Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes.

lunes, 4 de marzo de 2013

Contra periodistas

Es increíble la cantidad de personas en todo el mundo que se creen las informaciones facilitadas por los medios de comunicación, sólo porque aparecen publicadas en ellos. "Tiene que ser importante, porque lo ha dicho la tele", es su razonamiento básico. La tele, o la radio, o mi periódico favorito, o Internet, o lo que sea. Quiero recordar aquí la frase que, hace mucho tiempo, me enseñó uno de mis maestros de la profesión periodística cuyo nombre obviamente no citaré: "Desconfía de todo lo que se publica... La mitad es mentira y la otra mitad no es verdad."  Pareciera que es echar piedras sobre mi propio tejado (bueno, sobre el fragmento de mi tejado relacionado con el Periodismo) pero, a estas alturas, los lectores veteranos de esta bitácora ya deberían saber lo que pienso sobre el control y manipulación de la información en los tiempos en que vivimos: hemos examinado suficientes ejemplos de propaganda, publicidad e información teledirigida. Así que hoy me limitaré a recomendar la lectura de un libro acerado y tierno a la vez, compuesto por una recopilación de máximas destinadas a intentar entender el alma y la profesión misma del periodista. Creo que lo cité hace tiempo: se titula Contra periodistas y está, lógicamente, firmado por uno de ellos (además de escritor y filósofo) llamado Màrius Carol.

La edición en mi poder se remonta a febrero de 1997 y contiene nueve apartados: El oficio de escribir, El acceso a la profesión, Los medios de comunicación, El continente y el contenido, Las especialidades periodísticas, La libertad de expresión, El poder de informar, La ética del periodista y La mirada ajena. Pese a ello, se trata de un volumen pequeñito, de rápida y jugosa lectura, que condensa en forma de acertadas reflexiones (muchas de ellas firmadas por gente con suficiente peso específico como para que nos hagan pensar en lo que están diciendo) la quintaesencia de esta extraña ocupación. Algunas son ya conocidas; otras, no tanto; todas, bastante definitorias. He aquí una docena de muestras:

"Las grandes exclusivas publicadas hoy envolverán el pescado de mañana." (Walter Lippmann)

"La gente confunde en todas partes lo que lee en la prensa con las noticias de verdad."
 (A.J.Liebling)

"Desde muy temprano me di cuenta de que no hay acontecimiento que sea relatado correctamente en un diario, pero en España por primera vez vi crónicas periodísticas que no guardaban relación  alguna con los hechos. Ni siquiera la que implica una mentira ordinaria."
(George Orwell)

"Reúne primero los datos, que ya tendrás tiempo después de distorsionarlos como te plazca."
(Mark Twain)

"La prensa no es lo mismo que la opinión pública."
(Otto von Bismark)

"Hay que ser muy escéptico con cualquier cosa que sea lea hoy día en un periódico."
 (Noam Chomsky)

"El periodismo me atrae porque participa del prestigio literario y, sin embargo, sigue siendo una actividad poco respetable."
 (Tom Wolfe)

"Si tú repites infinitamente una mentira en el periódico, acaba siendo una verdad."
 (Luis Carandell)

"Los periódicos hostiles son más temibles que mil bayonetas."
 (Napoleón)

"Todo el periodismo es ficción. Y la mayor parte de él, una ficción horrorosa." (Norman Mailer)

"El periodista siempre tiene la sensación, consciente o no, de estar en posesión del monopolio de la verdad."
 (Alain Minc)

"Hay que ser muy, muy tonto o muy, muy cínico para seguir postulando hoy la objetividad informativa."
 (José Vidal Beneito)




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