Resulta sencillamente impresionante la facilidad con la que olvidamos lo que sabemos y por tanto la facilidad con la que nos dejamos engañar una y otra vez en cualquier tema, por burda que sea la estafa (sobre todo si hay palabras complicadas o en inglés por medio). Ejemplo claro: las llamadas agencias de rating encargadas de controlar la buena marcha de las grandes instituciones financieras, demostraron para lo que sirven realmente (para nada, excepto para condicionar a su gusto la marcha de la finanza y la economía mundiales) cuando calificaron con buenas notas a las entidades bancarias que pocas semanas después de su último examen oficial empezaron a quebrar en EE.UU. y generaron así, oficialmente, la crisis del dinero que se declaró hace un par de años y en la que todavía andamos enfangados. Una de dos: o las susodichas agencias evaluaron mal a esas entidades (con lo cual demostraron que sus “expertos” carecen de preparación suficiente para el trabajo) o se dejaron sobornar para “maquillar” los datos (lo cual se llama corrupción y es aún peor). Pues, por alucinante que parezca, no sólo no se les ha exigido las responsabilidades adecuadas por esa deficiente actuación, sino que a día de hoy esas agencias siguen subiendo o bajando sus notas a placer a las entidades y países a los que se supone controlan... ¡Y en Europa (y en el resto del mundo) todos se cuadran marcialmente y siguen sus informes y recomendaciones, que deberían inspirar cualquier cosa menos confianza!
El ser humano es bombardeado impunemente cada día que pasa por una colosal montaña de mentiras sin que nadie pague por ellas, siempre que procedan de "las alturas" y le convengan a alguien. Nuevo ejemplo: en las últimas horas hemos descubierto otra poderosa manipulación que ha afectado de manera especial a la blogosfera y que demuestra hasta qué punto no debemos fiarnos de lo que escribe la gente alegremente por ahí (supongo que eso me incluye a mí, ejem). Todo empezó el pasado mes de febrero, cuando se inauguró una bitácora de título inequívoco, “A girl gay in Damascus” (literalmente, “Una lesbiana en Damasco"), que se convirtió de inmediato en una de las más populares y visitadas, con miles de seguidores y una especial atención por parte de los grandes medios de comunicación, siempre atentos a la redifusión de todo lo que huela a morbo. Este blog relataba la vida diaria en la capital de Siria de una chica de 25 años llamada Amina Abdalla Arraf al-Omari, lesbiana y con doble nacionalidad: siria y norteamericana.
Sus comentarios sobre lo que sucedía en este país, en el punto de mira de ciertas fuerzas desde hace mucho tiempo, eran críticos por sistema, denunciando todo tipo de abusos e incluso crímenes de las autoridades sirias. Y ella afirmaba hablar en serio porque tomaba parte activa en las protestas, hasta que sufrió un intento de detención frustrado por la intervención de su padre. Algunos medios incluso emplearon este blog como “fuente fiable de información” sobre la tan cacareada represión del régimen de Bashar al Asad. Las declaraciones de Amina fueron publicadas, entre otros, por el prestigioso diario británico The Guardian y llegó a conceder una entrevista nada menos que a la agencia norteamericana de noticias AP, Associated Press, que junto con UPI, Reuters y EFE configura el póker de agencias de información más importantes del planeta. Además, su blog tenía el “divertido plus” de ponerse al corriente sobre sus relaciones sentimentales y cómo sorteaba el conservadurismo y las trabas a la homosexualidad del mundo árabe.
La semana pasada, un texto del blog alarmó a sus seguidores. Unas pocas frases atribuidas a una prima de Amina llamada Rula denunciaban que la chica había sido detenida, esta vez sí, por hombres armados, supuestamente del Partido Baaz del presidente Al Asad, y lanzaban un llamamiento de ayuda para intentar localizarla, ya que se había perdido su pista en la laberíntica red de prisiones del régimen. Algunas palabras de Rula eran especialmente siniestras: “Esperamos que simplemente esté en la cárcel y que no le haya pasado nada peor...” La desaparición de Amina se convirtió en noticia internacional de inmediato y la presión popular condujo a las autoridades norteamericanas a abrir una investigación, que concluyó con una información sorprendente: no existía ninguna ciudadana con doble nacionalidad que respondiera a esta identidad. La imagen de Amina sí apareció: en realidad eran fotos robadas del Facebook a una ciudadana de origen croata residente en Londres llamada Jelena Lecic, que por supuesto no tenía nada que ver con la bloguera.
¡¡¡Tom Mac Master, un estudiante norteamericano que vive en Escocia!!!
Como justificación a su estafa, Mac Master (un auténtico Master de mentiras) que, a pesar de su ocupación no es ningún jovencito alocado sino que tiene 40 años, se limitó a disculparse y a decir que “no quería dañar a nadie” (lo mismo que suelen decir los condenados por todo tipo de crímenes) y que “aunque la voz narrativa era ficción, los hechos en el blog son verdad y no engaño a nadie sobre la situación en el terreno”. ¿Seguro, muchacho? ¿Cómo puede ser creíble cualquiera de los datos que hayas dado si has empezado mintiendo sobre tu identidad? ¿Cómo me voy a creer lo que me estás contando sobre la vida diaria en Damasco si estás escribiendo desde Edimburgo? Encima, el desvergonzado de Mac Master se permitía "salvarnos" de la ignorancia a los demás porque "sólo he intentado iluminar a la audiencia occidental" sobre lo que está ocurriendo en la región ya que su experiencia "confirma tristemente mis sentimientos hacia la a menudo superficial cobertura sobre Oriente Medio". Ya te digo...
