Visto lo visto, el calor que hace y las pocas ganas que tengo de nada, voy a seguir apuntando lo que me parezca del librito que he escogido para llenar este verano y que parezca que hago algo: La presencia de Dios. Una antología de citas y textos de las grandes religiones. Y sigo con el Tao, pero ahora con otro señor asiático que se llamaba Huanchu Daoren. La verdad es que éste tiene algunas citas graciosas. Por ejemplo, aquí lo dice muy claro:
"Intenta pensar en lo que eras antes de nacer y también en lo que serás después de morir. Entonces, infinidad de pensamientos se calman, dejando serena tu esencia. De esta forma, serás capaz de trascender las cosas de manera espontánea y vivir en un estado anterior a que las cosas tomaran forma."
Hay una fórmula para vivir como hay que vivir:
"No te preocupes de lo que te ofende. No establezcas un lado con lo que te agrada. No cuentes con un estado de bienestar prolongado. No te retires por miedo a la primera dificultad."
Aquí adelanta una sentencia sobre el acierto y el error:
"Si temes que la gente sepa que has hecho algo malo, hay algo bueno en lo malo. Si estás ansioso porque la gente sepa que has hecho algo bueno, entonces hay algo malo en lo bueno."
Y ésta, para los que van por el mundo de salvadores y/o mártires:
"No se debe tener la intención de dañar a los demás, pero hay que poseer la conciencia de evitar ser dañado por los demás. Ésta es una advertencia contra la falta de atención."