No os preocupéis más, humanoides sin futuro. El dueño de esta bitácora volverá ya en breve de sus viajes iniciáticos por el mundo adelante y a partir del mes que viene podréis volver a reiros de las tonterías que suele contar aquí. Mi misión de centinela de repuesto se acerca a su fin.
Y, además, estoy a punto de terminar de leer el libro que me ha tenido entretenido este largo e interesante estío, algunas de cuyas frases he entresacado durante estos meses: "The historical illuminatus chronicles: The Earth will shake" ("Crónicas históricas de los Illuminati: La Tierra trema").
La frase: "...el camino hacia el verdadero Yo, la Esencia que sólo puede encontrarse cuando se rechaza la vanidad como el mendigo raído y adulador que es. Existe algo para lo que tenemos un nombre, algo que no permitirá la mentira, pues castiga de inmediato toda evasión y debilidad. No nos permitirá escaparnos de nuestras cargas porque desea que seamos más fuertes para cargas aún mayores. El asedio de este demonio es la situación del iniciado, del elegido. Sólo una guerra interior de estas características hace que descendamos hasta el fondo de las cosas dejando de lado las respuestas fáciles, incluida la filosofía, incluida la profundidad. Entonces, en el fondo del pozo sin fondo, podremos mirar a los ojos al Tirano y saber quién es, quién es el Destino y qué quiere de nosotros."