Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes.

miércoles, 8 de junio de 2011

Hallazgos


 Suma y sigue... Los últimos hallazgos paleoantropológicos siguen aportando eso que antiguamente se conocía como "elementos para el debate” que, poco a poco, van equilibrando con realidades la balanza tan escorada con especulaciones, hipótesis sin comprobar y datos facilitados a medias que a día de hoy todavía insisten en ubicar el origen racional del ser humano en África. Pero a los espectaculares descubrimientos del norte de España durante los últimos años vienen a sumarse los del otro yacimiento humano más antiguo que conocemos de momento: el de Dmanisi, en Georgia, Cáucaso, donde los primeros restos del bautizado como Homo Georgicus aparecieron en 1991.

La teoría oficial (que sigue siendo teoría, no certeza, aunque suela presentarse como tal) dice que el Homo Erectus hizo honor a su apellido y, tras ponerse de pie, salió un día del continente africano (nunca se nos explica bien por qué) rumbo a Eurasia dispuesto a comerse el mundo o, al menos, a conquistarlo. Y que del Erectus descenderían, con el tiempo, otros Homo, incluyendo los Sapiens. Eso dice, o decía, la teoría, pero es que resulta... 

Resulta que el último número de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences que ha salido publicado esta misma semana recoge los últimos hallazgos de las excavaciones de Dmanisi, que arrojan un dato escalofriante: el descubrimiento de un montón de piedras sin lugar a duda trabajadas por seres humanos que vivieron ¡hace casi 2 millones de años! Por concretar la fecha, hace 1,85 millones, es decir 80.000 años más viejos todavía de lo que se creía hasta ahora. Eso significa que ya había Homo Georgicus antes de que, según lo que hasta ahora se pensaba generalmente (porque, insisto, sigue sin haber pruebas), el Erectus tuviera una “iluminación” y decidiera salir a descubrir nuevos paisajes por este planeta de Dios…

Significativamente, uno de los autores del hallazgo es el español Jordi Agustí, (a la izquierda, en la foto) del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, quien ha vuelto a hacer hincapié en una de las circunstancias que los actuales paleontólogos son incapaces de explicar y que convierten en absurda la idea de la salida de África, y es que en aquella época “las condiciones climáticas no eran muy buenas” porque hacía “mucho frío en el norte y sequía en las bajas latitudes” por lo cual “no era el mejor momento para salir de África”. ¿Entonces? Siempre se habla de que la población de primitivos humanos que se supone habitaba en territorio africano decidió dar el salto hacia Europa impulsado por la necesidad de establecerse en nuevos territorios por su creciente demografía pero nunca ha tenido mucho sentido (a no ser que aquellos seres tuvieran mapas que les indicaran que la dirección lógica para salir de África era hacia el norte y el este) que se plantee su posible “salto” por encima del Mediterráneo o el Mar Rojo cuando era mucho más sencillo bajar hacia el sur, donde no tenían ninguna barrera marina que rotear. Cosa que por cierto, si hubieran hecho, nos llevaría a descubrir multitud de fósiles en el resto de África (fósiles que obvio es recordarlo no existen).

Como los científicos siguen empeñados (a pesar de todo lo que está apareciendo últimamente en las excavaciones europeas) en defender el presunto origen africano contra viento y marea, la tesis un tanto absurda que han re-forjado ahora es que el Homo Habilis abandonó África hace 2 millones de años y se estableció en Georgia donde dio lugar al Homo Georgicus del que a su vez nacería el Homo Erectus que luego habría regresado a África (!!!) no sabemos muy por qué y lo reencontramos con el nombre de Homo Ergaster hace 1,6 millones de años. ¿No es todo demasiado absurdo?

A todo esto, que yo sepa, Georgia es Europa: límite, frontera, tierra extrema..., pero Europa todavía, no Asia. Es más, en la época del Imperio Romano, estaba dividida en dos regiones: una llamada Cólquida (ay, Jasón, ¿recuerdas?) y otra significativamente conocida con el nombre de Iberia (¡atención!). En cuyo caso, no sé por qué empeñarse en hablar de Georgia como Asia o, como mucho, Eurasia... Ah, sí..., porque el origen europeo es una teoría hereje, tabú, censurada.

Y eso que ya hay algunos científicos que están empezando a alzar la voz (porque son muchos los que saben que la tostada huele mal desde hace mucho tiempo pero no se atreven a decirlo en voz alta: están en juego las subvenciones y sus respectivas carreras). Por ejemplo, María Martinón-Torres, paleoantropóloga del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana de la que ya hablamos en otra ocasión y que también participa en Dmanisi desde 2002, dice bien claro que el Homo Georgicus tiene “todas las características cronológicas, morfológicas y geográficas para dar lugar a todas las demás especies del genéro Homo que se conocen”. Así que en su opinión éste podría ser el primer humano... El propio Agustí dice que el Homo Georgicus es “el primer representante reconocible del genero homo”.

Para rematar el asunto, hoy nos hemos enterado también, gracias a la misma revista arriba citada, del nuevo hallazgo en tierras hispanas (y van...). En concreto, en la Sima de las Palomas en el municipio de Torre Pacheco, Murcia, donde ha aparecido el esqueleto mejor conservado y más completo desde el punto de vista anatómico de un Neanderthal (la pelvis está prácticamente intacta) o mejor dicho de una Neanderthal, puesto que son los restos de una joven que tenía entre 16 y 20 años de edad cuando falleció. Se le calcula una antiguedad de hasta 55.000 años. El autor del descubrimiento es el catedrático de antropología de la Universidad de Murcia, Michael J. Walker, que trabaja allí desde 1991 junto a otros arqueólogos y biólogos. Su equipo estudia la posibilidad de que el esqueleto de un niño encontrado al lado de este femenino sea el de su hijo, por lo que podríamos estar ante un enterramiento de esta especie con la que el Sapiens se hibridó hace tanto tiempo.

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