Mac Namara, mi gato conspiranoico, está especialmente indignado con esta noticia, pero no por lo que pueda estarlo yo, sino por otra cosa:
- Este tipo es un indecente, como tantos otros que se dedican conscientemente a la desinformación..., aunque lo que no le perdono es que se haga llamar Mac Master, como si fuera un escocés de verdad. Ofende a todos los que somos Mac algo de verdad -decía mi gato con mirada enfurecida.
- ¿Crees que este tipo es un desinformador profesional? -pregunté, interesado.
- ¿Dónde has visto tú un estudiante norteamericano de 40 años, en Escocia? Me juego las uñas de mis cuatro hermosas patas a que trabaja para alguna agencia, y no precisamente de contactos sentimentales.
- Para alimentar la animadversión hacia Siria, supongo...
- Exacto. Veo que vas progresando. En cuanto terminen con Libia empezarán con Siria, y hay que ir calentando el terreno. ¡Es todo tan descarado...! -suspiró- No hace tantos años al menos se tomaban la molestia de disimular un poco pero, hoy, poco importa. Todo el mundo está dormido y a nadie le importa nada. Mira lo que está sucediendo con Libia: los países europeos alimentando gratuitamente la guerra civil en un país donde la mayoría de la gente sigue apoyando a su líder, Gadafi, por muy "zumbado" que esté... Si verdaderamente hubiera impuesto ese régimen de terror que dicen, todos los libios se habrían sublevado hace tiempo aprovechando el ataque de la OTAN ¡pero ha sido todo lo contrario: se han unido más entre sí para proteger a Gadafi!
- Sí -admití-. No parece que los rebeldes de Bengasi sean demasiado populares, por más que se paseen los ministros europeos por allá...
- La visita de la ministra española de Exteriores Trinidad Jiménez el otro día a Bengasi fue patética y peor ha sido lo de la ministra de Defensa Carmen Chacón diciendo que hay que continuar con la ofensiva hasta que "Gadafi deje de ser un peligro para los ciudadanos de su propio país". ¡Pero si la OTAN debe haber matado ya más libios que Gadafi! Es más, Chacón ha conseguido lo que parecía imposible: el permiso oficial para la presencia "ad infinitum" de tropas españolas en esa guerra. Es decir, la aplicación de la Doctrina Bush que Obama sigue desarrollando sin que nadie se meta con él porque, total, es el Nobel de la Paz (!), y que consiste básicamente en mantener una guerra lo más larga posible, eterna en el mejor de los casos. Y todos esos españoles atontados que se dejaron manipular para protestar y berrear contra la presencia testimonial de militares celtibéricos en la guerra de Iraq, ¿dónde están, ahora que su gobierno les ha metido en una guerra infinita, con misiones de verdad?
- Es deprimente -reconocí.
- Sin embargo, has dicho una cosa bien: vivimos sepultados por mentiras. Ahora te voy a contar yo algo que no sabías.
Presté mis oídos a Mac Namara, interesado como siempre, aunque no podía imaginar lo que me iba a revelar a continuación.
- ¿Recuerdas todo el lío que se ha montado con la famosa "crisis del pepino"? -asentí- Cualquiera con dos dedos de frente podía deducir desde el primer momento que no se trataba del pepino en sí, pues en España se consumen los pepinos de las mismas matas que se exportan fuera del país (aunque al exterior se mandan siempre las mejores piezas), con que si el problema fuera de la hortaliza, automáticamente debería haber casos similares aquí, que nunca los hubo. Es obvio que alguien interesado en perjudicar el mercado español para introducir sus propios productos aprovechó la circunstancia para difamar los productos españoles aprovechando la lentitud y tozudez de los "cabeza cuadradas" germanos...
- ¿Y?
- Pues que justo dos días después de desatarse la crisis, recibí un mensaje tan claro como contundente de un médico amigo mío, especialista en alimentación y en trabajos de laboratorio. No te aburriré con su relato pero, en forma resumida, me dijo ya entonces que el problema no radicaba en la Escleridia coli, sino en una bacteria híbrida, creada artificialmente para su uso en los productos transgénicos (en concreto, para que este tipo de productos envenenados duren más tiempo antes de ponerse "pochos"). Esta bacteria, por sí misma, es inofensiva, pero si se encuentra con otra provoca la mortal enfermedad. Es como cuando tienes carbono, azufre y nitrato de potasio: si están separados entre sí, no pasa nada, pero si los unes puedes fabricar pólvora.
- Pero entonces...
- Entonces resulta que al final las autoridades alemanas han responsabilizado del brote de la enfermedad a una granja próxima a Hamburgo donde se cultiva..., soja.
- ¡El principal producto transgénico que hay ahora mismo en Europa junto con el maíz!
- De nuevo: exactamente. Ahora comprenderás por qué la UE, siempre falta de fondos, está deseando dar no sé cuantos millones a los agricultores españoles para que se callen y no armen más bulla y acaben denunciando que la "crisis del pepino" en realidad es una "crisis del transgénico": la primera de una larga serie que se nos viene encima si la gente no se da cuenta del peligro inmenso que suponen estos alimentos basura con que quieren inundar los mercados del Viejo Continente...
Lo que yo decía: mentiras y más mentiras...
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