
- Hay estudios para todos los gustos -intenté defenderme-. Unos dicen que no hacen nada, otros...
- ¿Te acuerdas de Gro Harlem Brundtland?
- ¿Ninguno? Pero si era la encargada de la OMS y...
- Ninguno. Ni uno solo. Es más, Michael Repacholi, su subordinado a cargo del Proyecto Internacional CEM sobre campos electromagnéticos apareció ante la prensa a la semana siguiente minimizando la información, casi guiñando el ojo a los periodistas con el mensaje de "no hagan caso a la vieja señora maniática y alérgica a las nuevas tecnologías". Y aún más: Gro Harlem Brundtland anunció pocos meses después, sin explicar por qué, que renunciaba a renovar su puesto al frente de la OMS.
- Interesante. Pero este tipo de anécdotas parecen leyendas urbanas. Los estudios sobre los teléfonos móviles no parecen nunca concluyentes.
Lo malo con Mac Namara es que resulta difícil rebatirle cuando empieza con sus teorías conspiranoicas, porque suele aportar datos concretos que a mí se me hace difícil rebatir. No es el típico charlatán de feria, sino que habla lentamente, mascando las palabras..., como si jugueteara contigo mientras estudia dónde te pega el zarpazo.
- ¿Concluyentes? Hay un neurocirujano británico que se llama Vini Khurana. No es un cualquiera, el tipo ha publicado una treintena de monografías científicas... Un día se dedicó a estudiar el asunto de los móviles y revisó un centenar de estudios sobre ello. ¿Sabes lo que se encontró? Según sus propias palabras: "la evidencia clara de un vínculo entre los teléfonos móviles y los tumores cerebrales", un riesgo que "irá poniéndose en evidencia a medida que pasen los años y los usuarios empiecen a manifestar los síntomas físicos del problema" y que es "aún peor que los problemas derivados del tabaco" ya que en este momento hay unos 3.000 millones de personas usando este tipo de telefonía en el mundo, prácticamente el triple que fumadores... No es el único que habla de esto, a pesar de las trabas existentes por parte de la industria (que mueve miles de millones con este negocio) y de nuestros propios gobernantes que, por alguna razón, promueven el empleo del móvil como si realmente no pudiéramos pasar sin él. Y eso que hace pocos años, muy pocos años, nadie tenía teléfono móvil y no pasaba absolutamente nada.
- No se ha dado mucha difusión a este estudio...
- No, ni a otros parecidos como el desarrollado en Israel a cargo del doctor Siegal Sadetzki y publicado en el "American Journal of Epidemiology" que apuntaba también a que el uso continuado de este tipo de teléfonos, o sea varias horas al día, promueve el desarrollo de algunos tipos de cáncer, como el de glándula salival. De las muestras examinadas, se deducía que el riesgo era mayor entre los habitantes de zonas rurales, donde la radiación emitida por esta tecnología es más grande para compensar la debilidad de la señal o el menor número de postes. Y para terminar, aún te citaré un último trabajo, llamado 'Interphone' y supervisado por la propia OMS, y que parece hay intención de hacerlo público antes de fin de año. Se ha trabajado en él durante los últimos diez años, con participación de cerca de 13.000 personas de trece países. Su principal conclusión es que el usuario de móvil posee un "riesgo significativamente mayor" de padecer un tumor cerebral que el que no es usuario. 'Interphone' cuestiona seriamente, además, las garantías que suelen dar los gobiernos sobre la seguridad de este tipo de aparatos.
Es todo muy inquietante. Siempre que hablo con Mac Namara me quedo con la misma sensación de que alguien me está tomando el pelo con la mayor facilidad.
- ¿Y aunque todo eso fuera cierto qué pretendes? ¿Que todo el mundo se deshaga del móvil ahora? Eso es imposible. Dile tú al personal que se desenganche de su juguetito a estas alturas...
- Sería tan sencillo -concluyó- como cortar todas las líneas de teléfono móvil, igual que se van a cortar, dentro de pocos días, todas aquéllas que no se hayan identificado debidamente ante las autoridades para su perfecto control. Tan sencillo como eso.