Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes.

viernes, 1 de marzo de 2013

El triceratops en la cuneta

Suceden cosas muy raras en Internet, como en la propia vida. Hechos, circunstancias, detalles..., luces rojas como las bautizó felizmente hace años mi tutor en la Universidad de Dios, que suelen pasar inadvertidas porque vivimos tan de prisa (nos hacen vivir tan deprisa) que no nos detenemos a examinarlas como merecen. Imagina que circulas en un coche a ciento veinte kilómetros por hora y de pronto te parece ver, tumbado junto a la cuneta de la carretera, un triceratops. Y no te detienes a comprobarlo. Simplemente sigues adelante, porque no puede ser un triceratops: todos los dinosaurios se extinguieron hace millones de años... 

Así que seguramente lo que he visto, piensas sin darle mayor importancia, es una vaca rumiando. Y sigues adelante sin preocuparte de más. Pero, ¿y si, en la duda, hubieras reducido la velocidad del vehículo, te hubieras detenido junto a la "vaca"..., y resultara que sí que era un triceratops? ¿Y si ese improbable pero real triceratops se hubiera escapado de una granja genética experimental secreta, junto a otros dinosaurios en teoría extinguidos (uno de los cuales, un terrorífico tiranosaurio rex te esperara a la vuelta de la próxima curva para atacarte)? ¿O hubiera aparecido por ahí en medio debido a una ruptura del continuo espacio temporal (con la que te vas a encontrar de inmediato y que te va a teletransportar a una edad primitiva de la que nunca jamás vas a regresar)? ¿O lo hubiera depositado allí una nave alienígena que se lo llevó de la Tierra en la prehistoria para examinarlo de cerca en un zoo de su planeta y ahora ha vuelto para devolverlo (y se dispone a secuestrarte a ti para llevarte a su planeta y examinarte también)? El triceratops debería ser un aviso de que podría ocurrirte cualquier cosa en cualquier momento..., pero lo has pasado completamente por alto. Y pagarás por ello.

Estas últimas semanas me he encontrado con un triceratops de tamaño descomunal que tiene que ver con la elaboración y difusión de este blog: Fácil para nosotros. No tiene mucho sentido describirlo aquí. Sólo diré que al principio no le di mayor importancia pero de pronto una chispa me iluminó, frené y di marcha atrás para ver más de cerca al animal. Sí, ahí estaba: tan evidente, tan llamativo, tan raro... Lo he visto con claridad meridiana y me he quedado pensativo, dándole vueltas al asunto, intentando averiguar qué demonios significa y por qué está allí. Como no lo entendía muy bien (en realidad, no lo entendía en absoluto), lo consulté con Mac Namara y éste me ha facilitado una serie de datos (¡conspiranoicos, por supuesto!) que podrían explicar la presencia del anacrónico animal, pero que tampoco me parecen definitivos. Lo único que sé es que desde entonces he redoblado las precauciones y en las últimas fechas sólo me permito el lujo de pasear por el campus universitario si llevo mi réplica de Excalibur desenvainada en una mano y mi sable láser de caballero jedi encendido en la otra. Y mirando por encima del hombro, en estado de alerta permanente, atento a cualquier intento de asalto por parte de una banda de trolls hambrientos. O algo peor.

El caso es que Mac Namara me recordó que cada seis meses los Veintisiete, es decir los miembros de la Unión Europea, se turnan para presidir las instituciones comunitarias y mantener así esa ficción de que los políticos de cada una de estas naciones tienen un peso real sobre los complejos mecanismos y engranajes de la UE, que en realidad responden a palancas y resortes más misteriosos, hábilmente escondidos en el escenario a disposición del correspondiente Fantasma de la Ópera. Mi gato conspiranoico se remontó entonces a la última ocasión en la que le tocó el turno presidencial a España: entre enero y junio de 2010. En aquella época estaba al frente del gobierno el presunto pacifista/defensor de los derechos ciudadanos José Luis Rodríguez Zapatero e interpretaba el papel de ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos, una de las principales decepciones políticas de mi alter ego periodístico, acostumbrado por lo demás a políticos decepcionantes. Pues bien, entre los trabajos desarrollados e impulsados bajo presidencia española en las instituciones europeas se puso en marcha un proyecto concreto que según Mac Namara podría explicar en parte el susodicho triceratops...

Se trata de un programa de vigilancia y recolección sistemática de datos personales, un programa policial, para estudiar a todos aquellos ciudadanos sospechosos de "experimentar un proceso de radicalización". Con la vista puesta en "la prevención del terrorismo", excusa fetiche para aplicar todo tipo de prohibiciones, regulaciones y bridas a los derechos ciudadanos que tanto costó adquirir y que tan rápidamente se están yendo por el sumidero de la Historia, la idea, según el documento oficial, es que sirviera para detectar (antes de que se produjeran) posibles amenazas o actuaciones violentas de grupos políticos "extremistas", tanto de izquierda como de derecha, así como"nacionalistas, religiosos o antiglobalización". Es decir, de todo el mundo, a poco que seamos un poco puntillosos, porque personas violentas y extremistas tampoco hay tantas, pero personas sospechosas por el resto de tendencias podemos ser prácticamente cada uno de los habitantes del Viejo Continente. Por no extendernos en el significado de "radical". ¿Cuán radical tiene que ser una persona para ser espiada? ¿Cuán, amante de su país, es decir, nacionalista? ¿Cuán, opuesta a la globalización? Sólo por estos últimos supuestos, el firmante de este bitácora tiene muchas papeletas para estar sometido al microscopio del Gran Hermano y, si es necesario, saboteado tecnológicamente, en opinión de Mac Namara.  


