normales no son resistentes a los antibióticos, pero que en este caso resulta que sí lo es... Y resistente nada menos que ¡a 8 clases diferentes de antibióticos! ¿Crees que eso lo produce la Naturaleza de un día para otro? A fin de averiguar el origen de esta bacteria, hay que aplicar ingeniería inversa a su código genético. Eso ya lo han hecho varios grupos de expertos, aunque los únicos que han hablado claro de momentos son los chinos. Sus científicos completaron en el Instituto Genómico de Pekín (por cierto el mayor centro de secuenciación de ADN del mundo) la secuencia del genoma de la nueva bacteria y demostraron su antinatural resistencia a todos esos tipos de antibióticos. Entre ellos, la penicilina, la estreptomicina y la sulfonamida. Los mismos expertos chinos determinaron que esta bacteria es un tipo nuevo, infeccioso y tóxico, no relacionado con ningún otro aparecido con anterioridad. No sólo eso: esta bacteria también fabrica enzimas especiales en un proceso que lleva el nombre técnico de betalactamasa de espectro extendido.
La conclusión es evidente: una bacteria resistente a tantas combinaciones de antibióticos, con un par de mutaciones genéticas mortales y con capacidades de betalactamasaetcétera no se genera a sí misma. Y si lo hace... ¡es que entonces sí estamos ante el fin del mundo y que éste se producirá por culpa de una superbacteria que aparece de la nada y sin causa aparente!
- Y todo esto por...
- Por lo que hablábamos -resume Mac Namara- y que el gato de Adams
resume en una sola frase: si la gente tiene miedo a comer vegetales frescos,
se le podrá obligar a seguir una dieta de alimentos procesados y controlados.
Una dieta que (oh, esto es una hipótesis conspiranoica, por supuesto) no sólo
sea mucho más cara que la de alimentos naturales sino que genere
gradualmente enfermedades degenerativas que conviertan al ciudadano en
alegre y dependiente consumidor de los productos elaborados por
las primas hermanas de las multinacionales de la alimentación y que no
son otras más que las multinacionales farmacéuticas.
Recuerda: somos lo que comemos...
¿He dicho ya que quiero comprarme un terrenito para dedicarme a plantar
mis propios alimentos?
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