El insensato que gestiona este blog ya me ha hecho lo mismo de los veranos anteriores. O sea, desaparecer del mapa y dejarme a cargo, pensando que un gato conspiranoico como yo tengo ganas y/o tiempo de hacer su trabajo... Pues lo lleva claro. Este año no pienso ni siquiera romperme la cabeza buscando frases bonitas de alguien. Me limitaré a copiar las que me llamen la atención del libro que me estoy leyendo ahora.
Se trata de una edición manifiestamente mejorable pero por desgracia la única traducción al español de "The historical illuminatus chronicles: The Earth will shake" ("Crónicas históricas de los Illuminati: La Tierra trema").
La frase: "Y tío Pietro también decía que el mejor maestro estafador sólo tenía una oportunidad en un millón de engañar a un vendedor de alfombras armenio. Y un demonio del infierno, sólo una oportunidad en un billón de asustar a un español. Pero ni Dios Todopoderoso con la ayuda de los Doce Apóstoles podía detener a un siciliano dispuesto a matar sin antes matarlo primero y luego dedicarse a la matanza metódica de sus hermanos y después de sus primos hermanos y tíos, y luego al resto de sus primos y a sus tíos abuelos sin olvidar, por supuesto, a las mujeres de todos ellos y a cualquier infante capaz de arrojar una piedra y así hasta la eternidad. Pero hasta que Dios no hubiese matado al último de todos los tatarabuelos sicilianos, si quedaba uno que se tambaleara en sus muletas y tuviera la suficiente fuerza como para lanzar un escupitajo, se volvería contra Él, ineluctable como Él mismo, porque ésa era la manera en que Sicilia había sobrevivido a los griegos y a los Sullas y a los Belisarios y a los normandos y a los Hohenstaufens y a todo Cristo arrojado contra ellos y contra el sur de Italia en general desde el comienzo de los tiempos."