Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes.

miércoles, 14 de abril de 2010

Ojo: comentario para gente NO impresionable

Que conste que ya lo he avisado en el mismo título del artículo. De hecho, la primera vez que vi las imágenes yo mismo me quedé tan impresionado que dudaba de publicar algo sobre ellas porque supone después de todo difundirlas aún más. Sin embargo, después de darle dos vueltas he decidido que sí, aunque sólo sea como testimonio de la locura que embarga al ser humano de comienzos del siglo XXI. Tal vez si algún arqueólogo del futuro logra desenterrar estas fotografías en algún momento (y comprueba que son lo que son, no lo que parecen ser) puedan servir de advertencia acerca de la parte oscura del ser humano que tantas veces nos ha conducido al abismo y tantas veces habrá de conducirnos aún en el futuro.

Aunque no lo parezca por su extremado y brutal realismo, todas las fotos que reproduzco aquí al lado son..., ¡masa de pan! Aunque, eso sí, moldeada como fragmentos de cadáveres. El autor de este macabro producto es un tipo de Ratchaburi, en Tailandia, a unos cien kilómetros al oeste de la capital, Bangkok, que en estos últimos días ha sido trágica noticia por los conflictos desatados entre los "camisas rojas" (los fanáticos seguidores de ese peculiar ex mandatario llamado Thaksin Shinawatra) y las fuerzas de seguridad.

En Ratchaburi existe una panadería cuyo dueño, Kittiwat Unarrom, estuvo un tiempo dándole vueltas a la forma más original de presentar su producto para mejor venderlo y al final llegó a la conclusión de que lo que más les interesa a los seres humanos son otros seres humanos. Así que, ¿por qué no hacer pan con ese mismo aspecto? Y el bestial resultado está a la vista: parece el supermercado donde comprarían Jack el Destripador, Freddy Kruger y otros personajes aficionados a la casquería. Las fotos se pueden ver en un tamaño mayor pinchando sobre ellas para "admirar los detalles".

La verdad es que, puestos a representar otras personas, creo que el panadero hubiera tenido más éxito reproduciendo efigies en pan de modelos estupendas (de ésas cuyo nombre todos tenemos en mente y que normalmente solemos decir que "están para comérselas") pero no, el señor (Hello) Kittiwat decidió confeccionar este tipo de barbaridades sanguinolentas: cabezas, pies, manos, órganos diversos. ¿Qué tiene que pasar por la cabeza de un tipo para dedicarse a "crear" unas "obras de arte" semejantes? ¿Cómo tiene que estar de perjudicado interiormente? ¿Qué valor real tiene la vida humana para él y para sus clientes?

Cuando alguien le reprocha a tan peculiar panadero el realismo de sus "especialidades", el hombre tiene la excusa perfecta echando mano del pensamiento budista. "Se trata de aprender a no creer en el aspecto externo de las cosas, en lo que vemos, porque lo que tenemos ante nosotros puede no ser tan real como pensamos", se defiende. Como justificación, vale, pero con todos los respetos no creo que haya sido una intención religiosa o mística lo que le empujó a empezar a fabricar estas monstruosidades. "Pero el pan está muy bueno", insiste. Vale, no seré yo quien lo pruebe, de todas formas, aunque soy un auténtico entusiasta de los "huesos de santo", ese dulce típico de primeros de noviembre...

Lo más inquietante de todo es lo morbosamente que seguimos viendo las fotos, en lugar de abandonar esta página corriendo para navegar por otra con puestas de sol o con delfines...



1 comentario:

  1. Como decoración para alguna fiesta de halloween o de dia de muertos estan buenisimas, pero en lo personal las encuentro nada antojables. :S

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