Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes.

lunes, 6 de junio de 2011

Mágico debut

Venía yo tan contento de la Feria del Libro de Madrid, donde por fin he logrado estrenarme al otro lado del mostrador después de tanto tiempo escribiendo, cuando Mac Namara, que insistió en acompañarme en el interior de la caseta durante las dos horas y media que estuve firmando, me tiró de los bajos del pantalón para llamar mi atención. Estaba tan distraído disfrutando todavía del momento que casi acabo rodando por el suelo. Luego, mi gato conspiranoico se justificó:

- Llevo un rato largo maullándote y no me hacías caso.

- Pero ¿cómo se te ocurre ponerte a hablar en medio del Parque del Retiro? -le recriminé en voz baja agachándome a su lado- Si te oye cualquier ciudadano corriente se llevará un susto. No pueden saber que eres un gato, o lo que seas, parlante...

- Aquí no me oyen -dijo, convencido-. Hay demasiado ruido: gente hablando, niños en bici, perros tontos llevando el palito a sus amos..., y encima estamos al lado de estos jardines llenos de pavos reales que graznan como condenados.

- Sí, sé cómo graznan -reconocí..., de hecho había utilizado a aquellos pavos como parte del decorado de mi primera novela, 'Demonios Familiares'- ¿Qué quieres? ¿Es que no puedes esperar a que regresemos a nuestro apartamento?

- No, es que acabo de darme cuenta de una cosa. ¿Cuántos años llevas publicando?

- Lo sabes perfectamente: 16 años. Desde que en 1995 apareciera mi primer libro, 'Mito y realidad de la leyenda celta', publicado por la Editorial Contrastes en la 'Nueva Biblioteca de los Temas Ocultos' que dirigía el doctor Jiménez del Oso.

- Un texto ya inencontrable, un auténtico incunable -se mofó.

- Pues sí, pero desde entonces he pasado por diversas editoriales y cuento ya con quince libros publicados. Toco casi a uno por año. Y fíjate qué "casualidad"..., como dirías tú entrecomillando, resulta que mi último libro, la novela que acabo de publicar y que se llama 'Islas en el cielo'..., ha aparecido en Alberto Santos Editor: una empresa que justo cumple ¡16 años editando! ¿No te parece sorprendente?

- Hmmm, sí, ya lo sabía. Pero lo que quiero indicarte es otra cosa: ¿sabes qué número de Feria del Libro es la de este año? ¡La 70! Y, sí, ya sé que eres de Letras Puras, Latín y Griego y todo eso, pero como algo entiendes de Numerología, recuerda: 16 años es igual a 1 + 6 igual a 7, mientras que la feria 70 es 7 + 0 igual a 7 también.

- Vaya, de eso no me había dado cuenta -reconocí.

- El 7 es el número mágico por excelencia. Entre otras cosas, representa el Caduceo de Hermes formado por las dos serpientes entrelazadas alrededor de la vara sagrada, a la que dan tres vueltas cada una. Hermes, como no tengo que recordarte, es la grecorromanización de tu tutor en la Universidad de Dios, es decir, de Thoth. También representa eso que ahora se llama el Sello de Salomón, aunque este símbolo es mucho más antiguo y no pertenece a la tradición con la que suele asociársele, con la representación del triángulo celeste entrelazado con el triángulo terreno y el ser humano completo en el lugar donde ambos triángulos se cruzan. En ese sentido también hace referencia a la pirámide: el triángulo asentado sobre un cuadrado. Es la estrella de siete puntas, los siete días de la semana, los siete dioses principales, el número de la realización de grandes cosas a cambio de la ejecución de una disciplina escrupulosa. Por cierto, has ido a firmar en el séptimo día, domingo. Un día que fue 5 del 6 (junio) de 2011, con 46 añitos que tienes. O sea: 5 + 6 + 2 +0 + 1+ 1 + 4 +  6 igual a 25 y 25 son 2+ 5 igual a 7... Bueno..., quiero decir, que no puedes quejarte. Parece que hubieran escogido el momento especialmente para ti, ¡enchufado!

Como de costumbre, Mac Namara me dejó pensando. La verdad es que no había reparado en nada de eso. Simplemente había tratado de pasármelo lo mejor posible durante las dos horas y media que estuve firmando y la verdad es que no tuve que hacer grandes esfuerzos porque el panorama fue realmente divertido. No sólo tuve bastante trabajo estampando dedicatorias (luego mis editores me comentaron que, de momento, estoy en segunda posicición en el ranking de firmas de autores en la caseta, sólo superado por el humorista televisivo Diego Arjona, que firmó apenas una quincena más de ejemplares que yo) sino que tuve ocasión de saludar a viejos amigos y colegas, algunos de los cuales hacía mucho tiempo que no veía. 

También viví desde dentro la apasionante experiencia del estudio de la "fauna humana" de los visitantes de la Feria: desde el comprador compulsivo hasta el razonable pasando por el enteradillo y el que te dice que ya está leyendo un libro y hasta que no termine ése no va a comprarse otro... Fue una mañana fantástica (y no sólo por el argumento de la novela), de la que no me queda más que agradecer a mis editores que aquí aparecen a mi izquierda: Patricia, Alberto y Carlos.




 (Por cierto, si os fijáis bien, en la fotografía de más arriba, al comienzo de este comentario y en la que aparecemos Alberto y yo, se puede ver el lomo de Mac Namara, a la izquierda de la foto justo entre mi pierna y el vaso de refresco)



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