 Esa Unión Europea presidida por España aprobó a finales de abril de 2010 en un consejo reunido en Luxemburgo un documento asépticamente denominado 8570/10 incluido en el debate bajo el título de Radicalización en la UE que resulta tan vago y generalista que permite de hecho la vigilancia policial de cualquier persona en la Unión Europea. Está redactado así a propósito, no por error o vaguería: al no concretar cuáles son los peligros concretos dignos de vigilancia, se amplia el radio de manera infinita. La redacción insta a considerar entre objetivos de espionaje (objetivos por cierto compartidos entre todos los miembros de la UE: ni siquiera le queda a uno el magro consuelo de ser espiado sólo por los nacionales de su propio país) a los defensores de cualquier idea heterodoxa, con independencia de que sea o no aplicable al terrorismo. Y el espionaje incluye todo tipo de datos personales, desde el domicilio de cada cual (lo que de todas formas se puede encontrar con asombrosa facilidad en páginas abiertas de Internet, a no ser que uno forme parte del Sistema y esté tutelado y protegido por él) hasta su situación económica o el grado de compromiso ideológico expresado con cualquier causa. Es cierto que el desarrollo de las redes sociales hace a menudo redundante este tipo de búsqueda de información porque en la actualidad el personal explica alegremente el más mínimo detalle de su intimidad en Facebook, Twitter, Linkedin y el resto de programas particulares de recopilación de datos distribuidos por la red (¿Pero a esas alturas todavía pensabais que eran de uso gratuito por casualidad? ¿O que se financiaban con publicidad? ¡Ilusos!), pero aún hay mucha gente que no utiliza las redes sociales y, de todas formas, algunos datos personales aún no se publican en ellas. El susodicho documento, otra luz roja, está como tantos otros de la UE irónicamente encabezado por ese logotipo comunitario tan característico que es la banderita azul con estrellas confeccionando un círculo y enmarcada entre paréntesis verticales, de manera que el conjunto recuerda... Pues sí: al Ojo que Todo lo Ve.

El documento 8570/10 tiene un predecesor: el 7984/10 (vaya: si dibujamos el 7 de forma similar al 1, este otro documento nos aporta un sugerente recuerdo del artículo que publicamos aquí mismo el miércoles pasado...) donde figura todo el programa de vigilancia con el título de Herramienta de almacenaje de datos e información sobre procesos de radicalización violenta, que había sido examinado el mes anterior, en marzo de 2010. Por cierto que el 7984/10 fue declarado documento confidencial. Esto es, secreto. Y así habría
permanecido si no hubiera sido gracias a Statewatch, una organización no gubernamental de defensa de las libertades civiles que funciona desde 1991 (en Estados Unidos hay más tradición de este tipo de instituciones que en Europa) que logró acceder a él y lo publicó en su web. Tras examinar los términos del escrito, Statewatch fue la primera que advirtió de que este programa "no se dirige preferentemente hacia personas o grupos que desean cometer atentados terroristas sino hacia personas con puntos de vista radicales, a los que se define como propagadores de mensajes radicales" investigando incluso los "sentimientos de la persona en relación con su nueva identidad colectiva y los miembros del grupo".

- Conociendo estos detalles -añadía Mac Namara-, quizás ahora comprendas el porqué de la creciente criminalización de los disidentes o de los simplemente insatisfechos contra el actual régimen político imperante en Occidente en general y en España en particular, así como de aquéllos que no están de acuerdo con la forma en la que se está aplastando a las naciones, incluyendo las más viejas del mundo, en defensa del Mundialismo: un viejo proyecto de dominación de ciertas elìtes, hoy rebautizado como Globalización... Y el porqué de los recortes o la limitación de derechos básicos como el de la libre expresión que en estos últimos meses estamos viendo aplicados por dirigentes como el actual ministro de Justicia del gobierno español, Alberto Ruiz Gallardón, que ha impulsado a través de su reciente reforma del Código Penal un endurecimiento, entre otras cosas, de las penas contra la resistencia pasiva o el ciberactivismo, incluyendo fuertes multas para aquéllos que participen en protestas ciudadanas. La protesta forma parte de la libertad de expresión y puede justificarse su represión si se desarrolla en un entorno violento y amenazante, pero una democracia que castiga las opiniones diferentes no actúa como tal, sino como una tiranía. 

- Es interesante todo esto -se me ocurre- porque, aparte del secretismo con que fue aprobada esta normativa europea de la que me has informado, salió adelante bajo presidencia de un gobierno español socialista..., pero está siendo desarrollada por un gobierno español conservador.

- Lo que ayuda a que las mentes con menos recursos no lleguen a hilar los datos y a relacionarlos entre sí -asiente Mac Namara-, como si los socialistas y los conservadores, los dos grandes grupos políticos en los países europeos en este momento,  fueran algo de verdad distinto entre sí...

Como anécdota añadida puedo decir que durante la redacción de este artículo, mi PC se ha enfrentado a una serie de pequeñas molestias no habituales: los textos no se guardaban correctamente, la conexión iba demasiado lenta, el navegador se ha cerrado repentinamente sin explicación alguna, la versión final no ha llegado a publicarse más que después de varios intentos... Observo con recelo a mi triceratops, que me devuelve la mirada con sonrisa malévola. 








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