Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Vuelta de tuerca al control

Mac Namara es así: o estás meses sin verlo (y entonces temes que haya sido definitivamente abducido o bien secuestrado y eliminado por "Ellos") o te lo encuentras a todas horas en todas partes (y entonces temes que sea él el que vaya a abducirte a ti). Mi gato conspiranoico lleva dos días advirtiéndome de que debería aprovechar mi condición de estudiante en Tercero de la carrera de Dios para fabricarme unos cuantos homúnculos artificiales y utilizarlos como una especie de dobles para que se relacionaran por mí con el resto del mundo mientras yo me aíslo y me pongo a salvo en alguna parte, lejos del alcance de los mortales, un poco como la momia dentro del sarcófago.

- Más vale que te inventes unas cuantas identidades falsas, porque pronto os tendrán fichados a todos -insiste.

- Ya nos tienen bastante fichados, me parece a mí.

- Sí, pero no hasta el punto en el que lo estaréis en poco tiempo. Lo de "Brazil" (mi gato se refería a la fenomenal película rodada en 1985 por Terry Gilliam y de obligada visión para cualquier amante de la conspiranoia) será una broma de guardería comparado con el futuro más o menos inmediato. Ni te imaginas la cantidad de dinero que se han gastado en los últimos años en el diseño y perfeccionamiento de métodos de control, para poder fundar de una vez por todas el Gran Termitero, la sociedad mundial de esclavos obedientes.

- Si fueran tan poderosos como dices siempre, ya habrían impuesto sus métodos -objeto.

Mi gato sonríe con astucia y replica:

- Error, error... Los ensayos de la "guerra fría" les enseñaron muchas cosas. Ese inexistente pero publicitadísimo estado de conflicto permanente les permitió probar las dos posibles fórmulas para el control de los seres humanos: el materialismo impuesto desde una dictadura evidente y el materialismo impuesto desde una dictadura oculta bajo aparentes libertades. Al final, se demostró que el más fiable era el segundo, pues el hombre o, mejor, cierto tipo de hombres, tienden a rebelarse contra las imposiciones claras... Pero se doblega fácilmente cuando se le engaña y cree ser libre. Ésa es la razón por la que todas las cadenas que se le han impuesto en los últimos tiempos se han disfrazado de regalos y comodidades, para que él mismo se las ajuste sin problemas. Fíjate: hasta hace diez o quince años, era difícil que la gente aportara algún dato personal más allá de las obligaciones de información impuestas por el Estado. Obtener nombres, direcciones, teléfonos, gustos personales, imágenes fiables..., era una cuestión complicada. Ahora, con el cuento de las "redes sociales", todo el mundo entrega alegremente su información más íntima, hasta la talla de sus calzoncillos.

- Hemos hablado de esto otras veces. Demasiada información. No existe una máquina capaz de gestionar semejante volumen de datos y dudo que alguna vez la haya.

- ¿Tu crees? -movió el bigote, irónico- Te pondré otro ejemplo: la última tendencia en protocolos de seguridad implica la utilización del propio cuerpo. Hace tiempo ya que se viene experimentando, e incluso utilizando en determinados centros dotados de tecnología avanzada, con claves activadas por la voz, las palmas de las manos o el iris de los ojos. Ahora estos avances técnicos han empezado a llegar al público corriente: por ejemplo, ya puedes comprar ordenadores personales y automóviles familiares que funcionan con tu huella dactilar y sólo con tu huella dactilar. No hace falta una llave física o una contraseña. Se venden como lo más moderno y eficaz a la hora de proteger tus bienes, puesto que nadie más que tú puede en teoría activarlos. Pero la otra cara de la moneda es que estos objetos que antes podías compartir y por tanto diluir las rutinas de su uso entre diversas personas quedan automáticamente asociados exclusivamente a ti, por lo que contribuirán a proporcionar información acerca de tus actividades..., cuando sea necesario disponer de ella.
 
Puse mi mejor cara de póker, sin dejar convencerme, pero Mac Namara insistió:

- Las posibilidades en este campo son espectaculares. Un desarrollo de este tipo de tecnología basado en los latidos del propio corazón, por ejemplo, se está estudiando en diversos puntos del mundo. En los últimos días ha trascendido el que se ha llevado a cabo en la Universidad Nacional Chung Hsing de Taichung, en Taiwán, donde trabajan sobre un sistema de cifrado que emplea ese patrón como clave secreta. Los investigadores taiwaneses emplean electrocardiogramas para extraer la combinación matemática de ese latido. Luego generan la clave secreta integrada en un sistema de cifrado basado en las matemáticas de la teoría del caos, en las que cambios limitados en las condiciones iniciales pueden conducir a muy diferentes resultados. Un ordenador protegido con semejante contraseña sólo puede ser abierto por el tacto de la persona a la que corresponde el latido de corazón asociado...  Digamos que tienes información relevante en tu ordenador y yo quiero que me la enseñes pero a ti no te da la gana aunque te haya secuestrado: bastaría con aplicar tu pulso sobre el aparato para que éste revelara todos sus secretos. Esto parece de ciencia ficción pero es cuestión de poco tiempo que lo generalicen en la sociedad sin alma que es su objetivo final.

