Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes.

viernes, 26 de octubre de 2018

Un comic

Había preparado un sesudo análisis político, con ayuda de Mac Namara, para publicar este mismo viernes sobre la situación en España y en el mundo. Mi gato conspiranoico y yo desemenuzábamos entre otras cosas el lamentable papel de esas bandas organizadas llamadas "partidos políticos" que tanto daño han hecho al conjunto de los ciudadanos españoles durante decenios (y lo bien que han sabido disimularlo, escudándose detrás de las Grandes Palabras: ésas que se escriben con mayúsculas pero que están más vacías que el interior de un átomo). Cómo no, en ese mismo artículo comentábamos algunas de las muchas y descaradas manipulaciones históricas con las que a día de hoy se engaña a las jóvenes generaciones e incluso a las antiguas (puesto que el homo sapiens tiene una memoria muy deficiente). Y explicábamos también algunos detalles acerca de las poderosísimas influencias externas (no sólo las de Bruselas) que manejan a su antojo a los supuestos "líderes españoles" para que ayuden a mantener a la Piel de Toro en un estado caótico y desestructurado a base de fomentar el miedo, el odio y la envidia de catalanes contra castellanos, de andaluces contra gallegos, de vascos contra murcianos, de extremeños contra valencianos..., porque desde hace mucho, mucho, mucho tiempo, se sabe que, cuando sus gentes están unidas y dirigidas por alguien lo bastante audaz, España es un país muy peligroso para los intereses de los Amos.

De hecho, es tan peligroso que por eso se puso en marcha precisamente aquí la experiencia de intentar trocear un país europeo de verdad (Checoslovaquia nunca lo fue, sino que se trataba de un ente artificial construido de manera forzada para contener a Alemania en su momento) de una manera "pacífica". Es decir, sin guerra, sin grandes enfrentamientos violentos, ni civiles ni militares. Creen que si lo logran sin violencia, el proceso no tendrá contestación y será duradero. Por eso, los poderes materiales al servicio de los Amos ensayan con los españoles la fórmula que les permita proceder después con el resto de los grandes países europeos que han dado la civilización al mundo. A saber: Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, además de la propia España. Saben que si tienen éxito en su empresa y son capaces de destruir la nación más vieja del mundo (la española) podrán reproducir sin problemas la operación en el resto del Viejo Continente y conseguir así una Europa no de los 28 sino de los 128 o más Estados. O, mejor dicho, "Estaditos", sin fuerza suficiente para oponerse a esos planes que aspiran a convertirnos en "ciudadanos perfectos" según el estándar de los Amos: trabajadores esclavos de día y consumidores adictos de noche, sin más. Divide et impera. Resulta patético encontrar en las filas de los independentistas y de los "antisistemas" a tantas personas que dicen estar contra el famoso Nuevo Orden Mundial y que con su cerrazón mental están haciendo precisamente lo que los impulsores del NOM desean que hagan.

Nos había quedado un análisis bien majo, la verdad, pero hay que reconocer que también un tanto farragoso. Muchos datos, mucha información. Demasiado pesasdo. ¿Sería la solución trocearlo y publicar varias entradas consecutivas en esta bitácora? No, aun fragmentado, el artículo podía resultar indigesto. Entonces Mac Namara y yo nos acordamos de aquel conocido concepto de "una imagen vale por mil palabras" y llegamos a la conclusión de que había que resumir todo esto en imágenes. Incluso así, era demasiado complicado.

- ¿Sabes qué? No le puedes soltar semejante ladrillo a tus lectores -resumió mi gato conspiranoico-. Es mejor ir por partes.

- ¿Y qué propones? -le contesté.

- Tebeos. Tienes muchos, eres un coleccionista de tebeos. Algo tendrás a mano.

La afirmación de Mac Namara es cierta sólo en parte. No colecciono tebeos pero sí tengo una interesante colección de comics con sentido y de cierta calidad. Y los tebeos forman parte de mis lecturas, si no diarias, sí habituales (no sólo de grandes mamotretos de reflexión vive el intelecto humano). En ese momento me acordé de uno que leí hace muchos años, creo que en una edición de una revista argentina (aunque sé que otra española El víbora, la publicó también en un número especial), que me llamó la atención pero por azares del destino fui incapaz de conservar. Tal vez sirviera para ilustrar en parte algunas de las cosas que habíamos escrito. Y tal vez consiguiera encontrarla vía Internet. Se trataba de una historieta corta firmada por Gilbert Shelton.

Shelton es (o lo fue, al menos en una época) un icono del comic underground norteamericano, cuyos personajes más exitosos son los Fabulous Furry Freak Brothers que en español se publicaron con la traducción de Los fabulosos Freak Brothers (sin el "peludos" del original "furry"). Se trata de un grupo de tres hippies y su gato que se pasan el rato buscando dinero para gastárselo en comida, drogas y fiestas, sin el menor interés por integrarse en un sistema que critican sistemáticamente tachándolo de fascista y decadente..., aunque no aportan nada alternativo que pueda mejorarlo. Particularmente, estas historietas nunca me dijeron gran cosa, aunque tuvieron (y creo que aún tienen) muchos seguidores tanto en su Estados Unidos natal como en varios países europeos. El problema es que, como todos los comics politizados (y éste lo estaba bastante) resultan aburridos enseguida, a no ser que uno mismo esté muy politizado también y los ingiera como dosis de refuerzo ideológico.

El caso es que Shelton vivió un par de años -1981 y 1982- en España, en Barcelona, según reconoció él mismo en una entrevista. Y de esa época data el comic que aparece a continuación, finalmente rescatado de las aguas profundas de la Red y basado en el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Es curioso cómo funciona la memoria porque recuerdo algunos de los detalles (como los sombreritos extravagantes de los aduaneros de la última viñeta) mientras que otros que también estaban claros no aparecen por ninguna parte (los políticos del Congreso que reciben a Tejero tenían -o yo pensaba que tenían- cola de rata en mi memoria y parece que en la realidad no). O tal vez haya varias versiones de la misma historieta, lo que tampoco sería tan raro porque así han trabajado algunos autores a veces, sobre todo con historietas tan breves. No añadiré más. Sólo espero que, tanto para los que lo conocían como para los que no, este comic sirva como reflexión a partir de tan curiosa "profecía" que data del comienzo de los años 80 en el siglo XX...











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