- Está bien, está bien... Podrán controlar lo que hacemos, lo que escribamos, lo que escojamos, lo que compremos..., pero ¿y lo que pensemos?

- Eso ya lo hacen hoy día -sonrió Mac Namara-. ¿Sabes en qué invierten su ocio diario la inmensa mayoría de los españoles? ¡En ver la televisión! Nada menos que 134 minutos, dos horas y cuarto, de media diaria dedicaron durante 2010 a dejarse hipnotizar por el electrodoméstico más peligroso jamás inventado, según el último estudio aportado por "Panorama Social", la revista de la Fundación de Cajas de Ahorros, y en el que participaron una docena de investigadores y profesionales del sector. ¡Dos horas y cuarto diarias de media! ¿Te das cuenta de lo que es eso? Pues ahí va otro dato de este informe: entre 1990 y 2010 el consumo televisivo se incrementó en un 22 por ciento..., sobre todo en las personas calificadas de "maduras". Aquí no se incluye, me da la impresión, el tiempo que la gente pasa delante de otra pantalla, la de Internet, pero con actividades de índole televisiva, por así decir: por ejemplo, viendo un partido de fútbol que no transmite la tele pero sí puede contemplar en alguna web con "streaming".

- Sí, ya sé el riesgo que supone el consumo tan elevado de televisión. Propaganda, publicidad subliminal, manipulación de mensajes...

- Manipulación de mensajes, no: ¡manipulación total! -me interrumpe de nuevo- El color, sin ir más lejos. Como sabes, el azul se emplea para trasladar mensajes de tranquilidad, serenidad, seriedad..., mientras el rojo se utiliza para proyectar idea de fuerza, actividad, rebelión... En las últimas elecciones generales en España fue muy interesante comprobar cómo un herido PSOE, que tradicionalmente emplea el rojo y el blanco en sus campañas políticas para identificarse con sus banderas y símbolos, lo sustituyó por el azul en los fondos de escenarios, trajes de candidatos, etc., sobre todo durante sus apariciones televisivas, a fin de moderar psicológicamente su presencia e influir positivamente en la mente de sus posibles votantes. Como quiera que el azul es precdisamente el color empleado habitualmente por el PP, la campaña ofreció algunos momentos interesantes en los que no estaba nada claro a qué partido pertenecía el candidato en pantalla. En las protestas ciudadanas cobró fuerza la marca PPSOE para criticar a ambas formaciones...

- Sí, yo también me dí cuenta.

- Pues te daré un dato más: un profesor de Óptica de la Universidad de Alicante, Enrique Martínez, ha elaborado un completo documento para la defensa de su tesis doctoral, "Relaciones entre color y visión en spots comerciales dirigidos al público infantil", en el que ha "descubierto" que cada anunciante de televisión emplea una gama cromática de forma preferente en sus anuncios y que esa gama varía según las audiencias a las que vayan dirigidas. El color más empleado entre los básicos es el negro, seguido del verde, el blanco, el rojo, el amarillo y, por último, el azul. Esto corrobora lo que antes comentábamos: el azul no es un color útil en publicidad porque no llama a la novedad, a la curiosidad, a la actividad... Bien, pues la aportación de este hombre es que el verde es el color que deberían escoger los anunciantes de productos dirigidos al mercado infantil como color de fondo de sus anuncios televisivos.

- ¿Por qué el verde?

- Según Martínez, más del 50 por ciento de la población infantil son emétropes o hipermétropes y por eso ven mejor sobre un fondo verde. En consecuencia, cualquier anuncio que se elabore específicamente para ellos les llamará más la atención con ese color, ya que lo podrán ver con mayor facilidad. Por tanto, será más eficaz. Por supuesto, esta información se puede usar en otros sentidos: si quieres conseguir un programa infantil de máxima audiencia te será más fácil si colocas, por ejemplo, al presentador en un escenario que simule un inmenso campo de césped verde que si le colocas en otro que parezca un barco sobre un mar azul... El trabajo de este óptico también revela que en la actualidad existen más miopes que hipermétropes en la franja de edad comprendida entre los 4 á 12 años, pero antiguamente era al revés. Él cree que el cambio se debe al uso mayoritario de la visión de cerca que requiere el empleo de consolas, teléfonos móviles, ordenadores, etc. De todas formas, éste es un simple trabajo particular para una tesis doctoral que se ha hecho público. Piensa ahora en los resultados de todos los informes elaborados en secreto por gobiernos de todo el mundo con equipos completos de psicólogos y abundantes recursos de estudio durante años.

 - Me siento como un ratón de laboratorio -reconocí impresionado.

- Pues ten cuidado, que yo soy un gato. Conspiranoico, pero gato -advirtió él.




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